miércoles, 27 de octubre de 2021

MEMORIA DE LA COOPERATIVA PAMPA DE ÁNIMAS – 1965

Señores socios: En esta asamblea vamos a recordar su origen, fines y el desarrollo tenido en sus gestiones en las oficinas públicas.

La cooperativa Pampa de Ánimas fue fundada el 17 de diciembre de 1964. Basada en la Asociación de campesinos de la campiña de Huacho; cuyos principios sociales era sacar del minifundio a los pequeños agricultores para un mejor estándar de vida. En sus estatutos se señala la cantidad de 15 hectáreas por asociado. Todos estos fundamentos sociales de desarrollo han sido incorporados a nuestra cooperativa.

La Cooperativa agraria y de colonización se basa y fundamenta en la irrigación de 2,000 hectáreas de tierras eriazas en la pampa conocida como de las Ánimas, en la quebrada de su nombre y por donde actualmente discurren afloramientos de agua de la irrigación Santa Rosa cada día en aumento, posibilitando la irrigación de esta pampa.

Respecto a gestiones en las oficinas públicas: nuestro denuncio sigue su tramitación en la Dirección de Aguas y Regadío; hemos cancelado el derecho de hectareaje, o sea la cantidad de 20,000 soles, para que esa dirección nos considere el derecho a las tierras; pago que como cooperativas estamos exonerados, pero la Dirección de Aguas no quiere reconocer, y ante el peligro de perder todo hemos optado por cancelar la suma indicada.

Las filtraciones siguen aumentando, las aguas se están acumulando en un lomo de corvina, donde un enorme médano cierra esta quebrada en su zona más estrecha. En la Dirección de Aguas de la localidad hemos denunciado el peligro que significan para la ciudad y la campiña, igualmente lo hicimos en diarios locales, informándonos que estábamos, sin causa alguna, alarmando a la ciudadanía.

Lo que habíamos previsto se cumplió. El siete de mayo del presente se rompió el dique natural que contenían las aguas de filtraciones de la irrigación Santa Rosa, cuyo aluvión a las nueve de la noche causó gran alarma. Se tocaron campanas de las iglesias, los lugareños comentaban que un huaico bajaba por Pampa de Ánimas arrastrando todo lo que encontraba a su paso; sepultando chacras, caballos, vacas, chanchos y también algunos ranchos en la zonas de San Lorenzo y Amay. Las aguas siguieron hasta el puerto de Huacho desembocando en el mar, cerca del muelle. La ciudad se salvó de milagro de ser inundada.

Ante estos sucesos y la permanente amenaza que representaban, nos apersonamos al Ministerio de Agricultura, dejando constancia ante el propio señor ministro Silva Ruete, que inmediatamente nuestra cooperativa iba a realizar un camino de penetración, partiendo de la campiña de Huacho hasta los linderos con la irrigación Santa Rosa, por el este. Además trataríamos de desviar las aguas a la pampa respectiva, para evitar mayores daños a la campiña.

Debo recordar que solicitamos la ayuda a Cooperación Popular, y se nos facilitó 4 carretillas, 24 lampas y 24 picos con los cuales iniciamos el camino de penetración a la pampa. También la cooperación de los asociados que poseían movilidad como tractores, tráileres y otros vehículos aptos para atravesar esos arenales.

Señores, hemos tenido meses de duro trabajo, primero encausando las aguas para evitar mayores daños a los sectores de San Lorenzo y Amay; en forma particular debemos recordar la ayuda a nuestra asociada Margarita Samanamud, donde las aguas arrasaban su casa granja y su huerta y todas sus pertenencias. Luego, abriendo camino entre los enormes médanos de arena acumulada en esa quebrada por los vientos venidos de Playa Chica por miles de años. Tal es así, que se precisó que las aguas trasportaban al mar 2,000 toneladas de arena, cada día. Los carros avanzaban bordeando los médanos, más de uno cayó en profundos hoyos, como la camioneta de Máximo Vilela, pero los que veníamos en ella la levantamos en vilo en un santiamén y uniendo la fuerza de todos la pusimos nuevamente en camino.

Hasta que llegamos donde se produjo el aluvión. La estrechez de la quebrada no permitía pasar a ningún carro, recuerdo que Evidio Lindo denominó a este sitio como Pasamayito, por los constantes deslizamientos de arena; en una zona donde antes pasaban las aguas del riachuelo, se encontró un pase, pero eran trampas de barro movedizo; así, en la curva que bordeaba la quebrada, se atascó el tractor de Máximo Vilela; aguas arriba, se hundió el pequeño tractor del moreno Pedro Didrel, parecía que el agua le iba a pasar por encima.

Lo mismo sucedió con la máquina de Lindo, en el inolvidable y memorable Día del padre, en que los asociados que veníamos con él en el tráiler vencida la primera etapa, felices por haber salido a pampa abierta dejando atrás los médanos, yendo al último de las demás máquinas. Por acortar camino en el cruce de Pasamayito, Evidio se bajó del tractor, dejando el mando a su hijo mayor, señalándole una nueva ruta por un suelo que parecía firme, siendo barro movedizo por donde empezó a hundirse la máquina.

Horas estuvimos por salvarlo, desarmamos el tráiler y con los palos cruzados por debajo lo arrastramos entre el barro que era una verdadera liga, hasta un terreno firme. Luego con una marcha a pie, estuvimos en Huacho a las dos de la mañana.

