¡SIMIENTE DE MI PADRE, NO OS APARTÉIS NI UN SOLO INSTANTE DE
DIOS, PORQUE EL ENEMIGO DE VUESTRA ALMA ANDA COMO LEÓN RUGIENTE, BUSCANDO
A QUIEN DEVORAR!
FEBRERO 09 2020 2:45 P.M.
LLAMADO AL PUEBLO DE DIOS DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL Y LOS
ARCÁNGELES Y ÁNGELES DE LA MILICIA CELESTIAL. MENSAJE A ENOCH
La
Paz del Altísimo esté con todos vosotros, Pueblo de Dios.
¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios!
Simiente
de mi Padre, no os apartéis ni un solo instante de Dios, porque el enemigo de
vuestra alma anda como león rugiente, buscando a quien devorar. Las batallas
espirituales en vuestra mente, cada día serán más fuertes; protegeros con
vuestra Armadura Espiritual y a todo instante invocad el Poder de la Sangre del
Divino Cordero de Dios; invocad también a Nuestra Señora y Reina, a nuestro Amado
Príncipe Miguel, a las Almas Bienaventuradas y también a nosotros los
Arcángeles y Ángeles de la Milicia Celestial; gustosos vendremos a defenderos
de los ataques y dardos incendiarios del maligno que buscan robaros la paz y si
os descuidáis vuestra alma.
Yo,
Miguel, vuestro Príncipe, me encuentro ya en medio de vosotros; llamadme con mi
grito de batalla: ¿Quién como Dios? ¡Nadie como
Dios!, tres veces y vendré presto con mis Hermanos a socorreros. No
tengáis miedo porque el temor no viene de Dios, rechazad inmediatamente todo
dardo incendiario que el maligno os envíe a vuestra mente, no dejéis que os
penetre para que no se fortalezca y os haga caer en la tentación.
Pueblo
Amado de Dios, permaneced firmes en la fe, orantes y vigilantes, acordaos que
mientras más os acerquéis al Altísimo, haciendo su voluntad, más ataques y
tentaciones del maligno vais a tener; nuevamente os digo, si estáis aferrados a
Dios a través de la oración, el ayuno y la penitencia, el enemigo de vuestra
alma no podrá haceros caer en sus engaños y ataques espirituales. Ya estáis
Pueblo de Dios en los días de batalla espiritual; velad y orad para que no
caigáis en tentación; mortificad vuestros sentidos y vuestra carne, acordaos
que sois frágiles y débiles y sin la ayuda del cielo os perderéis. Permaneced
alertas y vigilantes, como soldados de la Milicia terrenal que sois; no bajéis
la guardia con la oración, porque el enemigo de vuestra alma y sus espíritus
del mal, os asechan a todo instante; leed la Santa Palabra de Dios y grabadla en
vuestra mente y en vuestro corazón, porque ella, es Espada del Espíritu, que os
defenderá de los ataques y dardos incendiarios del maligno. Os recuerdo
Hermanos, que el enemigo de vuestra alma, os atacará por donde más débiles
estéis; especialmente os atacará por la carne, los sentidos y la fe; busca
engañaros y crearos la duda, para que perdáis la confianza en Dios y en sí
mismos. Por eso Hermanos, debéis de cerrar toda puerta espiritual abierta con
la oración, la confesión, el ayuno y la penitencia, fortaleciéndoos con la
comunión diaria y meditando la Santa Palabra de Dios.
Simiente
de mi Padre, las buenas obras y la limosna, dada con amor a vuestro prójimo y
ofrecida a Dios por vuestros pecados, también os sirven para fortaleceros en la
lucha espiritual. Atended pues Pueblo de Dios, estas instrucciones que os
damos, para que las pongáis en práctica y así salgáis victoriosos en la batalla
espiritual de cada día. Quedad en la Paz del Altísimo, Amado Pueblo de Dios.
Vuestros Hermanos y Servidores, Miguel Arcángel y los Arcángeles
y Ángeles de la Milicia Celestial
Dad Hermanos a conocer nuestros mensajes, a toda la humanidad.
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