Roger Marshall explica por qué leyes como
las de Nueva York van contra la mujer.
Roger Marshall antes de ser político y congresista
ejerció 30 años como ginecólogo asistiendo en miles de partos.
Roger W.
Marshall es
miembro de la Cámara de Representantes, cámara que junto al Senado conforma el
Congreso de Estados Unidos. Este
republicano elegido por Kansas, casado y padre de cuatro hijos, es un firme
activista provida. Y no lo es sólo por convicción política sino desde el
convencimiento absoluto que le da su experiencia profesional, que no es la de
político, pues es congresista desde 2016, sino por su experiencia como médico
especialista en obstetricia.
De hecho,
como ginecólogo ha ayudado a dar a luz en Kansas a más de 5.000 bebés durante
los últimos 30 años, estado del que procede. “La vida comienza en la concepción”,
afirma este miembro del Congreso, convencido tras haber visto durante un cuarto
de siglo la vida humana en su estado más vulnerable: en el vientre de la madre.
UNA
CARRERA PROFESIONAL ENTREGADA A DAR LA VIDA
Marshall
llegó a su asiento en la Cámara dejando claro que lucharía contra el aborto y
que se opondría a cualquier esfuerzo por utilizar fondos de los contribuyentes
para pagar abortos. “He
comprometido mi vida profesional a llevar la vida a este mundo y sé que un niño
es una creación viva de Dios antes de que lo
reconozcamos como nacido. Animo a los que defienden la ‘elección’ (favorables
al aborto) que visiten mi consulta y hablen con las muchas mujeres valientes que
han traído alegría a este mundo incluso a través de las circunstancias más
difíciles”, dijo durante su campaña a la Cámara de Representantes en 2016.
Durante
la residencia que tuvo que realizar para licenciarse en Medicina, Marshall
eligió específicamente un programa que no enseñaba ni practicaba abortos. Más
tarde, al completar la residencia
eligió hospitales que no realizaran estos procedimientos que califica de
horribles.
Ahora
como político y representante de Kansas asegura no poder mantenerse callado
ante la ofensiva que varios estados como
el de Nueva York o Virginia están realizando a favor del
aborto tardío, con propuestas de incluso dejar morir a un bebé que haya nacido
vivo sin prestarle asistencia médica.
CONGRESISTA,
PERO SOBRE TODO MÉDICO
En un
contundente artículo de opinión en Fox News, este
congresista habla sobre estas peligrosas leyes abortistas como político, pero sobre todo como experto en la materia.
“Soy miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, la
cual es pro-vida. Pero soy más que un simple político que recita argumentos
provida. También soy un médico que ha
ayudado a dar a luz a 5.000 bebés y ha pasado 30 años cuidando a madres
embarazadas y guiando a las familias durante el embarazo”, escribe.
LO
QUE OCULTAN NUEVAS LEYES COMO LA DE NUEVA YORK
Con
conocimiento de causa denuncia la
mentira de los demócratas que afirman que estas leyes de aborto tardío son beneficiosas para la mujer.
Al contrario, son peligrosas y pueden ocasionar muchas muertes, asegura este
ginecólogo de Kansas.
De este
modo, Marshall insiste en que “el proceso de aborto
tardío que ha aprobado Nueva York es inhumano, tanto para el niño como para la
madre. A medida que avanza el embarazo
más riesgos de complicaciones se producen con el aborto”.
Según su
experiencia médica, en los abortos tardíos la madre tiene un mayor riesgo de perforación uterina y de un
desprendimiento de la placenta, lo que puede provocar una hemorragia que
ponga en peligro la vida de la madre. Y este caso se puede repetir en muchas
mujeres.
Por otro
lado, este miembro de la Cámara de Representantes también alerta de los
problemas de mala cicatrización, la posibilidad
de una infección en el útero y los órganos circundantes, que a menudo
puede conducir a la infertilidad.
LOS
ABORTOS TARDÍOS SON PELIGROSOS
La
conclusión a la que llega es que los abortos tardíos no son seguros y son bastante más peligrosos que un parto natural en casi
cualquier situación.
— Dr. Roger Marshall (@RogerMarshallMD) 18 de enero de 2019
“Durante mis 30 años de profesión y los miles de partos a los que he
asistido cada embarazo ha sido diferente, cada situación tenía sus desafíos.
Ninguna madre pasa por el embarazo sin algunas pruebas físicas, emocionales,
económicas o medidas. Contrariamente al movimiento a favor del aborto, e
independientemente de la salud de la madre, nunca he visto un escenario en el que tuviéramos que elegir entre la vida
de una madre y un bebé. No estoy diciendo que no suceda, pero gracias a
los avances en la medicina ese escenario es extremadamente raro”, explica Roger W. Marshall.
EL
PRETEXTO DE LA SALUD MENTAL Y EMOCIONAL
Uno de
los argumentos que se ha utilizado en Nueva York y se propone también en
Virginia para permitir el aborto tardío es la salud mental de la madre ya sea
por trastornos mentales o emocionales.
Ante esta
tesitura, el congresista por Kansas explica todo embarazo provoca algún tipo de
malestar o alteración emocional en las mujeres. Pero Marshall también ejerció como ginecólogo en un
hospital psiquiátrico y en una cárcel para enfermas mentales, donde vio
a muchas madres con graves trastornos mentales no tratados.
“Hasta el día de hoy, no puedo
pensar en un solo escenario en el que piense que un aborto tardío ayudaría a
mejorar la salud mental de una mujer”, añade
este ginecólogo.
"UN
COMPLETO DESPRECIO POR LA VIDA"
De este
modo, avisa que a diferencia de los políticos de Nueva York y Virginia que
están impulsando este tipo de normativas él sí ha visto de primera mano “los resultados y las
complicaciones de los abortos y la angustia que causan”.
En su
opinión, “la ley de Nueva
York demuestra un completo desprecio por la vida y los estándares
médicos, que debe ser condenados
enérgicamente por todas las organizaciones de médicos y todos los
estadounidenses”.
TRABAJAR
POR EL FIN DEL ABORTO
“Ya como estudiante de Medicina, y desde el momento en que escuché
llorar a mi hija primogénita Lauren, sabía que quería traer vida a este mundo. Nada me ha traído más alegría repetida que
entregarle a su madre un bebé recién nacido que llorar y recitar una breve
oración en silencio por el bebé y su familia”, confiesa públicamente
Para
concluir, recuerda que “mientras que la izquierda
trabaja contra la vida humana, seguiré haciendo lo que Kansas me envió a
Washington: continuar mi lucha el bienestar de las madres y sus bebés y trabajar para poner fin a la bárbara práctica
del aborto”.
Javier Lozano / ReL
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