Un grupo de activistas desfiguró con aerosol y derribó una estatua de San Junípero Serra en California (Estados Unidos), cuando se celebraba el “Día de los Pueblos Indígenas” de forma local el día lunes.
El disturbio que llevó a la destrucción de la
estatua ocurrió el 12 de octubre en la Misión San Rafael Arcángel en San
Rafael, al norte de la Bahía de San Francisco.
San Junípero Serra, un sacerdote y misionero franciscano del siglo
XVIII, es visto por algunos activistas como un símbolo del colonialismo y de
los abusos que sufrieron muchos nativos americanos después del contacto con los
europeos. Sin embargo, los historiadores dicen que el misionero protestó por
los abusos y buscó luchar contra la opresión colonial.
El Arzobispo de San Francisco (California), Mons. Salvatore Cordileone,
condenó el martes la “regla de la mafia” que
llevó a que la estatua del santo fuera “desfigurada
y derribada vandálicamente por una turba pequeña y violenta”.
“Este tipo de comportamiento no tiene cabida en
ninguna sociedad civilizada. Si bien la policía ha arrestado afortunadamente a
cinco de los perpetradores, lo que suceda a continuación es crucial, ya que si
se tratan como pequeños delitos contra la propiedad, se pierde el punto: los
símbolos de nuestra fe ahora están siendo atacados no solo en la propiedad
pública, sino también en nuestra propiedad e incluso dentro de nuestras
iglesias”, dijo Mons. Cordileone el 13 de
octubre.
Aunque el propio San Junípero no fundó la Misión San Rafael –donde
ocurrió el incidente–, el lugar debe su existencia al legado del santo, ya que
fundó las primeras nueve misiones en lo que se convertiría en California.
La protesta de una hora, organizada por miembros de la tribu Coast
Miwok, marcó el Día de los Pueblos Indígenas, el feriado que algunas ciudades y
estados, incluida California, han designado para reemplazar el Día de la Raza.
Un trabajador de mantenimiento de la iglesia había cubierto la estatua
con cinta adhesiva antes de la protesta para protegerla de los grafitis y tapó
las ventanas de la misión. Numerosas estatuas del santo han sido vandalizadas o
destruidas este año, la mayoría de ellas en California.
Los activistas enmascarados quitaron la cinta adhesiva y rociaron
pintura roja en la cara de la estatua.
“Este es un recordatorio continuo del impacto de la
colonización y el genocidio de nuestra gente”, dijo a
Fox2, Dean Hoaglin, presidente del Consejo Tribal Coast Miwok de Marin.
Los manifestantes intentaron evitar que las cámaras de noticias locales
filmaran el derrumbe, pero Fox2 capturó la caída de la estatua en video. Se
puede ver al menos a cinco personas tirando de la cabeza de la estatua con
cuerdas y sogas de nylon.
La cinta parece mostrar la estatua cayendo sobre uno de los
manifestantes, aunque no se han reportado heridos.
La policía arrestó a cinco mujeres en relación con el incidente y las
acusó del delito grave de vandalismo, informó Fox2.
“No podemos permitir que un pequeño grupo de
infractores de la ley no elegidos decida qué símbolos sagrados, nosotros los
católicos u otros creyentes, podemos mostrar y usar para fomentar nuestra fe.
Esto debe terminar”, dijo Mons. Cordileone.
“Atacar los símbolos de la fe de millones de
católicos, que son tan diversos en etnias como cualquier otra fe en Estados
Unidos, es contraproducente. También es simplemente incorrecto”, agregó.
Mike Brown, portavoz de la Arquidiócesis de San Francisco, dijo a los
medios de comunicación locales que los manifestantes no le pidieron a la misión
que retira la estatua antes de la protesta del lunes.
Mons. Cordileone señaló que la protesta contra la estatua comenzó
pacíficamente, pero pronto se convirtió en violencia. Animó a la gente a
aprender más sobre San Junípero Serra.
“No hay duda de que los pueblos indígenas de
nuestro continente sufrieron con los europeos que vinieron aquí y sus
descendientes, especialmente después de que terminó la era de las misiones y
California entró en los Estados Unidos. Pero el P. Serra es el símbolo
equivocado de aquellos que desean abordar o reparar este agravio”, sostuvo Mons. Cordileone.
“El P. Serra y sus compañeros franciscanos –continuó– renunciaron a todos los
propósitos mundanos para dar su vida al servicio de los pueblos originarios y
así los protegieron de los abusos de sus compatriotas españoles”.
Los expertos han cuestionado las afirmaciones de que San Junípero estuvo
involucrado de alguna manera en el genocidio y, en contraste, hay evidencia de
que el santo abogó por los derechos de los pueblos indígenas frente al maltrato
por parte de los militares españoles.
Un arqueólogo de California, que ha estudiado las misiones durante más
de 25 años, le dijo a principios de este año a CNA –agencia en inglés del Grupo
ACI– que de los propios escritos de San Junípero se desprende claramente que
estaba motivado por un celo misionero por llevar la salvación a los nativos a
través de la fe católica, en lugar de por motivaciones genocidas, racistas u oportunistas.
“Serra escribe emocionado sobre cómo finalmente
encontró la vocación de su vida, y que daría su vida a estas personas y su
salvación”, dijo el Dr. Rubén Mendoza,
arqueólogo y profesor de la Universidad Estatal de California en la Bahía de
Monterey.
Nacido en la isla de Petra Mallorca (España) en 1713, Serra se unió a
los franciscanos y rápidamente se ganó un nombre como académico y profesor.
Decidió abandonar su carrera académica para convertirse en misionero en el
Virreinato de Nueva España, en el que los colonizadores españoles ya habían
estado activos durante más de dos siglos.
Viajando a pie por casi todas partes y practicando diversas formas de
auto mortificación, el fraile fundó iglesias misioneras a lo largo de la costa,
las primeras nueve de las 21 misiones en lo que hoy es California.
Muchas de las misiones formarían los núcleos de las actuales ciudades de
San Diego, San Francisco y Los Ángeles.
Los europeos enseñaron a los nativos nuevas técnicas agrícolas, así como
instrucción en la fe, realizando miles de bautismos.
San Junípero Serra abogó específicamente por los derechos de los pueblos
indígenas. En un momento redactó una “declaración
de derechos” de 33 puntos para los nativos americanos que vivían en los
asentamientos de la misión, y caminaron desde California hasta la ciudad de
México para presentársela al virrey.
El Papa Francisco canonizó a Serra en 2015 durante
una visita a Estados Unidos.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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