lunes, 1 de noviembre de 2021

LA EXTRAÑA HISTORIA DE 5.000 RELIQUIAS QUE SE ENCUENTRAN AL INTERIOR DE UNA CAPILLA

Ubicado en un vecindario tranquilo en las colinas que se elevan sobre Pittsburgh (Estados Unidos) se encuentra una pequeña capilla, lugar que alberga una pieza de la Corona de Espinas, un diente de San Antonio de Padua y más de 5.000 otras reliquias verificadas, o restos de santos de todo el mundo.

Estas reliquias –fragmentos de los cuerpos y los restos de las pertenencias de innumerables santos–, continuaron teniendo aventuras terrenales mucho después de la muerte de los santos. Muchas de ellas viajaron por todo el mundo para escapar de la guerra, la confiscación y la profanación hasta llegar a las manos seguras de un médico y sacerdote nacido en Bélgica, el P. Suitbert Mollinger, quien fundó la capilla.

La capilla ahora tiene la mayor colección de reliquias fuera de Roma.

“El P. Suitbert Mollinger, bueno, tenía un pasatiempo inusual en el que le gustaba adquirir reliquias de los santos”, explicó a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– Carole Brueckner, presidenta del comité de la Capilla de San Antonio.

Pero en medio de la agitación política y social que experimentó Europa a fines del siglo XIX, este curioso pasatiempo fue crucial para salvar reliquias de todo el continente.

Desde el siglo II, los católicos han honrado las reliquias de los santos, ya sean pedazos de partes del cuerpo o pertenencias preciadas. Si bien los teólogos y los documentos de la Iglesia aclaran que las reliquias no deben ser adoradas, ni tienen poderes mágicos, la enseñanza agrega que las reliquias deben tratarse con respeto, ya que pertenecen a personas que ahora están en el cielo.

Si bien las reliquias no tienen poder en sí mismas, Dios puede continuar obrando milagros en la presencia del cuerpo del santo incluso después de la muerte, enseña la Iglesia. Las reliquias están presentes en, o debajo, de muchos altares católicos.

Debido a su importante lugar en la devoción católica, así como a su presencia en la Misa, las reliquias se convirtieron en blanco de persecución anticatólica en Europa.  

“Fue una época muy caótica, en cierto sentido, para los católicos, porque la gente estaba luchando por territorios y países”, dijo el Brueckner. 

A mediados y finales del siglo XIX, las fronteras políticas, y también las identidades religiosas de las regiones de Europa cambiaron a medida que se formaban los estados-nación modernos de Alemania, Italia, Francia y Bélgica, a la vez que el poder de la nobleza y de la Iglesia disminuía. Luego surgieron los gobiernos laicos.

Muchos nobles y religiosos “tenían miedo de que sus gobiernos o las monarquías bajo las que vivían les confiscaran las reliquias”, explicó. En algunas regiones, continuó Brueckner, las autoridades incluso “profanaron las reliquias y en ocasiones metían a alguien en prisión por tener una reliquia en su poder”.

“Debido a lo que estaba sucediendo en Europa, este era un momento oportuno para que el Padre enriqueciera su propia colección personal de reliquias de los santos”, explicó. 

Si bien está prohibido que los católicos vendan o compren reliquias, el P. Mollinger recibió prestado o le obsequiaron reliquias en su país de origen, Bélgica, así como de sus viajes a los Países Bajos, Italia y otros lugares.

“Muchas veces, sus amigos, que también son religiosos, le escribían y le preguntaban si podía llevarse algunas de sus reliquias y mantenerlas a salvo, hasta que sus países o monarquías se estabilizaran, y el padre siempre respondía ‘sí’”, explicó Brueckne. 

“El padre también tenía agentes en toda Europa que buscaban las reliquias, porque en esencia, intentaría rescatarlas de ser destruidas por los gobiernos y monarquías que existían en Europa en ese momento”, añadió.
 
Inicialmente, el P. Mollinger mantuvo la creciente colección de reliquias en su rectoría. Tanto pacientes como fieles católicos visitaban al médico-sacerdote para recibir tratamiento tanto espiritual como físico, y “tenían la oportunidad de venerarles esas reliquias cuando estaban allí”.

Muchos peregrinos, dijo Brueckner, “se curaron de su anomalía o discapacidad” después de recibir ayuda física o espiritual en presencia de las reliquias. Como resultado, “el padre se estaba ganando la reputación de sacerdote-médico-sanador”, explicó. 

Los registros de los periódicos locales de Pittsburgh de la época documentaron los tratamientos del P. Mollinger, así como los miles de personas que viajaron para venerar las reliquias.

El presbítero, sin embargo, “pensó debían pertenecer a una hermosa iglesia para que todos pudieran visitar y venerar las reliquias”, y así construyó con sus propios fondos una capilla para albergarlos.

La primera sección de la capilla se completó en la fiesta de San Antonio en 1883 y alberga las miles de reliquias recogidas por el P. Mollinger en ese momento. La segunda sección también se completó en la fiesta de San Antonio, nueve años después, en 1892, y contiene las Estaciones de la Cruz y las reliquias recolectadas después de la finalización de la capilla. 

