"Tal como uno sale de este mundo, así se presenta al juicio. Pero se ha de creer que hay un fuego purificador para expiar las culpas leves antes del juicio [universal]. La razón de ello es que la Verdad [Cristo] afirma que si uno dice una blasfemia contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero (Mt 12, 32). Con esta sentencia se da entender que algunas culpas pueden perdonarse en este mundo y algunas en el otro, pues, lo que se niega respecto de unos, hay que comprender que se afirma en relación a otros. Sin embargo, tal como ya he dicho, se ha de creer que esto se refiere a pecados leves y de menor importancia."
SAN GREGORIO MAGNO.
Diálogos, 4, 39
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