domingo, 7 de marzo de 2021

BERGOGLIO CUMPLE EL SUEÑO DE WOJTYLA

 El Papa en Ur, la cuna del monoteísmo, la patria del que recibió la bendición original de Dios.

Francisco, el nuevo Abrahán. De hecho, su pontificado, que pronto cumplirá 8 años, gira en torno a estos tres pilares: el diálogo, la defensa de los emigrantes y la apuesta por la casa común.

La Iglesia ha dejado de ser y sentirse a sí misma como la roca asediada por los enemigos que la acosan sin cesar, para pasar a ser amiga, compañera de viaje y samaritana.

El empeño contumaz de Francisco de apostar y promover el diálogo teológico, sobre todo, el diálogo de la vida, de la sangre y de la fraternidad. Todas las religiones juntas, dando ejemplo de lo que predican: el amor a los semejantes.

Francisco, el Papa ecológico, que escucha los dolores de parto de esta tierra exprimida como un limón y que se está quedando sin aliento vital.

A la causa de la fraternidad está entregando su vida. La gente lo sabe y, por eso, lo adora. Los poderosos lo saben y, por eso, lo temen. Los líderes religiosos lo saben y, por eso, lo admiran.

El 29 de junio de 1999, en su 'Carta sobre la peregrinación a los lugares vinculados a la historia de la salvación', Juan Pablo II proclamaba a los cuatro vientos su sueño de visitar Ur de los Caldeos, la patria de Abrahán, durante el año santo del 2000. La guerra del Golfo y las exigencias desmesuradas de Sadam frustraron el deseo del Papa Wojtyla. Un deseo que acaba de cumplir, veintiún años después, el Papa Bergoglio.

En Ur, a Francisco se le veía emocionado por dentro y por fuera, disfrutando de un momento histórico y tan simbólico que, posiblemente, pase a ser uno de los hitos de su pontificado. A cuestas con el sueño irrealizado de Juan Pablo II, Francisco sabe perfectamente le enorme carga simbólica que encierra la ciudad de Ur.

(RD06.03.2021).

El Papa, en UR

 

Lucio Ruben Blanco Arellano

José Manuel Vidal:

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