viernes, 27 de diciembre de 2019

UN DÍA DESPUÉS DE NAVIDAD, ESTADO ISLÁMICO ANUNCIA QUE EJECUTÓ A 11 CRISTIANOS


El Estado Islámico (ISIS) difundió este 26 de diciembre un video con la ejecución de once cristianos en Nigeria, en venganza por la muerte de su líder Abu Bakr al-Bagdadi a manos de un comando de Estados Unidos en octubre pasado.
Según informó este viernes la BBC, el video fue producido por Amaq, la agencia de propaganda del ISIS. La matanza fue cometida por el Estado Islámico en África Occidental, integrada por miembros del grupo terrorista Boko Haram que en 2015 juró lealtad al Estado Islámico.
La BBC indicó que de acuerdo a los analistas, el hecho de que el video de 56 segundos haya sido difundido el 26 de diciembre, significa que “fue claramente programado para coincidir con las celebraciones de Navidad”.
Hasta el momento no se han dado más detalles sobre las víctimas, pero se trata de hombres “capturados en las semanas pasadas” en el noreste de Nigeria.
Redacción ACI Prensa

¿UN CATÓLICO SE PUEDE CASAR CON ALGUIEN DE OTRA RELIGIÓN?


La Iglesia regula la preparación, celebración y el posterior acompañamiento de estos matrimonios.

Por: n/a | Fuente: ACI Prensa
Un sacerdote de Brasil sostuvo que “un matrimonio entre un católico y un evangélico no tiene cómo salir bien” mientras celebraba la unión de dos personas en esta condición.

“Yo no creo que personas de religiones diferentes deban mezclarse. Católico tiene que casarse con católico. Evangélico tiene que casarse con evangélico”, fueron las palabras del P. Ricardo hacia los contrayentes María Fernanda y Jeferson, según indicó este último en junio de 2017.

Ante esta situación cabe preguntarse: ¿La Iglesia Católica acepta el matrimonio de católicos con personas que no profesan la misma fe?

La respuesta es sí, y el nombre que se la da a esta figura es matrimonio mixto”. Este ocurre cuando se casan dos personas cristianas, de las cuales una fue bautizada en la Iglesia Católica y la otra está vinculada a una iglesia que no está en plena comunión con la Iglesia Católica.

La Iglesia regula la preparación, celebración y el posterior acompañamiento de estos matrimonios, según detalla el Código de Derecho Canónico (cánones 1124-1128), y ofrece orientaciones en el actual Directorio de Ecumenismo (números 143-160) para velar por la dignidad del matrimonio y la estabilidad de una familia cristiana.

Los matrimonios mixtos también pueden darse entre católicos y personas que profesan otra religión.

Para un matrimonio mixto se requiere la licencia expresa de la autoridad competente, es decir, del obispo.

Para otorgar la licencia de matrimonio mixto deben darse tres condiciones establecidas por el Código de Derecho Canónico en el numeral 1125.
1. Que la parte católica declare que está dispuesta a evitar cualquier peligro de apartarse de la fe, y prometa sinceramente que hará cuanto le sea posible para que toda la prole se bautice y se eduque en la Iglesia Católica.
2. Que se informe en su momento al otro contrayente sobre las promesas que debe hacer la parte católica, de modo que conste que es verdaderamente consciente de la promesa y de la obligación de la parte católica.
3. Que ambas partes sean instruidas sobre los fines y propiedades esenciales del matrimonio, que no pueden ser excluidos por ninguno de los dos.

Además de recordar que este tipo de matrimonios presentan una serie de desafíos adicionales que deben superarse, el Código de Derecho Canónico establece en el canon 11206 que “corresponde a la Conferencia Episcopal determinar tanto el modo según el cual han de hacerse estas declaraciones y promesas, que son siempre necesarias, como la manera de que quede constancia de las mismas en el fuero externo y de que se informe a la parte no católica”.

EX MAESTRO DE YOGA ADVIERTE: NO HAY YOGA CRISTIANO


Joseph-Marie señala que el Yoga es en todo un camino ajeno al que confiesa la Fe, el horizonte del Yoga es.

Por: | Fuente: Religi?n Libertad
"No hay yoga cristiano, sino que hay cristianos que hacen yoga", dice quien fuera maestro de esa disciplina que es, advierte, un camino de vida. Hoy el belga Joseph-Marie Verlinde es sacerdote y Prior de un monasterio en Francia. Su diáfana reflexión sustentada en la experiencia cuestiona los argumentos que presentan al yoga como simples y benéficos ejercicios de acondicionamiento físico y psíquico.

En su libro "La Experiencia Prohibida", del que presentaremos algunos extractos, amén de pasajes de una entrevista emitida por "Net For God Production" nos transparenta verdad y la pasión por su respuesta fiel a Dios, quien finalmente conquistó su alma.

Apenas con 20 años ya era un aventajado científico en el Fondo Nacional de Investigación Científica de Bélgica, cuando se hizo parte de la gran revolución cultural de 1968. "Yo era investigador de Química Nuclear y los medios científicos y de investigación se encontraban en plena efervescencia. En ese momento, me dejé llevar por esa ola. Me enfoqué hacia las propuestas de oriente que invadían el horizonte de la cultura occidental".

