lunes, 19 de julio de 2021

OBISPOS DE FRANCIA DESTACAN CELO ESPIRITUAL DE FIELES QUE CELEBRAN MISA TRADICIONAL EN LATÍN

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) expresaron su estima por los fieles católicos que celebran la Misa tradicional o tridentina en latín y afirmaron que las restricciones impuestas por el Papa Francisco a este tipo de celebración constituyen un “llamado exigente para toda la Iglesia”.

Así lo indicaron los prelados en un comunicado del 17 de julio, al día siguiente de la publicación del Motu Proprio Tratitiones custodes, con el que el Papa Francisco estableció una serie de restricciones a la celebración de la Misa tradicional o tridentina.

Entre las disposiciones del documento pontificio publicado el 16 de julio, el Papa establece que será el obispo quien autorice a los sacerdotes que quieran celebrar la Misa de esta forma, así como dónde y cuándo podrán ser estas celebraciones; y que los grupos de fieles que participen en ellas tendrán un sacerdote delegado que los acompañará pastoralmente.

En su comunicado, los obispos de Francia manifestaron “a los fieles que celebran habitualmente según el Misal (de 1962) de San Juan XXIII y a sus pastores, su atención y la estima que tienen por el celo espiritual de estos fieles y su determinación a seguir juntos la misión en la comunión de la Iglesia y según las normas en vigor”.

“Cada obispo se esforzará por estar a la altura de la misión descrita por el Santo Padre para ejercer la responsabilidad que él le recuerda en la justicia, la caridad, el cuidado de todos y cada uno, el servicio de la liturgia y de la unidad de la Iglesia. Esto se hará con el diálogo y demandará tiempo”, prosigue el texto.

Los obispos resaltaron asimismo que “el Motu Proprio Traditionis custodes y la carta del Santo Padre a los obispos que lo introduce son un llamado exigente para toda la Iglesia a una auténtica renovación eucarística. Nadie puede prescindir de él”.

Para concluir, los obispos “invocan al Espíritu Santo para que la Eucaristía, ‘fuente y culmen de la vida cristiana’, sacrificio del Señor y memorial de su Pasión y de su Resurrección, sea cada día el lugar donde la Iglesia obtenga su fuerza para convertirse en lo que es: ‘en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano’”.

Francia, uno de los países en los que existen diversas comunidades que celebran la Misa tradicional, ha vivido en los últimos meses algunas tensiones en la Arquidiócesis de Dijon.

Diversos fieles protestaron luego que Mons. Roland Minnerrath, Arzobispo de Dijon, pidiera a los miembros de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro (FSSP) que dejaran la Basílica de Fontaine-lès-Dijon, donde nació San Bernardo de Claraval, luego de 23 aos de presencia en la Arquidiócesis.

La FSSP es una sociedad de vida apostólica en plena comunión con la Iglesia Católica, canónicamente erigida por el Papa San Juan Pablo II en 1988. Sus miembros celebran la Misa tradicional, algo esencial en su carisma. Cuenta con más de 300 sacerdotes y 150 seminaristas de 30 países que sirven en más de 130 diócesis en todo el mundo.

La controversia en Dijon surgió algunos meses luego que los obispos redactaran un memorándum en respuesta al cuestionario que el Vaticano envió a los episcopados sobre la aplicación del Motu proprio Summorum pontificum en 2020.

El texto de los obispos pedía dar pasos para “alentar a los fieles de la forma extraordinaria a participar más en la vida diocesana” y así evitar la creación de una “Iglesia paralela”.

En un comunicado del 16 de julio, la FSSP indicó que “con la publicación del último motu proprio del Papa Francisco, Traditiones Custodes, que ha impuesto nuevas restricciones a la Forma Extraordinaria del Rito Romano, muchos de nosotros estamos desanimados y ansiosos”.

“En este momento es demasiado pronto para precisar cuáles serán todas las implicancias para la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, pero les aseguramos que seguimos comprometidos en servir a los fieles que asisten a nuestros apostolados, de acuerdo con nuestras Constituciones y carisma como lo hemos hecho desde nuestra fundación”, señala el comunicado.

“Tenemos que esforzarnos para ver esta cruz como un medio para nuestra santificación y nos toca recordar que Dios nunca abandonará a Su Iglesia. Nuestro Señor mismo nos promete las gracias necesarias para cargar nuestras cruces con fortaleza y ​​coraje; sin embargo, no podemos dejar de hacer nuestra parte como fieles católicos”.

“Recemos y ofrezcamos sacrificios en nuestra vida diaria y confiemos en la intercesión de Nuestra Señora, San José, y nuestro Patrón, San Pedro”, concluye el texto.

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa

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