BIENVENIDO ISRAEL

 ESTE PEQUEÑÍN NACIÓ HACE 9 DÍAS, ES EL TERCER BEBÉ SALVADO EN LA CAMPAÑA DE 40 DÍAS POR LA VIDA HUARAZ.

Su joven madre es una menor de edad que decidió enfrentar sus miedos y eliminar de su mente y de su corazón el deseo de abortar a su criatura.

Ella nos contó su experiencia bastante iluminadora cuando llegó el momento del parto y con su permiso les compartiremos en las siguientes líneas.

Un día antes de dar a luz se dirigió con su mamá y sus dos hermanos a la Santa Misa para encomendar a Dios su parto, y le pedía también que ella pueda tener mucha leche para alimentar a su bebé.

Al día siguiente los dolores se agudizaron y junto a su madre acudieron al hospital. Inmediatamente después llegó una joven con sangrado vaginal y retorciéndose de dolor, ella aludía que tuvo un aborto espontáneo al golpearse con una mesa. El médico manifestó que eso le parecía un aborto provocado que quedó inconcluso y lo dijo de una manera tan certera que la joven solo agachó la cabeza y guardó silencio. Luego la pasaron a la sala para realizarle el legrado, se podía notar en su rostro la tristeza, el miedo y el dolor.

Ella al ver este cuadro reflexionó y pensó que si ella hubiera abortado a su bebé cuando planeaba hacerlo tal vez hubiera terminado como esta joven.

Las personas que promueven el aborto difícilmente informan sobre los efectos adversos, los peligros y riesgos que sufre la mujer.

Ella en palabras textuales nos decía: “yo pude tomar una buena decisión gracias a la orientación de ustedes y me dirigía a la sala para alumbrar a mi hijo, para darle la vida; tenía dolor pero mayor era mi alegría e ilusión de verlo y tenerle en mis brazos. Ella en cambio se dirigía a la sala para que le retiren los restos de muerte de un inocente, triste y avergonzada. Realmente me he salvado de cometer el peor error de mi vida”

Gracias a Dios su parto no tuvo complicaciones y ahora ya tiene a su bebé en sus brazos y tiene mucha leche para alimentarlo.

A pesar de las dificultades económicas, mantiene un buen ánimo, con la esperanza que Dios siempre le dará lo necesario.