LA REVOLUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS Y DE LA CONCIENCIA

Ni su sólida educación cristiana, como tampoco la innata cualidad crítica de su ser científico impidieron que fuere impactado por el movimiento de estructuras en la sociedad de la época. Y un día cualquiera, se quedó absorto ante un afiche publicitario que invitaba a practicar la Meditación Trascendental. Aquello de ser una "vía simple, fácil y eficaz", dice, para llegar a estados superiores de conciencia y una autorrealización plena, era irresistible. "Me entregué a practicar intensamente -detalla- hasta el punto de que llegué a encontrarme tan ensimismado como si estuviese fuera de la realidad e incapaz de asu­mir mi labor en el laboratorio donde trabajaba".

EL GURÚ Y LA SEDUCCIÓN DEL YOGA

Es entonces cuando conoció a un renombrado seguidor del yoga, llamado Maharishi Mahesh Yogi. "Como prestaba una atención especial a los hombres de ciencia, me recibió cordialmente. Empezó haciéndome practicar la técnica aún más intensamente, pues, según él, las dificultades que experimentaba se debían a que debía relajar tensiones profundas. Tras ese tiempo de "purificación", me propuso conver­tirme yo mismo en maestro de la meditación, y me formó para ello".

Por casi tres años exploró en las afamadas bondades del yoga, permaneciendo en una comunidad espiritual (Ashram) en la India. Pronto fue entrenado, allí, en la cuna del Yoga, descubriendo, dice, que la práctica "era una gran liturgia. Mientras que aquí, los occidentales hacían y hacen yoga como ejercicios de relajación. Incluso cuando le dije al gurú en un viaje a Alemania que los europeos estaban haciendo yoga para relajarse, él tuvo un ataque de risa. Luego, pensó por un momento y dijo "esto no evitará que el yoga haga su efecto"". Quedó estremecido y reflexionando sobre esto en su libro "La experiencia prohibida" recuerda que a pesar de vivir belleza, armonía y serenidad durante sus prácticas… "toda mi naturaleza podía exultar con una sobriedad indescriptible, salvo la punta fina de mi alma que seguía insatisfecha, deseando al Amado…"

Joseph-Marie señala en su libro que el Yoga es en todo un camino ajeno al que confiesa la Fe. En el horizonte cristiano, precisa, "la elevación de que se habla es una salida de uno mismo hacia Dios y hacia los demás, en una entrega caritativa a ellos". Luego agrega que este no es el horizonte del Yoga, que en sí es… "una inmersión en uno mismo para disfrutar de manera narcisista del propio acto de ser, en un énstasis solitario… el yogui se pone en camino hacia su propia realidad "absoluta", de la que quiere gozar sin compañía de nadie", sentencia.

RECUPERANDO EL SENTIDO

Tiempo después, con vagas pero permanentes luces de nostalgia por Dios, la visita de un médico naturista remecería a Joseph-Marie. "Nuestros cuerpos estaban maltratados por el intenso ejercicio que realizábamos allí y este naturista era cristiano. Como yo era una suerte de secretario personal del gurú lo recibí. Nos pusimos a conversar y él me preguntó "¿Usted es cristiano?, ¿Está bautizado?", le dije "¡claro!". Y me devuelve otra pregunta "¿Quién es Jesús para usted?". Es difícil de expresar, pero percibí que ahí Jesús me decía "Hijo mío… ¿cuánto tiempo me harás esperar?". Luego de eso, me di cuenta que era amado incondicionalmente, que no había ninguna sombra de juicio en la mirada, no había penitencia, sino compasión. Una ternura infinita, un mar de misericordia se derramaba sobre mí y yo lloraba, lloraba todas las lágrimas de mi arrepentimiento…". No pasó mucho tiempo para que Joseph-Marie se viera revestido con la fuerza necesaria para abandonar el Ashram y las prácticas del gurú.

UN RETORNO CON TROPIEZOS

Tomó un avión de regreso a Bélgica. Con apenas un bolso arribó a Bruselas. Sin embargo, sintiéndose lleno de temores, confuso, en vez de buscar ayuda en personas de iglesia, recurrió a personas que le parecían ser más idóneos para aclarar sus inquietudes. "Estaban adaptados a la corriente de las tradiciones transmitidas del hinduismo, pero tenían también como referente los evangelios. Puse mi confianza en este grupo que se decía "cristiano", pero la verdad es que mezclaban energía y reencarnación. Y bien, no lo sabía en ese momento, pero había entrado en una escuela esotérica".

Comenzó a naufragar en ese ambiente y pronto vino un giro más radical en aquella comunidad. "Dimos el giro al ocultismo. Me vi en prácticas ocultistas, en el ámbito de lo que se llamaría hoy "Terapias Energéticas". Es decir, manipular las energías ocultas con el fin de obtener curaciones. Me volví amigo de un naturista y se admiró de mis "habilidades" como médium usando las fuerzas ocultas sin dificultad para penetrar en la mente de otros. Estas sesiones de curación ocupaban todo mi tiempo libre. Pues, en realidad no había "sanación", solamente un desplazamiento de síntomas".

"Aun así, comencé a participar de la Eucaristía -puntualiza- aunque no me había atrevido a confiar en los representantes de la iglesia, y prolongaba mis tiempos de oración con el Santo Rosario. Paulatinamente tomé conciencia de la enajenación sutil que padecía a raíz del trabajo con estas entidades. Sobre todo, cuando un día se manifestaron".

Honesto Joseph-Marie confidencia que escuchó extrañas voces en su trabajo. "Tenía un grupo de manipulaciones que llamábamos "colectividad magnética". Y en un profundo silencio oía a alguien y decía cosas, pero en la realidad, nadie me llamaba. Estaba muy preocupado, ya que se repetía siempre. Entonces, se lo comenté a los dirigentes del grupo, quienes se rieron y me dijeron: "Para nada. No te lo hemos dicho, pero es evidente que ejerces tales poderes sin la ayuda de los espíritus. Son ángeles sanadores"".

