domingo, 14 de marzo de 2021

QUE SEA LO MEJOR PARA EL PERÚ

 He tratado de usar Facebook siempre para compartir momentos personales o actividades académicas, dado que tengo la suerte de tener como amigos a muchos estudiantes y profesionales dedicados al Derecho penal. Mis comentarios políticos están en twitter. Pero creo inevitable expresar aquí mi opinión en relación con comentarios de carácter político difundidos por algunos académicos, ante los que, respetándolos, debo mostrar mi total desacuerdo.

Primero un disclosure: Voy a votar por Rafael López Aliaga. No lo conozco personalmente. La única relación que tengo con él es que yo trabajo medio tiempo en la Universidad de Piura que es una obra corporativa del Opus Dei y el Sr. López Aliaga pertenece al Opus Dei. A ningún profesor o alumno de la Udep se le ha insinuado siquiera que voten por Rafael López Aliaga, como lo atestigua el hecho de que varios profesores y alumnos han dicho públicamente que no votarán por él. Antes de estas elecciones solamente había escuchado hablar de López Aliaga porque había sido el único estudiante que hizo la carrera de ingeniería en 4 años. Nada más.

En los últimos días, algunos constitucionalistas y juristas han saltado al techo, diciendo que cómo es posible que una persona célibe o que utiliza un cilicio pueda ser una opción política, que eso es cavernario y que votar por él sería prácticamente exponer al Perú a ser un país fundamentalista.

Creo seguir con cierta frecuencia las entrevistas a candidatos, y en varias oportunidades Rafael López Aliaga ha dicho que no impone a nadie su vida personal. Por eso, decir que López Aliaga va imponer a los peruanos la forma en la que vive su relación con Dios, es tan absurdo como decir que Susel Paredes va a hacer a las mujeres lesbianas, Gahela transexuales a los hombres o Julio Guzmán infieles a los esposos. No creo que este punto resista mayor análisis.

El mismo nivel de absurdidad tiene la idea de que no es posible que en pleno siglo XXI alguien sea célibe o se mortifique con un cilicio. Ser célibe es antinatural dicen muchos, siguiendo a Lucar (bueno, eso quizá para Lucar que ya sabemos un poco de qué pie cojea). Hoy que los defensores de la ideología de género dicen que no hay nada natural que defina el género y la sexualidad, resulta por lo menos llamativo que lo natural ahora sí importe. Pero lo cierto es que si una persona es célibe, monogámico, poligámico, activo, pasivo o swinger, es su problema mientras no dañe a otro (menores o infidelidades). Lo cavernario es imponer a las personas en pleno siglo XXI que no puedan vivir el celibato por ser antinatural.

Y sobre el uso del cilicio, más de lo mismo. Por un gusto personal, existen personas que se ponen todo tipo de metales en el cuerpo, inclusos algunos que se implantan metales en la cara o se afilan los dientes como parte de su derecho a verse como quieren verse. Y no les digo ya sobre la mutilación a la que se someten los que se cambian de sexo. ¿No les parece, por lo menos, que no se usa la misma vara cuando se trata de un práctica religiosa que muchos católicos viven de manera invetarada? Reitero, lo cavernario es impedir que una persona en ejercicio de su libertad religiosa decida, sin dañar su salud o a otros, hacerse activamente mortificaciones porque siente que de esa forma se identifica con el dolor que sufrió su Dios por salvarnos cuando estuvo en la tierra.

Algún adelantado ha dicho que si defendemos para López Aliaga el derecho de decidir sobre su cuerpo, entonces el aborto y la eutanasia deberían ser legales. No hay que explorar mucho en la biología básica para saber que el feto no es parte del cuerpo de la mujer y tampoco pensar mucho para saber que la discusión en la eutanasia no es que alguien pueda matarse (eso es suicidio), sino que el Estado deba hacerlo cuando alguien se lo pida.

Cualquiera de ustedes está en todo su derecho de no votar por Rafael López Aliaga; por no estar de acuerdo con su defensa del no nacido, por su posición sobre la eutanasia, por querer reconocer a las parejas del mismo sexo solamente una comunidad patrimonial, pero no la adopción de niños, por querer expulsar a Odebrecht o por su promesa de cortar la publicidad estatal. Pero de ahí a intentar generar un pánico absurdo porque es célibe o use cilicio, muestra una actitud cuando menos poco leal, lo que es más grave cuando se trata de personas con formación académica.

Que sea lo mejor para el Perú.

Percy García Cavero

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