Carlos Álvarez, conocido actor y comediante peruano, invitó a sumarse a la “Cruzada de Fe” impulsada por la Diócesis de Chiclayo, en el norte del Perú, a fin de recaudar fondos para la construcción de un santuario eucarístico en el lugar donde ocurrió el primer y único milagro eucarístico nacional.
“Estoy aquí frente a la imagen del Divino Niño del
Milagro y quiero aunarme al pedido de millones de peruanos para que se
reconozca las apariciones del Niño Jesús en la Hostia Consagrada; la primera el
2 de junio de 1649 y la segunda el 22 de julio de 1649”, dijo Álvarez en un video mensaje transmitido desde Ciudad Eten, donde
ocurrió el prodigio.
Álvarez pidió que “todos apoyemos esta
cruzada de fe” para la construcción del santuario.
“Todos a colaborar, porque sé que el Divino Niño
del Milagro de Eten va a iluminar a este pueblo tan maravilloso y noble como lo
es Ciudad Eten. Que Dios los bendiga”, concluyó
el artista peruano.
Actualmente, el Obispo de Chiclayo, Mons. Robert Prevost, busca el
reconocimiento del Vaticano para el milagro eucarístico, y por ello entregó al
Papa Francisco en Roma, en el 2019, un documento con la historia de la
devoción, que reúne 20.000 testimonios de fe.
En el 2019, Mons. Prevost dijo que “este
milagro está aprobado en cuanto una tradición continua en la ciudad de Eten”.
En agosto del 2022 se anunció la construcción del Santuario Eucarístico
del Niño del Milagro, en un terreno cedido por el Gobierno Regional de
Lambayeque.
ASÍ PODRÁS DONAR PARA
LA CONSTRUCCIÓN DEL SANTUARIO EUCARÍSTICO
El Obispado de Chiclayo abrió una cuenta para que los feligreses de todo
el país y el mundo contribuyan en la edificación del Santuario Eucarístico en
Ciudad Eten, cuyo costo asciende a 11 millones de soles (2.7 millones de
dólares aproximadamente).
Se puede realizar el aporte a las siguientes
cuentas del Banco de Crédito:
SOLES: 305-04604366-0-61 (CCI:
00230510460436606114)
DÓLARES: 305-04604376-1-71 (CCI:
00230510460437617119)
HISTORIA DEL MILAGRO
EUCARÍSTICO DE CIUDAD ETEN
El 2 de junio de 1649 en el pueblo de Santa Magdalena de Eten, en la
Misa de la víspera de la Solemnidad de Corpus Christi el Divino Niño se
apareció en una hostia consagrada.
El prodigio se repitió el 22 de julio del mismo año, cuando se oficiaba
la Misa en honor a la patrona, Santa María Magdalena.
Ese día ocurrió nuevamente la aparición del Niño, y luego la de tres
corazones entrelazados que simbolizaban a la Santísima Trinidad.
El Beato Carlos Acutis explicó este prodigio de la siguiente manera: “En la Hostia había aparecido un rostro resplandeciente
de un Niño. Estaba rodeado de rizos castaños que caían sobre sus hombros. Todos
los fieles presentes pudieron ver lo mismo”.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa
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