Pero continuó esclavizado por estos "ángeles sanadores" al extremo que en un viaje a París cuando acudió a una Eucaristía al mediodía, en el momento de la consagración, "cuando el sacerdote dice "por Él, con Él y en Él", escuché a estos seres blasfemar vergonzosamente de Cristo. Quedé petrificado. En ese instante comprendí que había sido engañado, abusado. Al final de la celebración, busqué al sacerdote y le conté mi historia. Y me respondió: "eso no me asombra. Soy el exorcista de la diócesis". Luego de este primer encuentro de liberación -y este detalle es muy importante-… iba todos los días a misa y no pasaba nada, los espíritus o entidades se ocultaban. Sabían que era mejor quedarse quietos. Pero la autoridad que tenía el sacerdote los obligó a rebelarse, para hacer la gran limpieza. Pude ser finalmente liberado con oraciones intensas", confidencia.

La llamada al sacerdocio maduraba en el corazón de Joseph-Marie desde que había regresado de la India. "Esta vez –señala- decidí aferrarme a la Iglesia, tomándome el tiempo necesario para comprender mi historia a la luz del Evangelio". Es así que luego de diez años de formación fue ordenado sacerdote en 1983 integrándose a la Comunidad Monástica de San José, donde es Prior de un monasterio, en Francia, hasta la fecha.

ENCUENTRAN OVEJAS Y GALLINAS DESPEDAZADAS EN UN RITUAL EN BALEARES


 Una oveja grande, otras tres pequeñas y cuatro o cinco gallinas. Despedazadas y colgadas de los árboles. Este panorama se encontró una vecina de Santa Eugenia (Baleares, España) el pasado 12 de diciembre en un bosque cerca de su casa, al parecer restos de un ritual. La mujer explica que nunca había visto nada semejante. “Era algo dantesco, cuando lo vi me quedé en shock”.
Recogemos la noticia que publica el Diario de Mallorca, firmada por Xavier Peris, pero corrigiendo la alusión explícita a un “ritual satánico”, ya que no hay indicios que indiquen tal calificación. Seguramente nos encontremos ante los restos de un rito de carácter afroamericano que implique sacrificios animales (recomendamos leer el libro Cultos afroamericanos y cristianismo, de José Luis Vázquez Borau). Otros medios también han divulgado que se trata de satanismo, mientras que Última Hora apunta con más acierto a santería.
Cati, que vive en una casa en la zona de ses Coves, cerca de Santa Eugenia, explica que los hechos ocurrieron entre las diez y media y las once y media de la noche del pasado día 11. Aunque ni ella ni sus vecinos vieron nada extraño, sabe que fue entonces porque sus perros ladraron mucho, algo fuera de lo común.
Al día siguiente encontró los restos del supuesto ritual en un bosque a unos quinientos metros de mi casa. “Al principio me pensaba que alguien había dejado basura, así que me acerque para quitarlo. Entonces me encontré con los animales, algunos decapitados, otros descuartizados y destripados, colgados de los árboles.

La vecina de Santa Eugenia explica que nunca había visto nada parecido. “No es como cuando ves un animal que han atropellado, era algo muy horrible”. Los vecinos del llogaret avisaron a la Policía Local, que tomó fotos para hacer un informe. Al día siguiente, cuando se disponía a retirar los restos con su marido, encontró que ya lo habían limpiado. “Debieron ir personal del Ayuntamiento”, comenta.
El 24 de diciembre por la mañana han acudido al lugar agentes de la Guardia Civil, que han tomado declaración a los testigos e investigan lo ocurrido. Pese a que ella no tenía conocimiento de que hubiera ocurrido algo similar, en el pueblo le han comentado que hace unos años ya aparecieron restos aparecidos en otra finca.
El diario Última Hora ofrece con más detalle las declaraciones de la vecina: “Eran las 22.30 o las 23.30 horas, no me acuerdo muy bien. Había luna llena y los perros comenzaron a ladrar de forma muy insistente, pero la verdad es que no les hice mucho caso. En este camino no hay casi vecinos porque estamos muy apartados de la carretera. A la mañana siguiente, nada más levantarme, descubrí una gran cantidad de basura. Estaba todo muy sucio. Cuando llegué a la zona trasera de la finca me encontré con los restos de un ritual satánico. No pude aguantar la mirada y comencé a correr para pedir socorro”, comenta Cati.
A la llegada de las primeras unidades policiales, los agentes se encontraron con cuatro o cinco gallinas muertas y decapitadas. En las ramas de los árboles una gran oveja abierta por la mitad en canal y las tripas esparcidas por las ramas y el suelo. Unos corderos degollados, sangre por todos lados y una caja de cartón con agujeros en forma de altar en el centro. Los policías confirman que allí se practicó un sacrificio de animales.
Secretaría RIES

HOY ES LA FIESTA DE SAN JUAN EVANGELISTA, EL DISCÍPULO AMADO DE JESÚS


"Hijitos míos, amaos entre vosotros”, solía decir San Juan Evangelista, el más joven de los Apóstoles y a quien se distingue como el “discípulo amado de Jesús”. Fue quien acogió a la Virgen María en su casa y es patrón de teólogos y escritores. Su fiesta se celebra cada 27 de diciembre.
San Juan era judío de Galilea, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, con quien era pescador. Fue el elegido para acompañar a Pedro a preparar la última cena, donde reclinó su cabeza sobre el pecho de Jesús. Estuvo al pie de la cruz con la Virgen María, a quien llevó físicamente a su casa como Madre para honrarla, servirla y cuidarla en persona.
Asimismo, cuando llegó la noticia del sepulcro vacío de Jesús, fue San Juan quien corrió junto a San Pedro para constatarlo. Es ahí donde los dos “vieron y creyeron”. Más adelante, cuando Jesús se les apareció a orillas del lago de Galilea, Pedro preguntó sobre el futuro de Juan y el Señor contestó: “Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿qué te importa? Tú, sígueme”.
Por esta respuesta se corrió el rumor de que Juan no iba a morir, algo que el mismo Apóstol desmintió al indicar que el Señor nunca dijo: "No morirá". Escribió el Apocalipsis, el Evangelio de San Juan, donde se refiere a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús amaba”, y tres epístolas.
Según San Clemente de Alejandría, en una ciudad San Juan vio a un joven en la Congregación y, con el sentimiento de que mucho de bueno podría sacarse de él, lo llevó ante el Obispo, que el mismo Juan había consagrado, y le dijo: "En presencia de Cristo y ante esta congregación, recomiendo este joven a tus cuidados".
A recomendación de San Juan, el joven se hospedó en la casa del Obispo, quien lo instruyó en la fe, lo bautizó y confirmó. Sin embargo, las atenciones del Obispo se enfriaron, el muchacho frecuentó malas compañías y se convirtió en asaltante de caminos.
Después de un tiempo, San Juan volvió y le pidió al Obispo el encargo que Jesucristo y él le habían encomendado a su cuidado ante la Iglesia. El Prelado se sorprendió pensando que se trataba de algún dinero, pero el Apóstol le explicó que se refería al joven.
El Obispo exclamó: "¡Pobre joven! Ha muerto". "¿De qué murió?”, preguntó San Juan. "Ha muerto para Dios, puesto que es un ladrón", le respondió. Al oír esto, el anciano Apóstol pidió un caballo y con la ayuda de un guía se dirigió a las montañas donde los asaltantes de camino tenían su guarida. Tan pronto como entró, lo tomaron prisionero.
En el escondite de los maleantes, el joven reconoció al Santo e intentó huir, pero el Apóstol le gritó: "¡Muchacho! ¿Por qué huyes de mí, tu padre, un viejo y sin armas? Siempre hay tiempo para el arrepentimiento. Yo responderé por ti ante mi Señor Jesucristo y estoy dispuesto a dar la vida por tu salvación. Es Cristo quien me envía".
El muchacho se quedó inmóvil, bajó la cabeza, se puso a llorar y se acercó al Santo para implorarle una segunda oportunidad. San Juan, por su parte, no abandonó la guarida de ladrones hasta que el pecador quedó reconciliado con la Iglesia.
Esta caridad, que buscaba inflamar en los demás, se reflejaba en su dicho: “Hijitos míos, amaos entre vosotros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre la frase y respondió San Juan: "Porque ése es el mandamiento del Señor y si lo cumplís ya habréis hecho bastante".
A diferencia de todos los demás Apóstoles que murieron en el martirio, San Juan partió pacíficamente a la Casa del Padre en Éfeso hacia el año cien de la era cristiana y a los 94 años, según San Epifanio.
Redacción ACI Prensa

CREO EN DIOS, PERO NO EN LOS CURAS


La Iglesia tiene su centro en la santidad en Jesucristo, no en sus sacerdotes.

Por: Alfonso Aguiló | Fuente: Fluvium.org
Muchos dicen que ellos sí creen en Dios, pero no en los curas, y que no tienen por qué hacer caso a lo que diga la Iglesia.

En lo de creer en Dios y no en los curas, estamos totalmente de acuerdo. Y precisamente porque la fe tiene por objeto a Dios, y no a los curas, hay que distinguir bien entre la santidad de la Iglesia y los errores de las personas que la componen.

La Iglesia no tiene su centro en la santidad de esas personas que hayan podido dar mal ejemplo (ni en las que lo han dado bueno), sino en Jesucristo. Por eso no tiene demasiado sentido que una persona deje de creer en la Iglesia porque su párroco es antipático, o poco ejemplar, o porque un personaje eclesiástico del siglo XVI hizo tal o cual barbaridad. A todos nos molesta la falta de coherencia de quien no da buen ejemplo. Y fue el mismo Dios quien dijo -puede leerse en el Nuevo Testamento- que a esos los vomitaría de su boca. Pero el hecho de que un cura -o muchos, o quien sea- actúe o haya actuado mal en determinado momento, no debería hacer perder la fe a nadie sensato. El hecho de que haya habido cristianos -laicos, sacerdotes u obispos- que se hayan equivocado, o hayan hecho las cosas mal, o incluso muy mal, aunque como católico y como persona me resulte doloroso, no debe hacerme perder la fe, ni pensar que esa fe ya no es la verdadera. Entre otras cosas, porque si tuviera que perder la fe en algo cada vez que viera que actúa mal alguien que cree en ese mismo algo, lo más probable es que ya no tuviera fe en nada.

Y cuando se recurre a esas actuaciones desafortunadas de eclesiásticos para justificar lo que no es más que una actitud de comodidad, o para ignorar la realidad de unas claudicaciones morales personales que no se está dispuesto a corregir, eso ya me parece más triste. Escudarse en los curas para resistirse a vivir conforme a una moral que a uno le cuesta aceptar, es -además de clerical- un poco lamentable.

