Por fe creemos que la Virgen fue asunta al cielo, pero ¿qué significa esto? Aquí 5 claves para comprender mejor esta verdad de fe.
1. SE DEBE CONOCER LO
QUE SIGNIFICA UN DOGMA
Un dogma es una verdad de fe absoluta, definitiva, infalible,
irrevocable e incuestionable revelada por Dios a través de la Biblia o la
Sagrada Tradición. Luego de ser proclamado no se puede derogar o negar, ni por
el Papa ni por decisión conciliar.
Para que una verdad se torne en dogma es necesario que sea propuesta de
manera directa por la Iglesia Católica a los fieles como parte de su fe y de su
doctrina, a través de una definición solemne e infalible por el Supremo
Magisterio de la Iglesia.
2. “ASUNCIÓN” NO
SIGNIFICA LO MISMO QUE “ASCENSIÓN”
Según la tradición y teología de la Iglesia Católica, la Asunción de
María es la celebración de cuando el cuerpo y alma de la Virgen fueron
glorificados y llevados al Cielo al término de su vida terrena. No debe ser
confundido con la Ascensión, la cual se refiere a Jesucristo.
Se dice que la resurrección de los cuerpos se dará al final de los
tiempos, pero en el caso de la Virgen María este hecho fue anticipado por un
singular privilegio.
La Asunción también es celebrada por la Iglesia Ortodoxa, que la conoce
como “dormición”.
3. EL DOGMA SE PROCLAMÓ
HACE 71 AÑOS POR PÍO XII
Desde 1849 empezaron a llegar a la Santa Sede diversas peticiones para
que la Asunción de la Virgen sea declarada dogma de fe. Fue el Papa Pío XII
que, el 1 de noviembre de 1950, publica la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus” que proclama el dogma con
estas palabras:
“Después de elevar a Dios muchas y reiteradas
preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios
omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor
de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte;
para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda
la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los
bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos,
declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre
de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta
en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
4. LA ASUNCIÓN DE MARÍA
ES ANTICIPACIÓN DE NUESTRA PROPIA RESURRECCIÓN
Esta fiesta tiene un doble objetivo: la
feliz partida de María de esta vida y la Asunción de su cuerpo al cielo. La
respuesta al por qué es importante para los católicos, la encontramos en el
Catecismo de la Iglesia Católica, que dice en el numeral 966: “La Asunción de la Santísima Virgen constituye una
participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la
resurrección de los demás cristianos”.
La importancia que tiene para todos nosotros la Asunción de la Virgen se
da en la relación que ésta tiene entre la Resurrección de Jesucristo y nuestra
resurrección. El que María se halle en cuerpo y alma ya glorificada en el
Cielo, es la anticipación de nuestra propia resurrección, dado que ella es un
ser humano como nosotros.
5. LA VIRGEN NO
EXPERIMENTÓ CORRUPCIÓN EN EL CUERPO AL FINAL DE SU VIDA TERRENA
La Escritura no da detalles sobre los últimos años de María sobre la
tierra desde Pentecostés hasta la Asunción, solo sabemos que la Virgen fue
confiada por Jesús a San Juan. Al declarar el dogma de la Asunción de María,
Pío XII no quiso dirimir si la Virgen murió y resucitó enseguida, o si marchó
directamente al cielo. Muchos teólogos piensan que la Virgen murió para
asemejarse más a Jesús, pero otros sostienen que ocurrió el “Tránsito de María” o Dormición,
que se celebra en Oriente desde los primeros siglos.
En lo que ambas posiciones coinciden es que la Virgen María, por un
privilegio especial de Dios, no experimentó la corrupción de su cuerpo y fue
asunta al cielo, donde reina viva y gloriosa junto a Jesús.
POR LILIANA MONTES
| ACI Prensa
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