martes, 27 de septiembre de 2022

LOS MASONES

Los Masones ¿Se relacionan con los Templarios?,¿sociedad secreta, esotérica? ¿revolucionarios? ¿ateos manipuladores?

Por: Vicente Oltra | Fuente: Ecología Social

El trabajo de Cesar Vidal en su nuevo libro, es esencialmente un trabajo de historia, riguroso, pero diferente al que en su día hiciera Ricardo de la Cierva en su libro la Masonería Invisible, a mi parecer es complementario en el conocimiento. Por su extensión, necesariamente corta, no se profundiza con excesivo detalle en todos los puntos, pero si sigue un orden riguroso derivado del índice que se ha propuesto el autor. Los tres últimos capítulos son referidos a nuestra España y resultan muy interesantes para todos nosotros.

ENTRANDO YA EN MATERIA NOS PREGUNTAMOS:

Los Masones ¿Se relacionan con los Templarios?, pues parece que sí, y también que se dio el nombre de templarias a varias órdenes masónicas, como la Orden de Caballeros Templarios incardinada dentro de la Gran Logia de Inglaterra u otras órdenes templariomasónicas en Escocia, Irlanda y EE.UU.. No nos puede extrañar el enfrentamiento ancestral con la Santa Sede, en la medida en que la masonería –como algunos templarios también- se presentaban y se presentan siempre como enemigos declarados de la Iglesia.

Ateos militantes, son en su discurso filosófico: definitivo materialista, pues defienden un mundo materialista y egocéntrico, nihilista, como narciso mirándose en el espejo y ahogándose en su propia visión y en el que Dios no cabe, sino como el denominado Gran Arquitecto, cosa que no pasa de de ser eso, “una cosa” más, que ayuda a entender que ellos son sus propios dioses, y que no tienen más obediencia, que la diabólica. La relación de algunos caballeros templarios con maestros albañiles escoceses del siglo XIV resulta innegable. Que además formaran parte de la cadena de transmisión de los secretos masónicos o que dieran lugar a obediencias masónicas, resulta ya un terreno menos firme y poco confirmado.

En las Constituciones de Anderson se afirma tajantemente, que en el pasado, los masones tenían el deber de adaptarse a la mayoría y que desde 1723, al menos se esperaba que consideraran su vínculo con los otros hermanos de la logia, por encima de cualquier otra consideración, incluso familiar o religiosa. “Un masón, dicen las constituciones, es un sujeto pacífico sujeto a los poderes civiles” y” nunca se va a implicar en conjuras o conspiraciones contra la paz y el bienestar de la nación”.

Sin embargo al mismo tiempo se indica que en caso de que un masón cometa un crimen, los otros miembros de la masonería “no pueden expulsarle de la logia, y su relación con ella permanecerá inalterable”.

Todas estas circunstancias, convierten en inverosímil la raíz de la tesis –tantas veces comentada de forma aparentemente inocente-, de que la masonería es como un club filantrópico cuya pertenencia no interfiere en nada el pensamiento de sus miembros. La masonería busca una “religión universal” la New Age (Nueva Era), un gobierno único, un nuevo orden mundial, etc., debe evitarse la discusión en la logia, de asuntos referidos a la religión, la política estatal, la nación, la lengua y cuantos asuntos espinosos -al ser discutidos-, vayan en contra del “bien de la logia”.

Sociedad secreta, esotérica, por encima de cualquier otro vínculo humano, incluidos los familiares y nacionales, así quedaba definida la masonería en las Constituciones de Anderson y así será a partir de aquella fecha 1.723, en los siglos venideros.

La masonería tuvo más éxito en la medida en que se entroncó con los personajes de su época, nobleza, reyes, magistrados, etc., trató de integrar a las elites de cada lugar, sin embargo esos deseos no pasaban de ser, solo eso, buenos deseos, pues a decir verdad en el curso del Siglo XVIII la masonería tuvo una capacidad especial para acoger bajo sus alas, a toda una caterva de estafadores, libertinos y vividores, a los que no solo no expulsó de su seno, sino que no pocas veces, incluso ayudó a huir de la justicia. Tampoco fue excepcional, que se convirtieran hechos delictivos, o estafas perpetradas por estos hermanos de la logia, en normales e incorporadas al ideario de la misma masonería como sí, en lugar de haber surgido de una mente calenturienta entregada al fraude, poseyeran el marchamo de una autenticidad honorable.

