viernes, 24 de noviembre de 2023

QUÉ DICE LA IGLESIA... DEL CONSUMISMO

 Compendio de Doctrina Social de la Iglesia en el que se aborda el tema del consumismo y la creación de falsas necesidades y cómo ha sido tratado el tema en los principales documentos sociales de la Iglesia.

Por: Varios | Fuente: Publicado con autorización de www.signodelostiempos.com

«En el mundo, donde surgen y se delimitan nuevas necesidades, se da siempre una concepción más o menos adecuada del hombre y de su verdadero bien. A través de las opciones de producción y de consumo se pone de manifiesto una determinada cultura, como concepción global de la vida. De ahí nace el fenómeno del consumismo .Al descubrir nuevas necesidades y nuevas modalidades para su satisfacción, es necesario dejarse guiar por una imagen integral del hombre, que respete  todas las dimensiones de su ser y que subordine las materiales e instintivas a las interiores y espirituales» ( Centesimus Annus 36).

«El peligro del abuso consumístico y de la aparición de necesidades artificiales, de ninguna manera deben impedir la estima y utilización de los nuevos bienes y recursos puestos a nuestra disposición» ( Sollicitudo Rei Socialis 29).

«Nuestro tiempo es dramático y al mismo tiempo fascinador. Mientras por un lado los hombres dan la impresión de ir detrás de la prosperidad material y de sumergirse cada vez más en el materialismo consumístico , por otro manifiestan la angustiosa búsqueda de sentido, la necesidad de interioridad, el deseo de aprender nuevas formas y modos de concentración y de oración» ( Redemptoris Missio 38).

«La situación del hombre en nuestra época no es ciertamente uniforme, sino diferenciada de múltiples modos. Estas diferencias tienen sus causas históricas, pero tienen también una gran resonancia ética propia. ... Es bien conocido el cuadro de la civilización consumística, que consiste en un cierto exceso de bienes necesarios al hombre, a las sociedades enteras —y aquí se trata precisamente de las sociedades ricas y muy desarrolladas— mientras las demás, al menos amplios estratos de las mismas, y muchas personas mueren a diario por inedia y desnutrición» ( Redemptor Hominis 16).

«Sobre el fondo de un gigantesco remordimiento constituido por el hecho de que, al lado de los hombres  y de las sociedades bien acomodadas y saciadas, que viven en la abundancia, sujetas al consumismo y al disfrute, no faltan dentro de la misma familia humana individuos ni grupos sociales que sufren el hambre... (Dives in Misericordia 11).

«Es asimismo preocupante, junto con el problema del consumismo y estrictamente vinculado con él, la cuestión ecológica. El hombre, impulsado por el deseo de tener y gozar, más que de ser y de crecer, consume de manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra y su misma vida...» ( Centesimus Annus 37).

No hay comentarios: