Es una deformación de la fe cristiana que exalta y vuelve a exaltar la misericordia divina, pero desconectándolos de otros atributos de Dios, de los cuales nos hablan las Sagradas Escrituras y los doctores de la Iglesia.
Se exalta la misericordia pero se le quita importancia a la santidad, a la justicia, a la verdad que hay en Dios, es decir, una misericordia cercenada, recortada de lo que sabemos de Dios y luego hipertrofiada como si fuera una "obligación de Dios salvarnos".
El Reino de Dios no lo heredaremos todos, no es automático.
A veces creemos que la bondad de Dios consiste en que no importa lo que tú hagas, lo que tú creas, no importa en quien confíes, al final todos terminaremos en un gran banquete en la eternidad.
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