Personalmente puedo decir, como tantísimas otras personas a las que he tratado, que a lo largo de mi vida he conocido a sacerdotes excepcionales. Sé que no todo el mundo ha sido tan afortunado. Mi consejo es que, si has tenido algún problema con alguno, que fuera de carácter difícil, o que quizá tuviera un mal día y no te tratara bien, o no llegara a comprenderte, o no te diera buen ejemplo, o lo que sea..., mi consejo es que no abandones a Dios por una mala experiencia con uno de sus representantes. Nadie es perfecto -tampoco nosotros-, y hemos de aprender a perdonar... y a no echar a Dios las culpas de la actuación libre de nadie.

APRENDE A DISCERNIR Y DEFENDERTE DEL DEMONIO


Muchas cosas que supones vienen del Cielo vienen del maligno.

Por: Nadya Pinelo | Fuente: forosdelavirgen.org
La duda sistemática de aquello que parece ser una gracia de Dios es buena consejera.

El caos en que parece estar sumido el mundo nos hace pensar que hay una fuerza eficiente operándolo, y en especial, cuando vemos que desde los púlpitos esto no se dice.  Pero conforme uno va a avanzando en la comprensión de la existencia demoníaca como factor de todo este caos, comienza a descubrir las sutilezas con que actúan los demonios, especialmente al hacernos pasar tentaciones como cosas que vienen de Dios.

Esto nos debe poner en guardia sobre el atribuir influjo celestial a muchas cosas que nos suceden en la vida. Parecería que incluso, cuanto más piadosas son las cosas que nos pasan o vemos, más riesgo hay de que provengan de las sutilezas demoníacas.

Los escritos de Santa Teresa de Ávila y San Juan de la Cruz, que son doctores de la Iglesia, hablan de haber tenido innumerables encuentros con demonios y son especialmente esclarecedores de este tema.

Ambos fueron bien conocidos, especialmente San Juan de la Cruz, por sus poderes al exorcizar demonios.  Santa Teresa ha dicho de él,

"Juan de la Cruz tiene un don especial para echar demonios. En Ávila exorcizó a muchos de una persona, y él los mandaba en el nombre de Dios que le dijesen sus nombres, y ellos obedecían de inmediato".

APARICIONES DE DEMONIOS
Santa Teresa describe en su vida cómo el diablo se le apareció, a veces teniendo:
"Una forma abominable; su boca era horrible.  Parecía que de su cuerpo salía de una gran llama, que no proyectaba ninguna sombra."

En otra ocasión, vio a un pequeño diablo horrible, gruñendo como desesperado por haber perdido lo que él estaba tratando de ganar. También vio con los ojos del alma dos demonios de aspecto horrible que parecían tener sus cuernos alrededor de la garganta de un sacerdote mientras celebraba misa.  En su vida, Santa Teresa describe cómo en 1550 tuvo una visión que llevó su espíritu a un lugar en el infierno.

Santa Teresa descubre que el agua bendita, mejor que cualquier otra cosa, tenía el poder de expulsar a estas apariciones externas y visibles, y señaló que los teólogos estaban de acuerdo con su experiencia.

Por ejemplo, el P. Joseph Tonquédec s.j. -exorcista oficial de París de 1924 a 1962- decía que el agua bendita es bendecida expresamente para mantener lejos de los lugares y de las personas sobre las que se rocía "todo el poder del enemigo y al enemigo mismo con sus ángeles apóstatas".

IMPORTANCIA DE LAS TENTACIONES DEMONÍACAS
La destreza y artimañas que el diablo usa para evitar que las almas caminen por el camino de la perfección son terribles.

Para San Juan de la Cruz, el diablo es el enemigo más poderoso y astuto, sus artimañas son más desconcertantes que las del mundo y la carne.  Él es "el más difícil de entender", provoca la ruina de una gran multitud de religiosos que se propusieron ir por la vida de perfección, y ningún poder humano puede ser comparado con él.

El diablo engaña, corrompe, y seduce. Las tentaciones diabólicas son la experiencia ordinaria de la humanidad.

Para el P. Tonquedec, él es el tentador, el seductor, el inspirador de malas acciones. El homicidio, el odio, la mentira, son sus "obras". Él es el "padre" de los asesinos y en general de todos los pecados.

Pero el diablo no es la única causa de nuestros pecados, como Santo Tomás de Aquino observa en la Summa y, Santa Teresa en su libro Las Fundaciones.

Para Santa Teresa, nuestras propias inclinaciones perversas y mal humor, especialmente si sufrimos de melancolía - también nos causan mucho daño.

"Melancolía" fue el término utilizado anteriormente para describir la neurosis.  Es justo decir, sin embargo, que el diablo es indirectamente la causa de todos los defectos que surjan de nuestra naturaleza en el sentido de que, como consecuencia del pecado original, el diablo introdujo el desorden y la concupiscencia de la naturaleza humana.

EL DIABLO Y LAS DEBILIDADES DE LA NATURALEZA HUMANA
Debemos darnos cuenta que los demonios son seres intelectuales puros, no seres racionales como nosotros. Ellos poseen un conocimiento superior de nuestras debilidades y disposiciones que utilizan para tentarnos.

Santa Teresa es consciente de que, "El diablo sabe muy bien cómo tomar ventaja de nuestra naturaleza y poca comprensión".

En un Cántico Espiritual, San Juan de la Cruz también sugiere que los demonios usan el mundo y la carne para aumentar el poder de su trabajo: "La tentación de los demonios es más fuerte que las del mundo y la carne, porque los demonios se refuerzan a sí mismos con estos otros dos enemigos, el mundo y la carne, con el fin de librar una fuerte guerra".

El diablo sabe cómo explotar nuestros instintos y pasiones, la debilidad de nuestra carne y nuestro orgullo.  