El autor estudia detenidamente a los masones y nos habla de, Casanova que no solo fue el Don Juan italiano sino también un masón acreditado, a quien su hermano masón el rey Federico de Prusia apoyó en no pocas ocasiones, su iniciación dejaba sentado que para ser iniciado no se pedía para nada “ser un varón de buenas costumbres” y también de Cagliostro fundador de logias, creador de obediencias, como dos tipos diferentes de típicos delincuentes y estafadores. Delincuentes comunes, que se contemplaban, y contemplan hoy, no sin cierto aire de complicidad y con aire divertido.

Los masones participaron, incitaron y ayudaron, en y a la Revolución Francesa de 1.789. Uno de los primeros episodios relacionados con la participación –incluso inspiración y dirección- de la masonería en movimientos subversivos es el de los Illuminati.

También participaron en la Revolución Americana pero con un peso menor al que tuvieron en la francesa de 1.789 y en la española de 1.931-36 en los que el peso de la masonería fue extraordinario, esta no se hubiera desarrollado a no ser por la decisiva participación de la masonería véase así los capítulos V y VI del libro por ser muy difícil de sintetizar por expresivo. La logia de las Nueve Hermanas, Siéyes con su libro ¿El Tercer Estado? Era dinamita subversiva total. Robespierre. Marat, Dantón, Mirabeau todos ellos masones y personajes tétricos ¿podemos llamarles asesinos sin temor a equivocarnos?, del Terror francés de la Revolución.

La Revolución francesa dejó de manifiesto el papel nada despreciable de la masonería como elemento de erosión de cualquier poder constituido, por ir a su asalto de todas las formas posibles, legales o ilegales.

Napoleón Bonaparte utilizó políticamente y controló desde el primer momento, a toda la masonería:

1. En su favor la que estaba dentro de los países invadidos y la de su país para que le ayudaran a controlar todo lo que fuera en su favor. y

2. También en su favor los países de ultramar, desde donde podía minar la confianza en si mismos de los gobernantes y ciudadanos de la metrópoli, en el caso de los españoles e Iberoamérica. Inicio los movimientos separatistas alentando a los hispanos a luchar por su emancipación de la metrópoli. Los masones siempre han ido contra España de forma habitual y en su propio favor e interés. También contra otros países pero eso nos interesa menos.

No podemos decir que Bonaparte fuera un defensor de la libertad, pero sí era consciente de la utilidad de la masonería. Le permitía –como señaló en su memorial de Santa Elena-, contar con un ejército que luchaba “contra el Papa”, sujetaba con vigor a las fuerzas armadas y a la policía en sus manos, y de manera muy especial, le proporcionaba un instrumento flexible y aparentemente gratuito –aunque carísimocomo instrumento de captación y propaganda favorable al dominio francés en Europa.

La francmasonería, siempre ha sido así, con la ayuda de los afrancesados de los otros países colaboracionistas de la banda de los “hijos de la viuda”, los primeros masones en España se inician en Francia (afrancesados), los franceses a pesar de todo, invadieron el territorio español so pretexto de invadir y conquistar Portugal de cuya ayuda íbamos a recibir compensaciones, y solo recibimos engaños, oprobio y matanzas, nos situaron al hermano de Napoleón -el despreciable Pepe Botella como reyezuelo de trapo impuesto, y nunca aceptado por el pueblo-, en el trono español. Los franceses hablaban de que bajo sus águilas se cobijaban el progreso y la libertad, pero lo que los españoles veíamos eran:

a. iglesias profanadas destrozadas y quemadas;

b. saqueaban, despreciaban, hogares y propiedades privadas.

c. mataban y asesinaban a todos los que ofrecían la más mínima resistencia

d. y el resultado final fue el de que un pueblo como el español no tolera el dominio exterior, por ello fueron expulsados con ignominia y derrota del territorio español.

