UN HOSPICIO SE VE OBLIGADO A CERRAR EN CANADÁ POR NEGARSE A OFRECER LA EUTANASIA
Un hospicio ha
tenido que cerrar en Canadá porque la organización benéfica del que dependía,
Delta Hospice Society, se negó a ofrecer la eutanasia a sus pacientes. El
Ministerio de Salud retiró los fondos públicos correspondientes, por lo que
todo el personal tuvo que ser despedido el 24 de febrero.
(Kath.net/InfoCatólica) La autoridad sanitaria estatal
también exigió el traslado de los pacientes moribundos, lo que provocó
importantes protestas por parte de los familiares.
Los
centros de cuidados paliativos de Canadá deben ofrecer la eutanasia si reciben más del 50 por
ciento de sus presupuestos de fondos gubernamentales. La
medida no se aplica a los centros confesionalmente religiosos,
que siguen teniendo derecho a la libertad de conciencia. La Delta Hospice
Society, fundada en 1991 y que gestiona un hospicio de diez camas, el Irene
Thomas Hospice, en la Columbia Británica (oeste de Canadá), no puede invocar
este derecho.
La eutanasia activa y el
suicidio asistido (MAID) se legalizaron en junio de 2016 en Canadá. A finales
de 2019, casi 14.000 personas se habían suicidado. Un nuevo proyecto de ley
según el cual la eutanasia debe permitirse sin una enfermedad que ponga en
peligro la vida, en el caso de enfermedad mental y en ciertos casos sin un
período de reflexión, se está debatiendo en el parlamento canadiense.
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