En la guerra con Chile, después de la caída del monitor Huáscar, los chilenos vinieron en represalia contra el puerto de Chancay, por ser ahí donde los patriotas hundieron a la goleta La Covadonga. Fue con un torpedo que fabricaron artesanalmente los chancayanos, el que hicieron llegar a la nave enemiga en una chalana con regalos. Al recibirla los chilenos explosionó como una bomba y se hundió La Covadonga. Por eso los chilenos vinieron en la cañonera Pilcomayo para bombardear Chancay, se temía una invasión sangrienta en venganza.
Muy de mañana, los chancayanos se entregaron con fe a su Virgen de los Dolores, quien estaba en plena novena a dos días de su fiesta, el 15 de setiembre de 1880. Y se cuenta que sobre la mar bajó una densa neblina, por largo tiempo, eso les impedía obrar a los enemigos, pero se distinguía la sombra de una mujer con brillos que se desplazaba desde la playa. Es una bruja pensaron los chilenos… No, era la esperanza, Nuestra Señora de los Dolores de la Agonía, protectora de Chancay.
Hubo chancayanos que vieron el milagro y dieron testimonio. El impacto de esa visión bajó los ánimos de los enemigos e impidió el bombardeo. Pero, cuando después desembarcaron y saquearon Chancay a la mala, buscaron por todos lados a la bruja, les dijeron que era una imagen de la Virgen de los Dolores de la Agonía. La buscaron en casas y templos, no la hallaron. La imagen fue tapada en una vivienda revisada pero los chilenos no la vieron, siendo raro que no se dieran cuenta del bulto; y de igual manera cuando llevaron la imagen a refugiarla a la capilla de la hacienda Torre Blanca, aunque tapada se hizo invisible a los ojos enemigos.
La imagen de Nuestra Señora de la Agonía de Chancay es una talla muy antigua, parece ser de los tiempos de la Colonia. En los últimos años la Virgen de los Dolores de la Agonía de Chancay luce cuidada en sus atuendos y muy hermosa con flores de estación, tal se lo merece la Madre de Dios.
Alejandro Smith Bisso.
Huacho, 27/03/2021.
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