Son por tanto, los franchutes o franceses -por guardar un mínimo respeto del que no fueron merecedores en ningún momento los del ejército invasor-, los que iniciaron la masonería en España ¡vaya invento!, el de los gabachos francmasones, vaya semilla dejaron en el suelo español.

La masonería, podía entonces presentarse como un canal de libertad al que significativamente se unieron no pocos españoles de pro y eclesiásticos, a pesar de seguir vigentes, entonces como hoy, las condenas de siempre y es, que la mentira es diabólica y engaña solo a los que se quieren dejar engañar, como siempre: la masonería está condenada.

Napoleón fue derrotado por un veterano masón -que perdió voluntariamente esa condición pues no quería ser manipulado-, inglés, el duque de Wellington en la batalla de Waterloo y recluido de nuevo en la Isla de Santa Elena. En 1.851 Wellington debía sentir una verdadera repulsión hacía la masonería. Como dice Vidal, quizá no resulte tan extraño si se tiene en cuenta que en algo más de tres décadas, la sociedad secreta había estado implicada de manera activa en prácticamente cada uno de los movimientos subversivos que habían sembrado de violencia, sangre y lágrimas a Europa y América.

LA MASONERÍA Y LAS REVOLUCIONES

La masonería estuvo involucrada en todas las revoluciones desde 1.700 a nuestros días, pasando como veremos por la española de 1.931 a 36-39 capítulos XVII a XX. Siempre han creído en la libertad, pero en la que el Poder estuviera en manos de unos pocos, por lo que siempre han conspirado para lograr ese objetivo en todas partes y momentos de la historia.

Estuvieron cerca de y con Luis XVIII y a su muerte, estuvieron con su sucesor Carlos X su hermano el Conde de Artois y masón declarado, este último comprobó cómo los masones le minaban su legal autoridad, pues en las jornadas de 25 a 27 de julio de 1.830 grupos de jóvenes pertenecientes a la masonería provocaron un estallido de la violencia, derivado de esa violencia tuvo que huir Carlos X y la Gran Logia no dudo en aclamar a los masones que habían participado en las jornadas revolucionarias de julio como héroes de la libertad. Nuevamente la delincuencia convertida en virtud por la logia, como siempre.

“Los héroes de la libertad” nuevamente instalados en el Terror, no tenían intención de proclamar la república como cabría esperar, ni hicieron ningún esfuerzo democratizador. Por el contrario, solo creían en un régimen establecido por ellos en el que sí existiera esa cierta libertad, pero como hemos dicho, con el Poder en sus manos – en manos de unos pocos de su élite-, o sea de una “camarilla” selecta, o sea “más de lo mismo”. Era una sociedad en la que encajaba la “cosmovisión masónica” y no resulta nada extraño que para reinar sobre ella se llamara a otro masón confeso: Luis Felipe de Orleáns hijo del masón Felipe Igualdad-Duque de Orleans, que era hermano de Luis XVI a quién denunció, ordeno asesinar, murió guillotinado en su presencia y la de la plebe, y a quién sucedió en el trono tras un comportamiento indigno no solo de un hermano del Rey de Francia, sino como uno de los más puercos e indignos de los personajes de la historia, además de masón.

En ese tiempo la masonería estuvo dentro del movimiento Jacobino, como cuasifundadora. A la masonería, como ya hemos leído, se le adjudicó en pleno Terror la puesta en marcha y control de la Revolución francesa, en el libro de Le Franc “El secreto de la Revolución revelado con la ayuda de la francmasonería” en el que achacaba todo el mérito a la masonería francesa, y en un libro del abad Barruel “Memorias dedicadas a la Historia del Jacobinismo” hubo muchos otros autores, libros y conocimientos transmitidos en ese mismo sentido.