Victor White en "Dios y el Inconsciente", comenta que la desgracia, la enfermedad o la ansiedad mental no son pecados, pero nos pueden inducir a la rebelión y la desesperación. Y Satanás puede tomar ventaja de todo ello para tentarnos a pecar.

Para Santo Tomás de Aquino, el diablo sólo puede actuar sobre la mente humana por causas naturales, físicas y psicológicas; por el contrario, todas las causas naturales, físicas y psicológicas pueden ser instrumentos de propósitos diabólicos.  Este punto de vista difumina la distinción entre el trastorno mental que proviene de causas internas y trastorno mental que viene de acción diabólica, planteando un problema difícil de discernir.

FORMAS DE TENTACIÓN DEMONÍACA
La tentación demoníaca generalmente afecta a los poderes psicosomáticos; concretamente, la imaginación, la memoria, y el apetito sensitivo, que son importantes para el uso y el control de nuestras emociones.

Tentando a estos poderes, los demonios perturban el apetito sensorial e indirectamente afectan el intelecto y la voluntad.

Las experiencias de Santa Teresa y San Juan de la Cruz verifican esta doctrina que es comúnmente aceptada en la teología espiritual.

San Juan dice que el mayor engaño demoníaco es a través de la memoria, y que puede durar mucho tiempo, especialmente en las almas que están absortas en la noche oscura de los sentidos en el umbral de la noche del espíritu.

Además de las tentaciones ordinarias de la imaginación y la memoria, las almas en avanzado estado de perfección son el objeto de otro tipo de tentación.

El diablo sabe que una tentación que cause la caída de un alma avanzada no puede normalmente ser una tentación abierta, que es rechazada fácilmente, sino un engaño bajo la apariencia del bien.
Así Santa Teresa escribe"Pero el diablo viene con sus artimañas ingeniosas, y, bajo el color de hacer el bien, se pone a socavar en formas triviales, y trabajando en prácticas que, por lo que se da a entender, no están mal; poco a poco oscurece su comprensión y debilita su voluntad, y hace que su amor propio aumente de una manera u otra, comienza a retirarlo del amor a Dios y a persuadirlo a complacer sus propios deseos".

San Juan de la Cruz también escribe de estas experiencias, observa que el diablo hace el mayor daño y hace que el alma pierda abundantes riquezas al seducirla con un poco de carnada de las simples aguas del espíritu.

Santa Teresa tuvo experiencias similares, encontrando que este tipo de tentación por lo general ocurre con las almas contemplativas que se encuentran en la "quinta mansión", la mansión que se caracteriza por la oración contemplativa de unión con Dios.

EL DEMONIO FALSIFICA A DIOS
Para engañar a las almas contemplativas, el diablo también falsifica Dios. Las tentaciones evidentes se disfrazan de falsas apariciones de santos, o en palabras hermosas o aparentemente santas.

San Juan de la Cruz dice: "El diablo a menudo provee objetos a los sentidos, ofreciendo al sentido de la vista imágenes de santos y las más hermosas luces. Y para el sentido del olfato, olores fragantes; y pone dulzor en la boca, y deleite en el sentido del tacto. Él hace todo esto por lo que, al atraer a las personas a través de estos objetos sensoriales puede inducirlos a muchos males."

Santa Teresa experimentó tales tentaciones en varias ocasiones cuando el diablo trató de presentarse ante ella como el Señor, haciendo una falsa semejanza de Él. Se dio cuenta de que el alma se torna problemática, abatida, inquieta, y es incapaz de orar.

Lo mismo puede decirse en relación con locuciones interiores, también difíciles de juzgar para el alma.  En estos casos, San Juan de la Cruz informa que el discernimiento exacto depende de la santidad del DIRECTOR ESPIRITUAL: "Una persona, en consecuencia, tendrá que ser muy espiritual para reconocer esto".

DIFERENTES TIPOS DE TENTACIONES
En el Cántico Espiritual, San Juan de la Cruz explica tres tipos diferentes de tentaciones diabólicas que afectan a las almas espirituales avanzadas:
  1. Las que vehementemente incitan la imaginación;
  2. Cuando la primera forma demuestra, tormentos corporales fútiles y ruidos que distraen al alma; y
  3. El tormento a veces temible del diablo que lucha contra el alma con errores y horrores espirituales.
El santo español da pocos detalles de la segunda categoría de tentaciones, aunque como se lee en las biografías de su vida, se vio afectado por ellas.

En el caso de los horrores espirituales, "el diablo puede hacer esto fácilmente, ya que el alma, en ese momento entra en gran desnudez de espíritu por el bien de este ejercicio espiritual, el diablo se puede mostrar fácilmente ante ella, porque él también es espíritu",

Su presencia misteriosa plantea problemas psicológicos y espirituales intrigantes.

La doctrina teológica acepta que ordinariamente la influencia diabólica es a través de los sentidos, especialmente, los sentidos internos de la memoria y la imaginación. Pero tanto San Juan de la Cruz como Santa Teresa sugieren que algunas tentaciones y horrores pueden trascender los sentidos y afectar los poderes espirituales del alma. Esto parece ocurrir sólo en contemplativos avanzados que ya han alcanzado el desposorio espiritual con Dios en la sexta mansión y están cerca del umbral de la séptima, el matrimonio espiritual.

