La primera lectura de hoy nos presenta un texto de Isaías. El profeta anuncia lo que será la venida del Reino. Encontramos una frase muy bella:
De las espadas forjarán arados, de sus lanzas podaderas. No alzarán la espada nación contra nación, ni se prepararán más para la guerra.
Transformar las armas en útiles agrícolas. Transformar las armas en máquinas de progreso y bienestar. Pero no sólo las armas sirven para matar. Hay estructuras de guerra que no son materiales y son tanto o más mortíferas, porque son ellas las que hacen que las armas se pongan en funcionamiento.
Transformar las espadas en arados y las lanzas en podaderas, es eliminar todo lo que conduce a la violencia. Nuestras palabras, para empezar. Hay discursos más mortíferos que una bomba.
Las estructuras injustas. No habrá paz mientras en el mundo unos pocos lo tengan todo y el resto no tenga nada. Una sociedad basada en el dinero, sólo conduce a la opresión y al enfrentamiento.
Transformar espadas y lanzas, es crear estructuras solidarias. Ver al otro como un hermano y no como un contrincante.
Mientras sigamos preparándonos para la guerra no habrá paz. El dicho latino de "si vis pacem para bellum" (si quieres la paz prepara la guerra), es la mentira más grande que se ha dicho nunca. Llevamos más de veinte siglos repitiéndolo y no hemos tenido en ese tiempo ni un minuto de paz real en toda la tierra. Las armas, los ejércitos sólo crean la falsa paz del miedo, pero no arreglan los problemas que nos dividen.
Preparar la paz es luchar por la justicia, clamar por la solidaridad, hacer reinar el amor. Se trata de desviar nuestras energías del mal y enfocarlas en el bien, de eliminar lo negativo de nuestras vidas.
Joan Josep Tamburini
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