martes, 11 de febrero de 2020

NO SÉ SI DIOS QUIERE SANARME


Uno de los mayores obstáculos para recibir nuestra sanidad es la duda acerca de la voluntad de Dios para sanarnos, porque si no estamos seguros que Dios quiere sanarnos, es más difícil creer por nuestra sanidad.
Marcos 1: 39-41 dice acerca de Jesús: Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. Vino a él un leproso que, de rodillas le dijo: SI QUIERES, puedes limpiarme. Jesús, tendiendo misericordia de él, extendió la mano, lo tocó y le dijo: QUIERO, sé limpio.
Si Jesús sanó a los enfermos, entonces es la voluntad del Padre sanar a los enfermos. Y puesto que es la voluntad del Padre sanar a los enfermos, por consiguiente, es la voluntad del Padre sanarte a TI.
El problema está en que por diferentes circunstancias dudamos que Dios quiera sanarnos. Algunos dicen que debemos sufrir como Cristo sufrió, otros dicen que la enfermedad es la voluntad de Dios, otros dicen que la sanidad es solamente para algunos, otros dicen que la enfermedad glorifica a Dios y otros dicen que debemos ser pacientes.
En este pasaje vemos que este hombre no está seguro que Jesús quiera sanarlo, pero Jesús le confirma su voluntad: QUIERO le dice, se sanó. Jesús dijo que venía para mostrar la voluntad del Padre y la mayor parte de su ministerio lo pasó sanando a los enfermos. ¿Por qué dudar si es la voluntad de Dios sanar?
Otras personas piensan que Dios no los quiere sanar por algo malo que hicieron o porque no cumplieron tal o cuál mandamiento. Pero, las personas que Jesús sanó, eran igual que nosotros, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Eso no les impidió recibir su sanidad, solamente fueron confiando en que Jesús podía sanarlos.
Si tú crees que Dios está molesto contigo por algo malo que hiciste, sólo arréglalo, acércate a él, arrepiéntete, recibe el perdón y recibe tu sanidad. Dios es tu padre y te ama, él no quiere destruirte, el quiere restaurarte completamente.
Ya sabes, cuídate mucho. Bendiciones!!!

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