miércoles, 22 de mayo de 2019

TESTIMONIO – INSTRUMENTO MALIGNO PARA HABLAR CON EL DEMONIO


Tuvo que pasar algo fuerte en un colegio de Tarapoto y otro en Iquitos para que los medios de difusión se ocuparan de este problema de la OUIJA, que tan difundido está entre nuestra niñez y juventud en los colegios.

Hace varios años atrás que vengo previniendo con la Palabra y en folletos sobre la tristemente famosa OUIJA. Un día me solicitaron a través de una profesora  miembro de nuestro grupo, que apoyáramos a un sacerdote amigo para visitar un colegio de San Borja, el cual había sido invadido por este fenómeno maligno que tiene una gran aceptación, inclusive entre algunos irresponsables padres de familia que, por ignorancia o por gracia, regalan a sus hijos este instrumento del diablo.

¿CÓMO SE SOLUCIONÓ EL PROBLEMA? Pues, de la única manera posible: Dios lo soluciono con su presencia en este colegio. El sacerdote ingreso al colegio con el SANTÍSIMO y luego de una Misa, Confesión y Comunión de más de 1500 alumnos y alumnas, se ENTRONIZÓ EN EL COLEGIO, el SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS,  y santo remedio.

Lo que viví ese día nunca lo voy a olvidar. Primeramente, nunca había visto a tantos jóvenes confesándose y comulgando, y sobre todo, esa paz y esa calma después de la tormenta… y que tormenta.

Nuestra hermana de grupo – la profesora – me contó lo que pasaba-. Un día, se acercaba ella a la capilla del colegio, y encontró a una pequeña niña… el dialogo fue más o menos así:
Profesora: ¿Qué estás haciendo niña?
Alumna: Estoy conversando con el diablo… ¿quieres intentarlo?
Profesora: Pero… ¿por qué haces eso y aquí en la capilla?
Alumna: No sé… yo le pregunto cosas y él me responde.
Profesora: ¿Nadie te ha dicho que eso es malo?
Alumna: No… mi papi me la regaló, se llama OUIJA.

Luego de eso vinieron otras manifestaciones, que se fueron incrementando conforme los alumnos iban aceptando más y más estos artefactos malignos.  Así fueron pasando cosas raras que obligaron a las autoridades del colegio a tomar cartas en el asunto. Por ejemplo, a la hora de la formación en la mañana, un día cayó del aire un gran abejorro que causo pánico entre los alumnos… todos corrían como locos por todos lados… se acabó la formación. Otro día sintieron los alumnos en otra formación que el piso del patio  en donde estaban reunidos se movía como olas.

Muchos cayeron en descanso espiritual y en cierto momento se me acercó un alumno muy alto y fuerte que me dijo: “Hermano podría tumbarme” Seguro que, por curiosidad al ver a muchos de sus amigos en el suelo, en descanso, él se animó… le puse las manos y cayó en descanso espiritual. Estoy seguro que este alumno nunca se va a olvidar lo que le sucedió ese día.

¿POR QUÉ EL GRUPO APOYÓ? Porque ya sabíamos algo sobre eso. El caso de una joven de 25 años que, a través de la OUIJA se había entregado al demonio, a cambio de ser la primera en su centro de trabajo. Así fue que su familia, al notar el comportamiento extraño de la joven, recurrió a nosotros por ayuda. El grupo, ya había tenido otras experiencias de este tipo y de otras peores, y en cierta forma podíamos orientarlos. En este caso, primero que todo, le pedimos a la joven que se confesara y comulgara. El sacerdote que la confesó le dio como penitencia confesión y comunión diaria durante un mes, aparte de una parte del Rosario. El grupo la visitó una vez por semana durante tres meses hasta que quedó completamente limpia del demonio. Cambió su actitud con la familia y, aunque ya no era la MAS-MAS de su oficina, se convirtió nuevamente en algo mucho mejor… EN HIJA DE DIOS. Como siempre Él es el único que recaba el bien del mal.

Otro caso fue el de una niña de 10 años. Ella mandaba a todos en su hogar, decía que comer, que ropa ponerse, como comportarse, etc. También la maldita OUIJA, fue la causante de ese enorme desorden. Esta pequeña niña dominaba a todos en su casa solamente con la mirada. A su hermano menor lo asustaba de una forma muy extraña. Había en su dormitorio un cuadro de un NIÑO LLORÓN, ese cuadro que venden por todos lados de un niño soltando un lagrimón. Bueno, esta niña, ayudada por el demonio, hacía que este niño llorón se bajara del cuadro, se acercaba a la cama de su hermano y se la moviera hasta que el pobre hermanito se quedara petrificado de miedo. Ella aprendió en su colegio a usar la OUIJA. Y así como este ejemplo, muchas cosas más. El padre, amigo mío, solicitó que lo visitáramos para ver que podríamos hacer. Le dije que nosotros nada, pero Dios sí. La niña  cambió, y la situación mejoró en ese hogar. Si ven actitudes raras en sus hijos comuníquense con su parroquia.

Por ahí escuché en televisión que la OUIJA servía para comunicarse con los ESPÍRITUS. ¿QUÉ ESPÍRITUS? Me pregunto yo. Es el mismo demonio el que se hace pasar por la abuelita, el papa, el tío, o por quien quieras comunicarte, así te va endulzando hasta que, una vez convencido, te hace hijo suyo alejándote de Dios Nuestro Señor. No jueguen con el demonio y evitan estas tonterías. Si eres hijo de Dios, solo puedes acceder a lo invisible a través de Dios Espíritu Santo, no a través del demonio y sus artefactos diabólicos. Si eres hijo de Dios lo único que debe interesarte es que tu meta, el día que partas al otro mundo, sea Dios. Prepárate para llegar bien a Él siguiendo sus Mandamientos y alejándote del maligno… a menos que quieras cambiar de meta.

Les informo que no solamente existe la OUIJA tradicional, la de letras y números, las de la copa que se mueve. Las hay de diferentes formas… en los colegios usan los plumones (esos para escribir), algunas niñas usan las tijeras, casi cualquier cosa puede servir de OUIJA, cualquier cosa que se mueva puede servir. ¿Recuerdan a las mamás en cinta, que se ponen un arito colgado de un hilo rojo sobe la barriguita para saber que sexo va a tener el bebe que viene? Bueno, eso también es OUIJA. Las hay de toda forma y tamaños, así que no se dejen engañar por artefactos raros o comunes que algunos quieran usar para involucrarlos.

Eso que paso en el colegio de Tarapoto, no se trata de una histeria o psicosis colectiva, se trata de algo muy serio en que  deberían preocuparse, no solo la Iglesia sino también los mismos padres de familia, que aceptan estos juegos diabólicos entre sus hijos sin medir las consecuencias. Ojala que los medios de difusión se acuerden de vez en cuando de lo que está aconteciendo en nuestra niñez y juventud, dándole más énfasis a estas noticias, que nos hacen recordar que existe el mal y que debemos evitarlo.

¡SEÑOR… AYÚDANOS!

José Miguel Pajares Clausen

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