El Papa Francisco explicó por qué hace 20 años el Papa San Juan Pablo II consagró el mundo a la Divina Misericordia, un gesto que mantiene toda su actualidad e importancia.
Luego del rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro, el
Santo Padre dirigió su atención a “los numerosos
peregrinos que hoy se reúnen en el Santuario de la Divina Misericordia en
Cracovia (Polonia), donde hace 20 años San Juan Pablo II hizo el acto
de encomendar al mundo a la Divina Misericordia”.
“Hoy más que nunca vemos el sentido de ese gesto,
que queremos renovar en la oración y el testimonio de la vida”, resalto el Papa Francisco.
El Santo Padre explicó que “la misericordia
es el camino de la salvación para cada uno de nosotros y para el mundo entero”.
En ese sentido, el Papa Francisco animó a pedirle a Dios “misericordia especial, misericordia y piedad por el
martirizado pueblo ucraniano”.
La guerra en Ucrania lleva ya casi seis meses, desde que Rusia invadió
el país el pasado 24 de febrero, conflicto que ha dejado miles de víctimas y ha
suscitado el éxodo de millones de refugiados.
Esta semana el Papa Francisco volvió a manifestar su solidaridad en una
llamada telefónica al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
LA CONSAGRACIÓN DEL
MUNDO A LA DIVINA MISERICORDIA
El 17 de agosto de 2002, el Papa San Juan Pablo II consagró el mundo a
la Divina Misericordia, en su santuario en Cracovia, en Polonia.
En la homilía de
la Misa que presidió ese día allí, el Papa polaco dijo que quería “consagrar solemnemente el mundo a la Misericordia
Divina”.
“Lo hago con el deseo ardiente de que el mensaje
del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de Santa Faustina, llegue
a todos los habitantes de la tierra y llene su corazón de esperanza”,
dijo el Papa Wojtyla.
San Juan Pablo II expresó su deseo de que “ojalá
se cumpla la firme promesa del Señor Jesús: de aquí debe salir ‘la
chispa que preparará al mundo para su última venida’”.
El Papa peregrino dijo ese día que “es
preciso transmitir al mundo este fuego de la misericordia. En la misericordia de Dios el
mundo encontrará la paz, y el hombre, la felicidad”.
“Os encomiendo esta tarea a vosotros, amadísimos
hermanos y hermanas, a la Iglesia que está en Cracovia y en Polonia, y a todos
los devotos de la Misericordia divina que vengan de Polonia y del mundo entero.
¡Sed testigos de la misericordia!”, alentó
San Juan Pablo II.
AYUDA A SOMALIA Y OTROS
PAÍSES AFECTADOS POR LA SEQUÍA
Al concluir el rezo del Ángelus este domingo, el Papa Francisco se
refirió a la “grave crisis humanitaria que golpea a
Somalia y algunas zonas de los países limítrofes. Las poblaciones de esta
región, que ya viven en condiciones muy precarias, se encuentran ahora en
peligro mortal a causa de la sequía”.
“Auspicio que la solidaridad internacional pueda
responder eficazmente a tal emergencia”, agregó.
“Lamentablemente, la guerra desvía la atención y
los recursos, pero estos son los objetivos que requieren el máximo esfuerzo: la
lucha contra el hambre, la salud, la educación”, concluyó el Santo Padre.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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