domingo, 6 de diciembre de 2020

LA CRUZ DEL PERDÓN

En una iglesia dentro del monasterio de Santa Ana y San José, en Córdoba, España, hay una cruz antigua. Es la imagen de la Cruz del Perdón que muestra a Jesús crucificado con su brazo derecho desbloqueado de la Cruz y hacia abajo.

Ellos cuentan que un día un pecador fue a confesar con el sacerdote bajo esta cruz. Como siempre, cuando un pecador era culpable de un crimen grave, ese sacerdote actuaba muy estrictamente.

No mucho después, esa persona volvió a caer y después de confesar sus pecados, el cura amenazó: “Esta es la última vez que lo perdoné”.

Pasaron muchos meses y ese pecador fue arrodillarse a los pies del sacerdote bajo la cruz y pidió perdón de nuevo. Pero en esa ocasión, el sacerdote fue claro y dijo: “No juegues con Dios, por favor. No puedo permitir que sigas pecando”

Pero extrañamente, cuando el sacerdote rechazó al pecador, de repente se escuchó un ruido de cruz. La mano derecha de Jesús se desbloqueó y movido por el arrepentimiento de ese hombre, se escucharon las siguientes palabras: “Soy yo quien derramó la sangre sobre esta persona, no tú”.

Desde entonces, la mano derecha de Jesús permanece en esa posición, pues sin parar invita al hombre a pedir y recibir perdón.

Dicen que cada latido de tu corazón es Dios diciendo que te ama. ¿Alguna vez te detuviste a pensar cuántas veces te lo dijo hoy?

Recuerda: Dios dijo: si me niegas entre los hombres te negaré ante el padre... Amén.

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