El padre de la criminología moderna, el sociólogo italiano del siglo XIX Cesare Lombroso (1835-1909), creía que la criminalidad estaba determinada genéticamente
Por: Michael Cook | Fuente: Mercatornet.com
El padre de la criminología moderna, el sociólogo italiano del siglo XIX
Cesare Lombroso (1835-1909), creía que la criminalidad estaba determinada
genéticamente.
Los “criminales
natos” podían ser detectados a través de la presencia de una larga lista
de “estigmas”
como rostros asimétricos, frente muy curvada, grandes orejas e incluso
ser zurdos (¡algo muy siniestro!).
Los criminales eran retrocesos biológicos atávicos, reversiones al
estado de simio, hombre y mujeres condenados a vidas degeneradas.
En cambio, la criminología moderna insiste más en la educación y la
galería de tipos criminales de Lombrosos ha sido desacreditada. Nuestro sistema
legal asume la libre voluntad y la posibilidad de rehabilitación.
PERO LA
IDEA DE QUE LOS CHICOS MALOS TIENEN GENES MALOS PUEDE ESTAR VOLVIENDO OTRA VEZ.
Fotografías que tomó Cesare Lombroso y se guardan en su museo de Turín:
los rostros y la forma del cráneo, decía, pueden predecir quién va a ser un
criminal, y de qué tipo
¿CAUSA GENÉTICA PARA
CRÍMENES SEXUALES?
Hace unas
semanas, un estudio en el International Journal of Epidemiology dio la vuelta al mundo con titulares
como “Sex offending is written in DNA of some men” (Los delitos sexuales están escritos en el ADN de algunos
hombres, ndt).
Investigadores del Karolinska Institutet, en colaboración con la
Universidad de Oxford, hallaron que familiares cercanos de hombres acusados de
delitos sexuales como el abuso infantil o la violación cometen delitos
semejantes con más frecuencia que los otros sujetos de comparación del estudio.
Ello, afirman, está causado más por factores genéticos que por el
ambiente familiar. Según estos investigadores, casi el 2.5% de los hermanos o hijos
de agresores sexuales convictos son, a su vez, agresores sexuales convictos
mientras que el índice equivalente para hombres entre la población general es
del 0.5%.
“Tener un padre o un hermano convicto por agresión
sexual aumenta por 4 ó 5 las posibilidades de ser uno mismo encarcelado” si se compara con el grupo
control, han dicho los investigadores.
DE LA PRENSA
AMARILLA A LA FILOSOFÍA DE UNIVERSIDAD
Mientras el
periódico londinense Daily Mail alzaba su voz con el titular “Sex crimes may run in a family´s male genes” (Los
crímenes sexuales pueden estar en los genes masculinos de una familia, ndt), el
fallecido Jimmy Savile, famoso artista británico que presuntamente había
abusado de cientos de personas, muchas de las cuales niños, tenía un hermano
(ya fallecido) que era también sospechoso de haber cometido varias agresiones
sexuales. Verdad o no, el determinismo genético tiene un atractivo perenne.
Y no sólo para la prensa amarilla sensacionalista como el Daily Mail. Un
filósofo utilitarista australiano, Julian Savulescu, actualmente profesor en
Oxford, y un cierto número de bioeticistas han apoyado propuestas similares,
como la de apoyar las investigaciones y la selección de embriones para eliminar
aquellos que están predispuestos a rasgos como la agresión, la impulsividad, la
avaricia y la incapacidad de sentir empatía.
“Las parejas tienen la obligación de hacerse
pruebas en relación a ‘los genes asociados con la criminalidad’ y seleccionar a
los embriones que tienen una menor tendencia a estos comportamientos,” ha argumentado Savulescu.
Rápidamente, los investigadores suecos insistieron en que los familiares
de hombres como Jimmy Savile no necesariamente se convierten en monstruos. "Lo que es más importante es que esto no implica que
los hijos o hermanos de los agresores sexuales se convierten inevitablemente,
también ellos, en agresores", dijo el Professor Niklas Langstrom,
el autor principal del estudio.
Tom Cruise en la película Minority Report (la Fox hará una serie este
año); la policía tiene unos videntes que prevén quién va a cometer un crimen,
quizá incluso antes de que decida cometerlo... y se le detiene igual
COMO EN MINORITY
REPORT: CULPABLE ANTES DE ACTUAR
Esto es algo
que la policía debe saber. "A pesar de que las
condenas por crímenes sexuales son relativamente pocas en conjunto, nuestro
estudio demuestra que el aumento del riesgo vinculado a la familia es
significativo. Un tratamiento preventivo en las familias de riesgo podría
reducir el futuro número de víctimas".
La frase “tratamiento preventivo” evoca
la siniestra policía PreCrimen de la película de Spielberg Minority Report. ¿Es esto en lo que están pensando? Hasta un cierto
punto la respuesta es sí.
Ante todo, recomiendan que a los padres y hermanos de agresores sexuales
se les ofrezca asesoramiento psicológico para fomentar su conciencia sobre los
límites sexuales y ayudarles en la gestión de los conflictos.
Segundo, recibirán “ayuda psicológica y
farmacología para ayudarles a disminuir los factores de riesgo como las
distorsiones cognitivas, la inestabilidad emocional y la hipersexualidad”.
Si en Suecia se toman en serio estas sugerencias no es difícil imaginar
un ejército de trabajadores sociales, profesores, genetistas y policías
monitorizando a los familiares masculinos de los agresores sexuales desde el
jardín de infancia hasta el asilo.
Se convertiría rápidamente en una pesadilla para los derechos civiles y
en un despilfarro en funcionarios públicos.
Por suerte, hay pocas probabilidades de que esto ocurra.
LA CIENCIA NO ASOCIA
GENES CON VIOLENCIAS
Como
periodista para Science, Emily Underwood comentó que estos hallazgos deben
tomarse “con muchísima cautela” debido a las
limitaciones en los datos. “Estamos aún lejos de
determinar los genes que puedan explicar por qué una persona comete una
violación u otro tipo de crimen sexual”.
Pero Nathaniel
Comfort, historiador de la genética en la Universidad
Johns Hopkins no estuvo tan comedido en sus comentarios. “¿Te lo puedes creer? ¿Una correlación familiar como
vínculo genético para una predisposición al crimen? Esto es muy simplista; es
como estar de nuevo en 1910. No es regreso al futuro; es llevar hacia adelante
el pasado”.
Estamos aún lejos de llegar al corazón del
determinismo genético.
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