La masonería es una organización que manipula hasta lograr instalar su propia cosmovisión. Cosa que no solo en 1789, sino también en 2005 están aún muy lejos de lograr, tal es el miedo al terror que les tenemos todos los ciudadanos del mundo, especialmente los pobres y los bienaventurados de espíritu a los que, si logran sus planes de un Nuevo Orden Mundial, con ejercito y policía única, Tribunal Penal Internacional, ONU etc. dirigido por ellos -ya que si no, no jugarán-, no les dejarán dar ni una patadita al balón, pues la “camarilla” que llegaría a gobernar el Mundo serían de cuidado, logia y mandil revolucionario hasta llegar ellos. Dictadura después o a partir de instalarse cuidadosamente en el Poder con todas las riquezas en sus manos, dueños de vidas y haciendas, delincuentes.

Los masones son racistas, por lo menos lo fueron aunque supongo que no todos, pero el Ku Kux Klan es una de sus gloriosas fundaciones, nacida en el sur de los EE.UU. lo mismo que los mormones y otras sectas. Fueron los masones los que trataron y lograron descomponer-destruir el Imperio español por pura envidia; construyeron todas las Leyendas Negras contra España, sus Reyes y la Iglesia Católica al amparo del secretismo y de la mentira, que es la forma más sutil y vil a la que han estado ligados siempre, ¿no es el diablo, el mismo Padre de la Mentira?

También, aunque más lejos, los generales San Martín y Simón Bolívar fueron masones, pero muy activo en eso San Martín (existen textos suyos de encendido anticlericalismo) en contra de la imagen católica que nos ha llegado. No obstante Bolívar –se separó claramente de los masones- y publicó un decreto prohibiendo las sociedades secretas pues el sueño del Poder en manos de los masones se estaba convirtiendo para Simón Bolívar en una inmanejable pesadilla.

En España el escritor historiador Benito Pérez Galdós tiene una amplia obra en sus “Episodios Nacionales” y sobre todo en su libro “El Gran Oriente” que deja claramente dibujada cual era la situación real de estos personajillos del tres al cuarto, tahúres, ventajistas y busca bullas: ¿”organizaciones filosóficas” las llaman ahora en 2005 en el artículo I.52, 2 de la pretendida Constitución europea redactada por Giscard D´Estaígne grado 33 de la masonería?

El siglo XIX fue de crecimiento para la masonería y de conexión con el ocultismo y la trampa, por eso su relación con Joseph Smith el fundador del movimiento mormón es estrecho con la masonería y fue iniciado en sus secretos masónicos. No resulta extraño que el señor Joseph Smith enseñara a sus adeptos que practicaran el robo, el saqueo y el asesinato de aquellos que se les enfrentaban, esta conducta anticristiana, tiene paralelos con procesos impulsados directamente por la masonería, y era etiquetada con el nombre eufemístico de “despojar a los gentiles”. Como ha reconocido el mormón Leland Gentry, pues se consideraba que “había llegado el tiempo en el que las riquezas de los gentiles debían ser consagradas a los santos”, se trata de una impostura enorme y pecaminosa en su origen y esencia, que deriva como todo esto, del mismísimo diablo Satanás padre de la impostura y de la Mentira, dominador del lado oscuro. El 24 de junio de 1.847 la primera caravana de mormones llegó a Salt Lake City y más del 70% de los que llegaban en alguna de aquellas caravanas eran masones, pronto tendrían la propiedad de todo el territorio, entre ellos, toda la jerarquía de la secta. Los rituales del templo mormón de Salt Lake fueron tomados de los libros masónicos.

El Adventismo creado por William Miller o el fin del mundo está cerca y la Iglesia de la Ciencia cristiana sincrética por Mary Baker Eddy fueron otras tantas sectas que han llegado también a nuestros días y cuya creación es reveladora de las estafas del pensamiento pretendidamente religioso de esta gente que tanto daño ha hecho al mundo trascendente. Los mismos Testigos de Jehová fueron creados por Charles Taze Russell masón y presbiteriano.

Por cierto que negar la existencia del diablo es propiamente diabólico, pues es de lo que más gusta el mismo demonio Satanás: que los demás –sus discípulos-, le oculten y le permitan pasar desapercibido. Esta es una pretensión masónica desde los tiempos más antiguos. Algunos autores también cristianos han caído en esa tentación diabólica. Pues bien Bafomet es el mismo diablo y es citado en muchos lugares básicamente masones, y de nuevo se trata de un hecho incómodo para no pocos masones de la actualidad, pero que ha sido reconocido por otros, de manera abierta.

