miércoles, 24 de noviembre de 2021

EXORCISMO

En la creencia religiosa, el exorcismo (del griego antiguo: ἐξορκισμός, romanización: exorkismos, literalmente: «obligar mediante juramento, conjurar») es la práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza maligna, utilizando diversos métodos cuyo fin es expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad maligna (ver, como ejemplo, posesión demoníaca) quien somete y controla al poseído. Estos entes, dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist).

Puesto que la cabeza controla todo el cuerpo, el demonio se instala en el cerebro. En este caso, se habla de posesión total porque gobierna a toda la persona. Si, por el contrario, obra en otra parte del cuerpo, por ejemplo, en el estómago, se habla de posesión parcial.

ÍNDICE

ETIMOLOGÍA

El origen de la palabra exorcismo deriva del latín exorcismus, que a su vez deriva del griego exorkismos, que significa estar sujeto a un juramento.

EXORCISMO CATÓLICO

El ritual de exorcismo consiste en la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión. Y el uso de objetos que pueden repeler al espíritu inmundo, tales como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros. El exorcismo en la teología católica halla su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17), y que inclusive los primeros cristianos usaban objetos personales de los apóstoles a manera de reliquias para expulsar demonios (Hechos 19, 11-12.) Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios.

En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología. 23) o Minucio Félix (Octavio 27).

El primer libro con fórmulas de exorcismo es el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año 500, surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494 (J. Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V. Polidorus), Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.

SEGÚN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA #1673:

Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172).

Principales criterios para el correcto discernimiento de posesión diabólica según el nuevo ritual:

Habiendo sido descartada una anomalía psíquica, suelen considerarse signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.

Además, son signos de posesión:

  • El hablar lenguas desconocidas que el sujeto de ninguna manera ha podido aprender por su cuenta.
  • Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
  • Demostrar más fuerzas de lo normal.

Para la práctica del exorcismo es necesaria:

  • Primero ser sacerdote de la Iglesia católica.
  • La autorización del obispo de la diócesis correspondiente previa recomendación de un tribunal eclesiástico competente en esta materia, que puede ser concedida vez por vez para cada caso específico o de manera general por un periodo determinado al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis, generalmente esa autorización tiene una validez de tres años, se entiende extinguida esa validez pasado los tres años de ser expedido o si hay un cambio de obispo en esa diócesis, por lo cual deberá ser renovado ese permiso.

Entre los exorcistas más famosos destaca el Padre José Antonio Fortea.

Los sacerdotes de la Iglesia católica para la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Ritual romano. Algunos religiosos exorcistas como el sacerdote Gabriele Amorth, y Monseñor Carlos Alberto Mancuso; desaconsejan el nuevo ritual aprobado por el sumo pontífice en enero de 1999, aduciendo que el antiguo ritual tiene siglos de comprobada eficacia.

‘De las señales y efectos, de que se conoce, que alguno está poseído por el demonio, o hechizado, por Benito Remigio Noydens, Pbro, de la sagrada religión de los clérigos regulares menores: ‘Práctica de exorcistas, y ministros de la Iglesia’; Antwerp, primera impresión en Madrid en 1660.

Parte primera, documento segundo. ‘Muchas señales de los energúmenos, y hechizados, simbolizan con las enfermedades naturales; y así el demonio muchas veces se aprovecha de ellas, para mejor encubrir su maldad, y para que las criaturas, por el grande trabajo, y dolor, caigan en algún despecho, y aborrecimiento de Dios: y así el exorcista, no debe dar luego crédito, a lo que le dicta su juicio; ni tampoco a lo que dice el enfermo: sino que debe tantear bien este negocio, y consultarle con los sabios, así médicos como teólogos: y si hallare, que la enfermedad se origina de humores pecantes, y que solamente procede de causa natural, le remita a las reglas de la medicina’. Edición Facsímil de la del librero Pascual Capdevila; Valencia, 1711. Librerías París-Valencia, 2002: ISBN 84-8339-219-4

La Iglesia católica y otras comunidades cristianas en su postura oficial prohíbe expresamente hacer actos de güija, espiritismo, adivinación, hechicería, pues en algunos casos puede atraer al maligno y poseer a algunos de los participantes.

  • Hay seis causas principales por las que se producen las posesiones demoníacas.
    • Primera: La participación en ritos satánicos.
    • Segunda: La consagración de un niño al demonio por parte de sus padres.
    • Tercera: Un pacto con Satanás para rendirle culto a cambio de bienes materiales.
    • Cuarta: Los maleficios.
    • Quinta: Prácticas de llamamiento de espíritus tipo ouija o güija; u otros medios de adivinación; lo que implica el riesgo de que El Enemigo posea a la persona.
    • Sexta: La blasfemia continuada.

EN LA CULTURA POPULAR

El exorcismo se ha llevado al cine, en películas como El exorcista, que retrata un caso de posesión demoníaca en el siglo XX. La cinta muestra todas las características que debe reunir una persona para determinar que está poseída: hablar un idioma que desconozca, odiar los símbolos sagrados cristianos, blasfemar, practicar la telequinesis y demostrar una fuerza superior a sus capacidades físicas. Cabe mencionar que el sacerdote, quien además es psiquiatra, es el personaje más escéptico y racional de la película y durante una buena parte, se niega a admitir la posibilidad de una posesión diabólica.

El exorcismo de Emily Rose ―dirigida por Scott Derrickson en 2005― se basó en el caso real de la joven alemana Anneliese Michel, que murió por desnutrición y deshidratación el 1 de julio de 1976 después de haber sido sometida a varios exorcismos, siendo sus padres y sacerdotes participantes juzgados y condenados por negligencia médica.

[El rito, película estrenada a principios del 2011. Basada en hechos reales sucedidos de un exorcismo realizado en la ciudad de Roma. 

REFERENCIAS

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. «exorcismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 15 de enero de 2015. 

1.      Vergilius Ferm, ed. (1945). «Exorcismo». An Encyclopedia of Religion. New York: Philosophical Library. p. 268.  En Questia (suscripción requerida)

2.      «Qué es un exorcismo». http://www.exorcistas.com/. 7 de junio de 2006. 

3.      Cipriano de Meo/Patrizia Cattaneo: Cómo defenderse del Diablo: Coloquios con el padre Cipriano de Meo. Traducción: Justiniano Beltrán. Editorial San Pablo, 2016; pág. 159.

4.      «Reflexiones sobre el exorcismo» (en fr-FR). Consultado el 15 de mayo de 2021. 

BIBLIOGRAFÍA

G. Paxia, El Azote del Diablo - El Exorcismo durante el Renacimiento Italiano, Ed. Equipo Difusor del Libro S.L. Madrid 2005.

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