Consideremos la consideración de San Juan de la Cruz del horror que el demonio causa a través de los sentidos: "Cuando la comunicación espiritual no es concedida exclusivamente en el espíritu, sino en los sentidos también, el diablo perturba más fácilmente y agita el espíritu con estos horrores por medio de los sentidos.  El tormento y el dolor que provoca entonces es inmenso, y a veces es inefable.  Porque desde que se procede manifiestamente de espíritu a espíritu, el horror que causa el espíritu maligno  dentro del espíritu bueno, si es que alcanza a la parte espiritual, es insoportable".

Luego, en La Noche Oscura, San Juan de la Cruz sugiere la posibilidad de un contacto puramente espiritual: "Esta horrenda comunicación procede de espíritu a espíritu manifiestamente y, de alguna forma, incorpóreamente, de una manera que trasciende todo dolor sensorial".

Cerca del matrimonio espiritual, la lucha por la salvación y la lucha del bien y el mal se promulgan dramáticamente. Los ángeles ayudan al alma y los demonios intentan su última oportunidad.   

Cuando la comunicación espiritual viene de los ángeles, el diablo puede detectar algunos de estos favores concedidos al alma.

"Ordinariamente, Dios permite al adversario reconocer favores concedidos a través de los ángeles buenos para que él pueda hacer lo posible, de acuerdo con la medida de justicia, para impedirlos".

Entonces el diablo no puede quejarse de que no se le da la oportunidad de conquistar al alma. De acuerdo con San Juan, él podría hacerlo, si aún Dios no permitiese una cierta paridad entre los dos en la lucha por el alma.

Los ángeles producen comunicaciones espirituales; los demonios, horrores espirituales. Pero al final, la victoria pertenece a los ángeles buenos.

Estos horrores que purifican el alma son seguidos por un favor espiritual, de acuerdo con la purgación oscura y horrible que sufrió.

El alma "disfrutará de una comunicación espiritual maravillosa y encantadora, a veces inefablemente sublime.  El horror precedente del espíritu maligno, refina el alma para que pueda recibir este bien".

Santa Teresa experimentó encuentros similares y observó que los demonios no producen nada más que aridez e inquietud.

"Esta inquietud es tal que yo no sé de dónde viene: sólo el alma parece resistirse, está preocupada y angustiada, sin saber por qué; pues las palabras de Satanás son buenas y no malas".

Estos encuentros espirituales ocurren sólo en personas tan avanzadas en la perfección y así purificadas por sufrimientos y pruebas que adquieren un poco del conocimiento que corresponde a los seres espirituales, que penetra todos los seres, como dice San Pablo y, San Juan de la Cruz explica: "El alma con universalidad y gran facilidad percibe y penetra todo lo terrenal o celestial que se le ha presentado. De ahí que el Apóstol dice que el hombre espiritual penetra todas las cosas, aún lo profundo de Dios (1 Cor 2:10)"

Esta es la característica del espíritu purgado y aniquilado de todo conocimiento particular y afecto, que es el espíritu de contemplación en sus estados superiores.

HUMILDAD Y DEMONIOS
Para San Juan de la Cruz, un alma que espera superar la "fuerza" del diablo será incapaz de hacerlo sin la oración.

Sin embargo, para entender sus "engaños", el alma necesita humildad -pues el diablo es el enemigo jurado de la humildad-.  El místico español señala que la carnada del diablo es el orgullo -sobre todo el orgullo que surge de la presunción espiritual-.

Las almas santas deben ser cautelosas acerca de cualquier tipo de revelaciones, porque el diablo por lo general se mete en ellas y "une tantos hechos aparentes y apropiados, y los implanta muy firmemente en la imaginación, que parece que sin duda ocurrirá cada evento".

Santa Teresa dice que los demonios incluso, utilizan la imagen de Cristo o de sus santos para fomentar la falsa devoción.  Pero las visiones del diablo no hacen daño si hay humildad"Por mi parte, creo que Su Majestad no le permitirá, ni le dará el poder, para engañar a nadie con tales apariciones a menos que la persona misma sea el culpable. Me refiero a que para las almas humildes es posible que no haya engaño".

FE Y DEMONIOS
El fundamento de la religión cristiana es la fe. Los errores y las mentiras serán repartidas por los demonios para tratar de debilitar este fundamento.

Para Santa Teresa, el diablo - es en conjunto, un mentiroso - puede reproducir muchos trucos, pero "Dios no le permitirá engañar a un alma que no tiene ninguna confianza en sí misma, y se fortalece en la fe".
San Juan de la Cruz es aún más enfático y aconseja que, para el diablo, la luz de la fe es peor que la oscuridad.

Cuando el alma se viste de fe, el diablo es ignorante de cómo impedirlo, no es exitoso en sus esfuerzos, porque la fe da al alma, una fuerte protección contra el diablo, que es el enemigo más poderoso y astuto.  Como resultado, San Pedro no encontró una mayor salvaguardia que la fe al liberarse de diablo, cuando aconsejó "Cui resistite fortes en fidei (Resistidle firmes en la fe)" (1 P 5, 9).

Para fomentar la oscuridad de la fe pura, el director espiritual debe tener cuidado de no fomentar visiones, locuciones, profecías, u otros tipos de fenómenos extraordinarios.  Aunque estos fenómenos son a veces de Dios, es más a menudo que sean del diablo.  

Para San Juan de la Cruz este peligro era real. Entendió que el diablo puede presentar a la memoria muchas ideas falsas con el pretexto de la verdad, por lo que estas ideas parecen tan seguras, que el alma piensa que no pueden ser falsas, pero lo que se siente va de acuerdo con la verdad.