Habrá que leer los Protocolos de los hijos de Sión que el mismo Vidal considera, todo hay que decirlo, no válidos. Pero si leemos por lo menos sus páginas (de este libro que comentamos) 208 a 215 conoceremos mejor la opinión de su autor sobre este asunto, que mezcla lo masón con lo sionista, una mezcla no ajena a la realidad final. Cuando decimos sionistas, no queremos decir judíos creyentes en un solo Dios, Yahvé, sino materialistas incrédulos, ateos militantes, similares a los masones, a los que Dios no les importa, ni poco ni mucho, ni un pimiento, pero tratan de manipular los sentimientos de las personas desde siempre, aludiendo vergonzosa y vilmente al mismo Dios, toda una bajeza de los diosecillos -del diablo Satanás-, masónicos-sionistas.

EN EL SIGLO XX GANA CLARAMENTE TERRENO LA MASONERÍA

La restauración de la monarquía en la persona de Alfonso XII hijo de Isabel II la regenta, no mermó en absoluto el poder de los masones. Baste decir que el 7 de abril de 1876 fue proclamado Gran Oriente de España don Práxedes Mateo Sagasta jefe del partido liberal y del Gobierno de España de entonces en alternancia permanente con el otro pilar de la restauración, Cánovas del Castillo. El político Sagasta estrechó lazos de unión con gran número de potencias masónicas del extranjero. El 10 de Mayo de 1.881 le sustituye en el cargo de la Gran Logia Antonio Romero Ortiz ministro de gracia y justicia del tiempo y a su muerte le sucedería el también importante político masón Manuel Becerra. De acuerdo con su propia estadística (del Gran Oriente Nacional de 1.882) estaban activos 14.358 masones, de ellos 130 eran senadores, diputados, títulos generales y altos funcionarios del Estado; 1.033 eran magistrados, jueces, fiscales y abogados y 1.094 oficiales superiores y militares de todas clases.

A pesar del relativo poco número en España, el poder de los masones fue muy importante incluso decisivo en muchas materias, como en el poder ejecutivo, legislativo y judicial y también en las fuerzas armadas, en todas esas instituciones se cometieron felonías a impulsos de la masonería que podemos conocer hoy. Su papel, como ya hemos repetido fue y es, el de instalar una situación anárquica social para salvar a la misma sociedad, a petición propia, de una situación insostenible, pero solo por la misma masonería y su célula y/o grupúsculo de poder designado a priori. Como sabemos les gusta mucho la modificación del Código Penal como larga marcha hacía esa anarquía total.

Sabemos que varios masones estuvieron implicados en el atentado (intento de magnicidio) contra el mismo rey Alfonso XIII durante la celebración de su boda y precisamente en el recorrido del cortejo de la misma. Otro masón y anarquista llamado Nakens, participa en el asesinato de Cánovas del Castillo en 1.897, siendo el cerebro del mismo asesinato Francisco Ferrer masón y anarquista, la masonería al igual que en otros casos, acudió en defensa del hermano Ferrer, que tenía que comparecer ante los tribunales, cuya vista se celebró en junio de 1.907 en el que, el republicano Gumersindo de Azcárate se había negado a defender a Ferrer por considerarlo manifiestamente culpable, pero aun así, el acusado tuvo el apoyo de la masonería y consiguió la absolución gracias a la presión de las logias en su favor. Ese mismo tipo de acción se uso con Nakens que, también “hijo de la viuda”, fue indultado al cabo de unos años. No sería la primera vez que los masones respaldaban acciones terroristas y tampoco sería la última. De hecho no mucho tiempo después un tal Lluis Companys, masón, republicano, catalanista, y persona con pocos escrúpulos, del que ahora en 2005 hemos oído hablar, se haría un nombre defendiendo ante los tribunales a pistoleros y asesinos.

