miércoles, 6 de enero de 2021

Y SI SE OFENDEN... SORRY FOR YOU

Mi opinión es obvia:

Si mi hijo de 4 años me dice que se quiere vestir de princesa, le diré que no, porque él nació niño y los niños son príncipes; voy a tratar que mi hija prefiera practicar ballet o violín, pero si veo que tiene talento para el fútbol, seré el primero en las gradas gritando como loco apoyándole, pero no voy a apoyar comportamientos masculinos, así como no voy a avalar que alguien le diga que existe un tercer género, le voy a enseñar que no, que hay solamente dos cromosomas, que sí, que Dios creó a Adán y a Eva.

Ahhhh pero "eres retrógrada, autoritario, legalista, mente cerrada, no le puedes obligar a la criatura". Lo siento (por ti) pero la respuesta es sí, así como le obligo a comer verduras, a hacer sus tareas, a cepillarse los dientes e ir al dentista, le obligo también a que duerma a una hora determinada, también puedo elegir qué ropa comprarle. Porque en la vida hay reglas, no se puede hacer todo lo que uno quiere, cuando quiere, como quiere a la hora que se le antoja; y no por eso le amo menos, muy al contrario.

Ahora, si después ya siendo un adulto (porque ese era el ejemplo que me daban mis padres y porque esa es la edad legal donde uno adquiere capacidad de hecho) mi hijo viene y me dice: papá, desde hoy yo quiero ser musulmán, budista, vegetariano, vestirme como mujer, cambiar de sexo, ser espiritista, caníbal, vampiro o un árbol... bueno, ahí será oooootra la historia, pero ANTES no.

Antes, no voy a huir de mi responsabilidad de padre/ madre y mi obligación de enseñarle las cosas como son.

Si piensas igual, te invito a que lo expreses y no te quedes callado si otros gritan sus derechos yo grito los míos.

¡Aunque se indignen!

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