El Carmelo es una cadena montañosa situada en Palestina con una altitud aproximada de 600 metros y próxima a la costa mediterránea. Se alza como un referente para los navíos y es considerado un lugar sagrado por las tres religiones monoteístas: judíos, cristianos y musulmanes.
Además, está relacionado con el profeta Elías del
Antiguo Testamento.
Cuenta la tradición que en el siglo XIII los carmelitas tuvieron que
abandonar el Monte Carmelo debido a la invasión de los musulmanes y los que se
quedaron fueron masacrados. Antes de que partieran, mientras cantaban el Salve
Regina, se les apareció la Virgen María y les prometió ser para ellos su
Estrella del Mar.
Alrededor del año 1241, el Barón de Grey de Inglaterra regresó de las
Cruzadas en Palestina llevando un grupo de religiosos del Monte Carmelo, a
quienes les regaló una mansión en Aylesford. En ese lugar ocurriría tiempo
después un hecho mariano especial.
Cierto día San Simón Stock, superior de los carmelitas, imploraba por
una intervención divina en defensa de los diversos ataques que recibía la
orden. En su oración suplicante llamó a la Madre de Dios como “la flor del Carmelo” y la “Estrella del Mar”. La Virgen fue en su auxilio y se le
apareció con el escapulario para los carmelitas.
A medida que los religiosos carmelitas se fueron expandiendo, se propagó
la devoción a la Virgen del Carmen, también conocida como la Estrella del Mar,
y se produjeron hechos milagrosos.
En 1845, el barco inglés “Rey del Océano” se
encontraba en medio de una gran tormenta. Las olas azotaban sin piedad y
parecía que se acercaba el fin de la embarcación. Un ministro protestante
llamado Fisher subió a la cubierta con su esposa, hijos y otros para suplicar a
Dios misericordia y perdón.
Un joven irlandés, John McAuliffe, al mirar la gravedad de la situación,
abrió su camisa, se sacó el escapulario y, haciendo con el objeto la señal de
la cruz sobre las olas furiosas, lo lanzó al océano. En aquel instante el
viento se calmó, pero llegó una ola hasta la cubierta y el escapulario regresó a
los pies del muchacho.
Al interrogar a John, los presentes conocieron la historia sobre la
Santísima Virgen y su escapulario. De esta manera, el Sr. Fisher y su familia
decidieron ingresar a la Iglesia Católica para recibir la protección de la
Virgen del Carmen.
En adelante, la devoción a la Virgen del Carmen como patrona de los
marineros se ha extendido por el mundo y cada 16 de julio
la celebran, confiados en su protección ante posibles naufragios y tempestades
en alta mar.
Redacción ACI Prensa
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