Que el maquillaje no apague tu risa, que el equipaje no lastre tus alas, que el calendario no venga con prisas, que el diccionario detenga las balas.
Que las
persianas corrijan la aurora, que gane el quiero la guerra del puedo, que los que
esperan no cuenten las horas, que los que matan se mueran de miedo.
Que el
fin del mundo te pille bailando, que el escenario te tiña las canas, que nunca
sepas ni cómo ni cuándo ni ciento volando, ni ayer ni mañana.
Que el
corazón no se pase de moda que los otoños te doren la piel, que cada noche sea
noche de bodas, que no se ponga la luna de miel.
Que todas
las noches sean noches de boda que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las
verdades no tengan complejos, que las mentiras parezcan mentiras, que no te den
la razón los espejos, que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se
ocupe de ti el desamparo que cada cena sea tu última cena, que ser valiente no
salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Que no te
compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas, que no te duerman
con cuentos de hadas, que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de
moda...
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