viernes, 24 de junio de 2022

BIÓGRAFO DE JUAN PABLO II CRITICA A “TEÓLOGOS” QUE ATACAN LA MORAL EN UNIVERSIDADES CATÓLICAS

George Weigel, biógrafo del Papa San Juan Pablo II y experto académico católico, escribió un artículo en el que critica la “deconstrucción de la teología moral católica” al punto de negar que existan actos “intrínsecamente malos”, una perspectiva que se presenta como nueva pero que en realidad es antigua y que se puede ver en algunas universidades católicas de Roma.

En un artículo titulado Reciclando las mismas cosas viejas”, publicado el 22 de junio en la revista First Things, Weigel recordó que en diciembre de 2021 estuvo en Roma dando un curso sobre San Juan Pablo II a gente católica de distintos contextos, que se sorprendieron por algo que les explicó.

El Concilio Vaticano II, el evento eclesial y mundial más importante del siglo XX realizado en la década de 1960 para actualizar algunas cosas en la Iglesia, “llamó correctamente a una renovación de la teología moral católica. Lo que siguió fue su deconstrucción”, explicó Weigel.

Esa deconstrucción llegó al punto en el que “prominentes teólogos morales alegaban que no había tal cosa como los ‘actos intrínsecamente malos’: es decir un acto moralmente grave por su naturaleza, siempre y donde fuese, sin considerar las intenciones de la persona y las consecuencias de sus actos”.

Weigel dijo además a sus alumnos que una de las intenciones del Papa San Juan Pablo II, cuando escribió su encíclica Veritatis Splendor (El esplendor de la verdad) fue precisar que sí existen los actos intrínsecamente malos, una convicción repetida luego en la encíclica Evangelium Vitae (El evangelio de la vida) que Karol Wojtyla escribió en 1995.

Como responsables de la perspectiva de la no existencia de los actos intrínsecamente malos, Weigel citó a los filósofos Emmanuel Kant y David Hume, “cuyo trabajo erosionó una de las convicciones fundamentales de la civilización occidental: que hay verdades construidas en el mundo y en nosotros, verdades a las que podemos llegar por la razón”.

EL ERROR EN UNIVERSIDADES PONTIFICIAS DE ROMA

Ante este avance de ideas erradas, continuó Weigel, en los últimos 25 años sí ha habido un trabajo correcto en la teología moral, “pero en los últimos nueve años los viejos errores han reaparecido y algunos son dominantes en universidades pontificias romanas”.

Aunque no lo menciona, uno de esos ejemplos es el sacerdote jesuita español Julio Luis Martínez Martínez, exrector de la Pontificia Universidad Comillas de Madrid y profesor visitante en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, quien a fines de mayo dijo a la revista estadounidense jesuita America, que la exhortación apostólica Amoris laetitia, que el Papa Francisco escribió sobre el amor en la familia, “desató los nudos” sobre el matrimonio que dejaron los Papas San Pablo VI y San Juan Pablo II.

La perspectiva antigua, que ahora se presenta como nueva, de que no hay actos intrínsecamente malos, denunció Weigel, es algo viciado, intelectualmente estéril, pastoralmente infértil y socialmente irresponsable”.

El biógrafo de San Juan Pablo II dijo luego que si el bien avanza en algunas regiones de la Iglesia se debe a que “entienden que la verdad y la misericordia van juntas, y que la Iglesia como ‘hospital de campaña’ no debe solo vendar las heridas temporalmente sino curar a las personas y enviarlas como testigos del poder de Cristo”.

ATAQUES CONTRA SAN JUAN PABLO II

Sobre los ataques contra San Juan Pablo II en la teología moral, Weigel indicó que “ningún Papa en la historia moderna de la Iglesia ha hecho tan grandes esfuerzos para explicar las verdades de la fe católica a los escépticos y cínicos”.

“Quienes atacan el heroísmo intelectual y moral de Juan Pablo en un triste intento de defender lo viejo, el catolicismo líquido que ha probado ser un fracaso evangélico en todos lados, pueden creerse sensibles pastoralmente y ciertamente algunos lo son”.

Sin embargo, concluyó Weigel, “para mis alumno solo parecen ejemplos del cansancio intelectual y la cobardía evangélica ante la agresión cultural woke”.

La palabra woke, que puede traducirse del inglés al español como “despierto”, comenzó a usarse en Estados Unidos como una referencia a la conciencia sobre el racismo. Poco a poco se fue extendiendo a otros campos como la desigualdad social desde la perspectiva de la izquierda, la ideología de género, el lobby LGBT y el feminismo radical.

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa

 

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