La segunda fase de esta etapa, realizada este primer año, donde las dificultades del momento nos impedían avanzar por la zona de la campiña los 18 kilómetros que tiene esta pampa hasta sus linderos con Santa Rosa; al tener conocimiento que el comandante César Garcés representante de los terratenientes de esta irrigación, pretendía tomar la cabecera de la pampa, abrimos un nuevo frente yendo por Río Seco al Cerro del Ahorcado, hasta llegar a unos médanos donde empezaba la quebrada. Dejando los cerros la emprendimos a pie lampa al hombro, llevando esteras, palos y toda clase de utensilios para construir nuestro campamento. Siguiendo las filtraciones que bajaban de zonas altas, llegamos, al terminar los médanos, a una limpia pampa; entre los afloramientos de agua que emergían por distintos sitios, nuestra primera siembra fueron gramalotes y pasto elefante, que crecieron vertiginosamente por la bondad de la tierra y el clima caluroso que produce esa quebrada. Los gramalotes se ramificaron elevándose como pulpos y sus ramas tenían el grosor de un dedo. Así se sentó posesión de esta maravillosa tierra.

En un alto montículo construimos nuestro campamento con un rótulo a grandes letras que decía: cooperativa de colonización Pampa de Ánimas Ltd. 116. Los domingos que concurríamos, al divisar el letrero a gran, distancia nuestro pecho se hinchaba de emoción y orgullo. Alegres, unidos, como una sola familia iniciábamos nuestras labores construyendo las primeras acequias, sembrando y encausando las aguas.

Recuerdo un dicho del alegre moreno de Mazo, Perico Rojas, que nos causó mucha risa, por impulsar más las faenas. En vez de decir: "hablando y trabajando", expresó sonoramente conforme es su característica: "hablando y conversando".

En este bastión cooperativo de avanzada pusimos como primer colono, sentando el principio de posesión de esta pampa, al asociado Silvestre Bazalar, moreno también de Mazo. Construyendo el rancho en ese desierto donde la única fuente de vida era el agua y unos pocos pastos. A pedido nuestro, todos los asociados contribuyeron con animales y enseres para hacer más viable la vida a él, su mujer y una pequeña hija que tenían. El día de la instalación fue y será inolvidable para todos nosotros. Distribuidos los pocos enseres en la sala dormitorio y la cocina. Se soltaron todos los animales, cual Arca de Noé, en ese desierto: patos, gansos, gallinas, conejos, cuyes, palomas, chivos, chanchos y hasta una vaquillona preñada para que pronto tuviera leche. Empezaron a correr en todas direcciones. Las palomas alborotadas emprendieron vuelo, no teniendo un árbol donde cobijarse, cansadas de dar vueltas en tomo a la vivienda se posaron donde estábamos. Los chanchos, conejos y cuyes se perdieron dentro del pasto; los patos y gansos nadaban en las lagunitas, donde afloraba el agua; sólo el gallo con sus gallinas circundaban el rancho.

Hubo otro acontecimiento digno de recordar. Cuando nuestras agraciadas socias yendo rezagadas guiadas por Flor Marcos, le decían a Margarita Samanamud y a la señora Bussio: "sigamos el curso de la agüita". Filtraciones que avanzaban detrás de los médanos: sin ser vistas caminaron kilómetros pampa abajo, perdiéndose por varias horas. Las ubicó Fortunato Nicho.

Como recordaremos señores, han sido días de lucha y sacrificio, pero compensados con el conocimiento de la riqueza de esta tierra pues debajo de la arena se encuentra una arcilla fina y fertilísima. La valorizó un ingeniero de fomento que nos visitó. Al ver como discurría densamente la arcilla de un color amarillo rojizo arrastrada por el agua, le pareció crema de la leche.

El caudal cada día en aumento posibilita la irrigación de toda la pampa. Según nuestro asociado Ing. Jorge Hoyle, las filtraciones están por los 2,000 litros por segundo. Su clima es cálido por estar esta quebrada paralela a las haciendas de Vilcahuaura y Humaya, haciéndola apta para toda clase de cultivos, especialmente frutales.

Señores asociados y postulantes de la Cooperativa Pampa de Ánimas agraria y de colonización Ltd. 116: Muchos de ustedes concurren de lugares lejanos a los trabajos que realizamos domingo a domingo y creo, sin lugar a equivocarme, que la mayor satisfacción la tenemos al reunimos y empezar los trabajos alegremente: unos armando y colocando mancarrones para encausar las aguas, otros trazando y levantando acequias. Y los demás terraplaneando caminos de penetración, nivelando tierras y sembrando. Con este esfuerzo de irrigar esta pampa estamos haciendo historia, dando formación a la nueva campiña huachana, que en un futuro cercano será la despensa del pueblo de Huacho.

La directiva de los dos consejos de nuestra cooperativa, hace público su agradecimiento a sus asociados: Máximo Vilela, Evidio Lindo, Nicolás Manrique; a los postulantes Pedro Didrel y Ángel Barrera, que con sus vehículos motorizados hicieron posible la conquista de esta tierra para nuestra Cooperativa. También debemos dejar constancia de nuestro agradecimiento al Instituto Rural de Mazo por su apoyo técnico; al norteamericano Pierrot por la organización de la cooperativa; y al reverendo sacerdote Iván Pardo Figueroa, asesor nuestro, en las dependencias públicas, para evitar que estas tierras huachanas no pasen a posesión de ambiciosos terratenientes de la Irrigación Santa Rosa.

Alberto Bisso Sánchez

Presidente del Consejo de administración

Campiña de Huacho, diciembre 1966.

Por Alberto Bisso Sánchez

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