EL DEMONIO Y EL ESTADO DE UNIÓN PERFECTA CON DIOS
Después que las almas espiritualmente purificadas alcanzan el estado de la perfecta unión con Dios a través del amor de la "séptima mansión", las tentaciones diabólicas han terminado, y los demonios tienen miedo de ellos.  

"Tampoco aparece Aminadab," dice San Juan en el final del Cántico Espiritual.  Aminadab simboliza al diablo, y en este estado del alma es tan favorecida, tan fuerte y victoriosa que el diablo sabe que ha perdido la batalla.  En esta etapa, el diablo huye en inmenso miedo y no se atreve a reaparecer.

Santa Teresa, también victoriosa, percibió que el diablo estaba aterrorizado de ella, pero ella de él, no: "[los Diablos] parecen tener miedo de mí que he adquirido autoridad sobre ellos, depositada en mí por el Señor de todos, por lo que ellos ya no son más problema para mí; ahora vuelan".

En este estado, las almas son transformadas por Dios. Son divinas por participación y poseen cualidades como las de Cristo. En ellas, el Redentor ha derrotado a Satanás y su reino de las tinieblas. Santa Teresa y San Juan de la Cruz lucharon con los demonios, pero al final la victoria de ellos - y de Dios - fue completa.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE DEMONIOS Y LOS MÍSTICO
Cualquier doctrina válida relativa a demonios presupone la fe, que nos presenta el objeto de nuestra fe - en este caso, los demonios. Del mismo modo que no vemos a Dios, no vemos a los demonios. Cualquier especulación sobre los demonios debe fundarse en la Sagrada Escritura, en la teología espiritual, y las experiencias de los santos.

1 - SANTA TERESA Y SAN JUAN DE LA CRUZ CREEN, POR LA FE EN LA EXISTENCIA DE DEMONIOS. NO PODÍAN DUDAR DE SU EXISTENCIA.
Además, experimentaron visiones, locuciones, apariciones, horrores, daño físico, tentaciones, y otras manifestaciones demoníacas.  Algunos santos son sometidos a estas intervenciones demoníacas inusuales, como fue el caso de Ignacio de Loyola, y en los tiempos modernos, el Cura de Ars.

2 - LOS DEMONIOS SON NUESTROS ADVERSARIOS, TRATANDO TODO LO POSIBLE DE IMPEDIR EL VIAJE DE LAS ALMAS HACIA DIOS.
Pero las acciones demoníacas asumen una intensidad especial, y son más sutiles y más fuertes, cuando se dirigen contra las almas contemplativas avanzadas. Estas almas atraen a los demonios que desean detener o al menos frenar su progreso hacia Dios. El alma de un santo es el campo de batalla entre el bien y el mal, entre Dios y los demonios.  Después que el alma de un santo llega a la séptima mansión, la actividad diabólica llega a su fin, y los demonios tienen miedo de ellos.

3 - SANTA TERESA Y SAN JUAN DE LA CRUZ ESTABAN DOTADOS DE UN DISCERNIMIENTO INUSUAL, Y SABÍAN QUE LAS MANIFESTACIONES DEMONÍACAS APARENTES, ERAN MÁS A MENUDO EL RESULTADO DE UNA ENFERMEDAD MENTAL O "MELANCOLÍA".
También sabían que los demonios usan la debilidad humana y los estados mentales negativos como instrumentos de sus tentaciones.  Por lo tanto, no es fácil discernir cuando una tentación demoníaca aparente es meramente psicológica, y cuándo es a la vez psicológica y demoníaca.

Debido a que los místicos españoles eran conscientes de la dificultad, a menudo involucrada en la detección de lo demoníaco, recomendaban la oración para superar la "fuerza" del diablo, así como la humildad y el recurso a la luz de Dios para discernir los "engaños" del diablo.  

4 - ALGUNOS CONFESORES ESTABAN SEGUROS DE QUE SANTA TERESA ESTABA POSEÍDA Y DEBÍA SER EXORCIZADA.
Eran, como Santa Teresa los llamó, "hombres de medio-aprendizaje", que le hicieron mucho daño. Los teólogos, como Pedro Ibáñez, Domingo Báñez, Álvarez de Toledo, y santos, como Pedro de Alcántara y Francisco de Borja, nunca la engañaron.

Pedro Ibáñez, un famoso teólogo, que mandó a Santa Teresa a escribir su vida, aplicó las reglas de discernimiento de espíritus a Santa Teresa, y ella pasó la prueba en cada uno de sus once reglas estrictas. Allison Peers tuvo el buen juicio de incluir estas reglas y, cómo Ibáñez, las aplicó a Santa Teresa en el tercer tomo de sus Obras Completas de Santa Teresa de Jesús (312-333).

Naturalmente, cualquier psicólogo o teólogo que a priori descarta la existencia de los demonios no está calificado para iluminarnos en este problema, no importa qué tan sobresaliente, erudito él o ella pueda ser.  Por otro lado, debemos rechazar la obra y escritos de cualquier teólogo moderno que ignore los beneficios de la psicología o encuentre demonios en toda neurosis.

FUENTES:
http://bibliotecasolidaria.blogspot.com/2009/06/obras-completas-de-san-juan-de-la-cruz.html
http://bibliotecasolidaria.blogspot.com/2009/06/obras-completas-de-santa-teresa-de.html
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/teresa_dejesus.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/San_Juan_de_la_Cruz
http://es.wikipedia.org/wiki/Vida_de_San_Juan_de_la_Cruz
http://es.wikipedia.org/wiki/Santa_Teresa_de_Jes%C3%BAs
http://opcentral.org/resources/2015/01/30/spirituality-today-fall-1991-vol-43-no-3-pp-258-270/