El resultado de todas estas actuaciones fue un proceso de deterioro social, con funestas consecuencias para el sistema parlamentario español.

Se creó una innegable sensación de impunidad por parte de la masonería y, sobre todo, una corriente de simpatía, -que hoy denominaríamos progresista y yo añado, del muladar, pues eso no es Progreso sino decadencia-, hacía los que intentaban imponer la utopía recurriendo a la daga, la pistola y la bomba, o como dijera un político de aquellos tiempos, “la dialéctica de los puños y de las pistolas”.

En aquel entonces no era fácil advertirlo –pero Dostoievsky en su novela Los demonios se refiere a este fenómeno social-, pero España había entrado en una dinámica en la que las fuerzas a si mismas llamadas “progresistas” tenían como objetivo fundamental acabar con el sistema parlamentario y como ahora: demostrar que la nación va bien solo si gobernamos nosotros, lo cual significa los masones. Por eso en esta espiral violenta tendríamos ocasión de ver, que iba a tener un peso excepcional la masonería, aunque no iba a ser ese el proceso de erosión de España en el que iba a actuar.

La masonería estuvo totalmente implicada en el proceso descolonizador español, de Filipinas y Cuba que resulto traumático para España y para muchos españoles, por lo que de inseguridad social significaba. Pero dentro de España la actuación de la masonería en el interior del país fue mucho más dañino, con ser maligno el proceso indicado de desmontar la España de aquel tiempo sin que ello beneficiara más que a sus enemigos.

La masonería triunfó en Turquía, en Rusia, en Méjico en muchos países y además estuvo del lado del fascismo. Muchos políticos de todo este periódico histórico, han sido masones declarados y preferimos que Vds. vayan al libro en cuyo capítulo XVII encontrará nombres más que conocidos, algunos de ellos, representantes claros de la corrupción económica: de llenar sus propias carteras con el dinero de los demás, esencialmente metiendo las manos en las arcas del Estado, que son de todos por cierto. No solo en el XVII, sino también en los capítulos siguientes hasta el final del libro encontrarán Vds. un documento de inapreciable valor.

En estos tres capítulos del libro de Cesar Vidal el autor, trata de la masonería y su entronque directo con las ideas masónicas de la pre “guerra civil” española en la que hubo más de un millón de muertos, y no diremos que todos ellos fueran asesinados por la masonería. Pero si la guerra fue provocada por ellos, los masones, en una buena parte, ellos son culpables en esa misma parte o en la totalidad, pues todos los que intervinieron con sus odios de uno u otro lado son culpables de la totalidad, de todas esas muertes: Capítulo XVIII La masonería y la segunda república: la proclamación. Capítulo XIX La masonería y la segunda república: Del bienio republicanosocialista al alzamiento de 1.934.

Capítulo XX La masonería y la segunda república: La Guerra Civil. Nunca un país debió tanto a un millón de muertos para alcanzar una paz permanente y dejar en el olvido los rencores y los odios. Pero son los masones los que siguen tratando de pudrir a la sociedad española minando sus cimientos con el anarquismo de siempre vestido de progresía del muladar.

En el pacto de San Sebastián de 17 de Agosto de 1.930 se decidió un pacto conspiratorio para acabar con la monarquía parlamentaria y sustituirla por una república y en ese acto estuvieron entre otros figuras conocidas tales como: Lerroux, Azaña, Domingo, Alcalá Zamora, Miguel Maura, Carrasco Hormiguera, Mallol, Aiguades, Casares Quiroga, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, personajes de los que casi todos se convertirían meses después en ministros del primer gobierno
provisional de la república.

Y fue la misma masonería la que modelo la constitución de la segunda república de la misma manera que ahora ha modelado la de Europa que votaremos el 20 de febrero de 2.005 en España. La razón para la redacción no era ninguna otra que la de ganar las almas y los corazones de todos los españoles, pues no se trataba entonces y ahora, de la separación de la Iglesia y del Estado como en otras naciones sino, y siguiendo el modelo jacobino francés, de triturar la influencia católica sustituyéndola por otra laicista, aunque en ello no está sola la masonería, pero sí que es la fuerza más importante y desde luego la inteligente, pues las demás son y están vácuas de pensamiento y son solo pura violencia, aunque en esto son similares a la masonería.

