jueves, 24 de julio de 2014

¿QUIÉN ES UN EXORCISTA?


Sólo se habla sobre “exorcismo”, pero nadie habla sobre el “exorcista”.

¿Qué se necesita para ser exorcista?
Primeramente creer 100% que uno es hijo de Dios… si no empiezas por eso… no puedes serlo, porque tienes que confiar 100% en que Él está contigo y que nunca te va abandonar. Eso se llama FE.

No sé cómo la Iglesia Católica los escoge porque no todos los sacerdotes pueden ser exorcistas. En cada diócesis el obispo es el que los designa para esa labor, pero ¿en qué se basan?... eso no lo sé. En el caso de laicos comprometidos con la iglesia... estoy seguro que Dios los escoge.


Si a pesar de pensar así no lo logras, es porque no tienes las condiciones necesarias y Dios te quiere para otra cosa. No todos pueden serlo. Sé de un sacerdote amigo que fue lanzado varios metros en plena iglesia… a partir de ese momento dejó de intentarlo, sin embargo tiene muchos dones con los que sirve al Señor… pero no puede ser exorcista… el miedo fue más fuerte que él… no tenía las condiciones.

¿Has asistido alguna vez a una corrida de toros? Muchos toreros son cogidos por el toro, pero pocos son los que se levantan y a pesar de estar heridos culminan la faena… la mayoría no lo vuelve a intentar. Así es un verdadero exorcista, no se deja humillar por el maligno, cuanto más ataques recibe, más coraje asimila.

En el exorcista no existe el miedo, sino prudencia y mucha preparación… a él le tiene miedo el demonio. ¡Si Dios está conmigo… quién contra mí!

Parece mentira, pero uno agarra más fuerza cuando el demonio, a través del poseído se pone más agresivo, más provocador, aparentemente más peligroso… pero uno sabe que Dios es más fuerte y que no tiene por qué temer.

Algunas personas dicen que uno nace para ser exorcista. Creo que Dios así lo dispuso, pero depende de uno si lo acepta o no… no por no aceptarlo Dios te deja de amar. De hecho la persona tiene que estar vinculada a la iglesia y sentir el llamado de Dios… una persona que está alejada de la iglesia no tendrá oídos ni disposición para aceptar el llamado.

Dicen que el exorcista debe ser fuerte de carácter. No necesariamente. Mientras no esté exorcizando, el exorcista es una persona común y corriente, pero cuando está trabajando para el Señor, se convierte en su instrumento y es el carácter de Dios el que predomina… es Él el que lo mueve… es el Espíritu Santo el que lo ilumina. Termina el exorcismo y vuelve a ser él.

Un exorcista que no ama a la Virgen está perdido. ¿Por qué? Porque Jesús ama mucho a su Madre y pide que la amen. Además, el sólo nombrarla en un exorcismo, le causa un temor tan grande al enemigo que prefiere alejarse que meterse con la Madre de Dios, lo cual significaría para él, que Jesús se le vaya encima con todo. ¡Gran ventaja para el exorcista!

El exorcista va a la guerra con la ventaja que va a triunfar si es que es un buen instrumento de Dios… o sea, si es que está 100% seguro que es hijo de Dios. (Ojo: 99% no es 100%) En el exorcista no puede haber dudas… de eso se aprovecharía el enemigo. Si arrancó con el exorcismo ya no debe parar hasta que en Nombre de Jesús derrote al maligno o a los malignos.

¿El exorcista debe actuar solo? Puede pero no debe. El exorcista debe siempre hacerse acompañar con gente de confianza que lo apoye en oración, que también deben tener ciertos dones… nunca ir solo. Cualquiera no debe estar en el momento del exorcismo. Estas personas – instrumentos – tampoco deberán huir y también, al igual que el exorcista, saben que Dios nunca los va abandonar.

En el cine siempre o casi siempre, el exorcista sale volando por alguna ventana o el demonio lo vence… en lo único en que estoy de acuerdo es en las manifestaciones que durante el exorcismo suceden, excepto en lo de la cabeza que da vueltas.

Una persona sin esos dones especiales se asustaría con lo que ve o siente y saldría disparado debilitando el exorcismo, quitando concentración… es por eso que el exorcista debe escoger a su gente… nunca dejar que se las impongan. En nuestro grupo tenemos muy buenos instrumentos que, cada cierto tiempo son preparados recordándoles los pasos a seguir.

§ Un exorcista debe estar alimentándose siempre de Cristo (comunión)
§ Ayuno antes del exorcismo.
§ Tratará de memorizar las oraciones que debe hacer aunque sus acompañantes las lean. Es mejor saberlas de memoria que estar leyendo… eso le quita concentración.
§ Pase lo que pase – manifestaciones anormales de cualquier tipo - el exorcista no debe inmutarse, sólo seguir hasta debilitar al enemigo enviándolo al infierno en el Nombre de Jesús y cerrando las puertas para que nunca más regrese.

Espero que esto les sirva de algo a los que ya “son” y a los que “les gustaría serlo”.
¡Si Jesús, María y mi Ángel de la Guarda están conmigo… quién contra mí!

Bendiciones por casa.

José Miguel Pajares Clausen


27 años en el Ministerio de Sanación

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