Después de mejorar la salud de un hombre de 93 años en un hospital de Italia, se le pidió que pagara el costo del respirador por un día y entonces el anciano se echó a llorar. El médico le aconsejó que no llorara por la factura. Lo que dijo hizo llorar a todos los doctores.
El
anciano dijo: "No lloro por el dinero que
tengo que pagar, porque puedo pagar todo esto. Lloro porque he estado
respirando el aire de Dios durante 93 años, pero nunca pagué por ello. Se
necesita 500 euros para usar el respirador en el hospital durante un día. ¿Sabe
Ud. cuánto le debo a Dios? Nunca he agradecido a Dios por esto antes".
Las palabras de este hombre merecen nuestra reflexión.
Cuando respiramos libremente sin dolor ni enfermedad, nadie toma el aire en serio. Sólo cuando llegamos a un hospital, podemos saber que incluso respirar oxígeno con respirador artificial cuesta dinero.
Da Gracias a Dios por el tiempo que has pasado toda tu vida porque puedes respirar libremente.
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