El sol no descubre la presencia de la hierba que vive bajo la piedra.
La
blanca palidez de la hierba sin clorofila es la protesta de una existencia
vegetal sin el elemental reconocimiento por parte de la luz.
El
hombre, para existir, necesita ser reconocido. Es más: necesita
ser admirado.
La
admiración es, para las personas, como la clorofila para las plantas: por ella se siente uno vivir.
Sin
ella, la vida expande muerte y soledad.
«Poned atención: Un corazón solitario no es un corazón»
(Antonio Machado)
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