sábado, 26 de noviembre de 2022

¿QUÉ TIENE QUE VER EL ADVIENTO, EL APOCALIPSIS Y LA NOVELA «EL PADRE ELÍAS»? LO EXPLICA RED DE REDES

 EL PROGRAMA DE CATEQUESIS DESENFADADA DE LA ACDP, CON 3 CURAS INTERNETEROS

LOS SACERDOTES SILVA, DOMÉNECH Y BRONCHALO EN RED DE REDES, DE LA ACDP, HABLAN DEL ADVIENTO Y APOCALIPSIS

Jesús SilvaPatxi Bronchalo y Antonio María Domenech, los tres curas de Red de Redes, el programa de catequesis desenfadada de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), explican en su vídeo más reciente "las cuatro venidas de Jesucristo y su relación con el Adviento, que empieza este domingo 27 de noviembre. 

Recuerdan además que el Adviento tiene una relación con el Apocalipsis. Esto lleva a Patxi Bronchalo a recomendar una novela que es ya un clásico de la literatura apocalíptica moderna: El padre Elías, de Michael D. O Brien.

"No sé si habéis leído El padre Elías, y la continuación, que es El padre Elías en Jerusalén, que es un apocalipsis, como si en nuestro tiempo viniese el Anticristo, lejos de esas imágenes que tenemos, de llamas y fuego. Te cuenta cómo en un mundo como el nuestro llegaría la venida del Señor, un Anticristo, las señales... y te lo crees que es así, está muy bien escrito".

Patxi Bronchalo recomienda dos novelas que se han convertido en clásicos apocalípticos modernos, El padre Elías y El padre Elías en Jerusalén y que encajan bien como lecturas de adviento. Se pueden conseguir aquí en OcioHispano.

El adviento, recuerdan, es la venida de Cristo, pero en teología se suele hablar de 4 venidas de Cristo que van siempre ligadas. 

1) LA PRIMERA ES LA ENCARNACIÓN. 

Dios Hijo toma carne en la Virgen María, 9 meses antes de nacer: va ligado a la celebración de Navidad, el nacimiento de Jesucristo en Belén hace unos 2.000 años. 

2) LA VENIDA SACRAMENTAL DE CRISTO EN CADA EUCARISTÍA

“Jesús viene en cada Eucaristía de cada iglesia de cada momento del año, también en Adviento”, recuerda Domenech, y advierte que puede que los católicos no valoremos esta presencia real de Cristo, precisamente por su aparente cotidianeidad.

“¿Si solo pudieras ir a misa una vez al año, en Roma, harías el esfuerzo, sabiendo que Dios se hace allí presente? Pues si lo harías, también puedes realizar el pequeño esfuerzo de ir a misa al lado de tu casa”, señala.

En esta línea, Bronchalo recuerda la importancia de prepararse para recibir cada comunión. Lo hace con unas palabras de la Madre Maravillas: “Sacerdote, celebra esta misa como si fuera tu primera, tu última y tu única misa”.

Así, Bronchalo insiste -también a los laicos- que es necesario “caer en la cuenta de que cada misa es el Cielo en la tierra, y el centro de la vida”. Propone prestar especial atención a las frases que se repiten en la liturgia eucarística, “que tienen una fuerza enorme”.

3) JESÚS VIENE EN CADA NAVIDAD

“Cada Navidad actualiza y renueva el misterio del Nacimiento de Cristo: de algún modo, vuelve a suceder cada año”, explica Silva. El sacerdote apunta que, para prepararnos, podemos orar contemplando el Nacimiento, en las Sagradas Escrituras o mirando el belén, por ejemplo. “Dios se ha hecho pequeño, y su humildad tiene que conmoverme y llevarme a mi propia humildad”, apunta.

4) JESÚS VENDRÁ AL FINAL DE LOS TIEMPOS, EN GLORIA Y PODER

¿Y la última? “Las otras tres venidas ya han tenido lugar, pero la cuarta será el momento más importante de nuestra vida, cuando la Historia llegue a su final: Cristo vendrá en gloria y poder y el mundo será transformado”, explica Silva. Bronchalo añade que, frente a la “imagen terrorífica” del fin del mundo -los jinetes del apocalipsis, las plagas…-, a menudo se nos olvida “que la historia acaba bien, con Cristo venciendo definitivamente sobre la muerte”.

Silva, además, establece un vínculo entre el Adviento y el Apocalipsis. Las tres primeras semanas de Adviento nos hablan del fin de los tiempos, en las lecturas y la liturgiay esto es porque históricamente este tiempo penitencial no era una preparación a la Navidad, sino a la segunda venida de Cristo, dice. Señala también que Adventus es una traducción del término griego parusía, que alude a la plena manifestación de Cristo al final de los tiempos.

“El Adviento era un tiempo que la Iglesia en Jerusalén dedicaba a recordar que el mundo va a terminar, y que tengo que ordenar mi vida para estar preparado para el encuentro con Cristo, como si viniese mañana, o esta tarde”, añade Silva.

Bronchalo apunta que los antiguos cristianos decían en estos momentos Maranatha”, “Ven, Señor Jesús”, y nos invita a decirlo de corazón en este tiempo.

Domenech también plantea que debemos preparar la venida de Cristo como rey y majestad, viviendo gestos de adoración como la genuflexión y con una disposición firme de ponerle como rey de nuestra vida.

“Cuando decimos que Jesús es rey, ¿implica nuestra escala de valores, nuestro horario, nuestras prioridades? ¿Tenemos a Cristo como algo muy importante… o como lo único necesario?”, se pregunta el clérigo.

El episodio termina con recomendaciones: proponen un santo (el joven Santo Domingo Savio, alumno de San Juan Bosco), una película (Maktub, de 2011) y dos libros: La infancia de Jesús, de Benedicto XVI, y la novela El padre Elías, de Michael D. O Brien.

ReL

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