Para lograr sus propósitos se ordenaba habitualmente como fuente de argumentos intelectuales a su favor, la organización de violentas manifestaciones y mítines que ayudaran a inclinar a las autoridades hacía esas mismas posiciones masónicas, lo que mezclado por una insurrección permanente creada por los medios de comunicación afines ofrecía y ofrece un espectáculo demoledor a todos los ciudadanos que no ven más que inseguridad a su alrededor, similar a la que permitió que los alemanes votaran en 1.932 a Adolf Hitler y ahora a la masonería. El miedo, el terror, es el argumento. Los corderos caminan mejor así hacía el matadero de la dictadura, y a petición propia.

Es de otro lado clarificador para nosotros lo que dice Cesar Vidal en la página 263 de su libro de la que entresacamos lo siguiente “…Sin embargo las derechas habían optado por integrarse en el sistema –a pesar de su origen tan dudosamente legítimo-, y a diferencia de las izquierdas, aceptar las reglas de un juego parlamentario que nunca había sido cuestionado nunca por ellas durante las décadas anteriores. Esa fue la alternativa a las izquierdas, creada en 1.931 con la fundación de la CEDA una organización política de fuerzas de derecha y católicas”todos sabemos o podemos saber si buscamos y leemos, que la izquierda no quiso nunca dar cancha como alternancia de poder en un sistema democrático a las posiciones de derecha, y solo desde la masonería representada por Manuel Aznaña por si queda alguna duda, a la izquierda radical, estaban validados con el soplo de la inteligentzia para gobernar España y la derecha había de permitir vejaciones y desprecios y así, ser expulsada del gobierno tras ganar la CEDA elecciones válidas, lo que dio paso a la guerra que iniciada en 1.934, fue cruenta y total a partir de 1.936

Es un error por ello que sigamos el mismo camino de entonces en 34 y 36-39 y aceptemos lo que son trampas que todos conocen y por ello cada vez se respete menos a la justicia dadas las trampas que se cometen con la misma. Se trata de colarnos goles masónicos con la Ley del Embudo. Lo ancho para mí y lo estrecho para los demás: 6.000 millones de ciudadanos del mundo. Sigue existiendo hoy la mentalidad golpista que dio lugar al tiempo del 34 y el 36 por las izquierdas.

Un futuro en manos de la masonería –como lo ha sido en buena parte del pasado-, significaría presumiblemente, un recorte de las libertades de aquellos que no están dispuestos a plegarse a un discurso único , sincrético, multicultural y dirigido; un aplastamiento de los que no comulguen con un sistema laicista en el que la civilización y la fe de cada uno tenga que aceptar su sustitución por el masónico guiso amalgamador de Valeri Giscard D´Estaigne y sus hermanos masones “los hijos de la viuda” como les califica Cesar Vidal a través de la obra. En definitiva una Dictadura del peor jaez y calado.

Llegando a conclusiones, diremos, que a pesar de la leyenda rosada que se nos ha querido vender en los últimos sesenta años, no estamos más que ante los mismos lobos con las mismas pieles, aves rapaces que nunca dejan sus objetivos abandonados en el olvido, y que siguen creyendo que lo mejor que puede ocurrirle al mundo, es que gobiernen ellos y a fe que llevan camino de lograrlo.

A menos que no nos sintamos unos tan cómodos y otros tan poco activos y encima pasotas, España que es nuestro país sufrirá las consecuencias. Por otro lado, la Familia y la misma Vida, están en estos momentos, siendo atacadas por las fuerzas masónicassocialistas ¿progresistas?, infiltradas en todas las latitudes gubernamentales del mundo y nada puede explicarse de otra manera lo que está ocurriendo en la sociedad de hoy, en la que a poco que estemos atentos, el plan organizacional mundial está siendo ejecutado de forma milimétrica por las fuerzas de la triada:

(Síntesis del libro de Cesar Vidal.Enero 2005)

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