El P. Mollinger murió dos días después de que se completara la última sección de la capilla.

Entre las reliquias que la capilla reclama actualmente se encuentran astillas de la Vera Cruz y la Columna de Flagelación; piedra del Huerto de Getsemaní; un clavo que mantuvo a Cristo en la cruz; material de la ropa de Jesús, María y José; un “pedazo de hueso de todos los apóstoles”; y reliquias de Santa Teresa de Liseux, Santa Rosa de Lima, Santa Faustina, Santa Kateri Tekawitha.

“Si tuviera que nombrar a todos los santos, estaríamos aquí para siempre”, exclamó Brueckner.

También se han verificado casi todas estas reliquias.  

“Cuando se coloca una reliquia dentro de ese relicario, se sella y nunca se puede volver a abrir”, dijo Brueckner, explicando que las estrictas reglas de la Iglesia protegen contra la manipulación y la falsificación de reliquias. 

“Para que una reliquia sea venerada, es necesario tener un documento, y el documento proviene de la jerarquía de la Iglesia. Ese documento le dirá quién es el santo, qué es la reliquia, y dice que la Iglesia Católica ha hecho su investigación y podemos decir qué es la reliquia”, dijo.

“Tenemos los certificados de autenticidad de casi todas nuestras reliquias aquí dentro de la capilla”, aseguró.

Si bien la creencia en la autenticidad de las reliquias se basa en la confianza de que “la Iglesia Católica ha hecho su investigación, y voy a creer lo que dice la Iglesia Católica”, dijo Brueckner, los visitantes aún experimentan la misma presencia documentada por los primeros peregrinos. 

“Muchas veces, cuando la gente entra a la capilla, dice que realmente siente una presencia. Digo que es como entrar en un pedacito de cielo, porque estás rodeado de tanta gente que nuestra Iglesia nos dice que están en el cielo”, comentó.

Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.

POR ADELAIDE MENA | ACI Prensa

¿PUEDE UN CRISTIANO PONER UN ALTAR DE DIFUNTOS POR DÍA DE MUERTOS? ESTO EXPLICA SACERDOTE

Ante la próxima celebración de la Fiesta de los Fieles Difuntos, conocida en México y en otros países de la región como Día de Muertos, un sacerdote mexicano respondió a la inquietud: ¿puede un cristiano poner un altar o una ofrenda de muertos?

A través de su canal de YouTube, el P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis Primada de México, subrayó que “la muerte no es un personaje, simplemente es una limitación humana, y por eso nosotros no damos culto ni admiramos la limitación humana, sino más bien los cristianos damos culto a la vida”.

El sacerdote mexicano destacó que “Cristo se ha hecho hombre para decirnos que el ser humano puede trascender si vive el amor, si está tomado de la mano de Dios, que Él que es inmortal, que es eterno, puede hacer que nuestra vida continúe en el más allá”.

“Por lo tanto, un Cristiano no da culto a la muerte”, subrayó, sino que “da culto a Dios, que es la fuente de la vida. Y por lo tanto, un cristiano tiene cultura de vida y no cultura de muerte”.

Tras reflexionar sobre cómo tras la muerte y la descomposición del cuerpo humano lo que suele quedar son los huesos, el P. Aguilar señaló que “también en el cristianismo, los cráneos han representado lo fugaz de la vida. Ya lo dice uno de los libros de la Sagrada Escritura: todo es pasajero, todo es vanidad. Vanitas en latín significa lo que es pasajero”.

El sacerdote indicó además que “si tú llegas a la Basílica de San Pedro, vas a ver sus esculturas, donde los Papas son representados con sus atuendos, con su tiara papal, pero debajo de ellos está un esqueleto, quizás incluso con un reloj de arena, indicando aunque haya sido Pontífice, aunque haya sido muy espiritual, tarde o temprano la vida corporal, la vida material, ya termina”.

“Muchos cráneos, también en algunas tumbas de frailes, eran para eso, no para burlarse de la muerte, ni tampoco para decir ‘nos gustan los cráneos, qué maravillosos’”, dijo.

Por eso, continuó, “si ponemos un cráneo en algún lugar no es porque estemos dando culto a la muerte, o porque queremos ya pronto morimos, sino para recordar ese paso fugaz”.

“En este sentido, si alguien utiliza un cráneo en este tiempo o en cualquier otro para recordar el paso fugaz de esta tierra, no hay ningún problema”, explicó.

El sacerdote mexicano destacó los cráneos “embellecidos” popularmente usados en estos días en México, y señaló que se trata de una forma de “disimular el miedo” a la muerte.

“Si tú le preguntas a cualquier gente, la mayoría tiene miedo a la muerte, no quiere morirse”, dijo, por lo que “cuando se disfraza un poquito de algo jocoso, de algo divertido, de algo no tan terrible, ayuda a que no sea tan doloroso ese momento”.

Al referirse luego específicamente al altar, el P. Aguilar señaló que este “es una estructura consagrada al culto religioso”.

“Sobre un altar se hacen o bien ofrendas o bien sacrificios”, dijo.

Luego indicó que “las ofrendas, desde el punto de vista cristiano, pueden tener 3 sentidos”, siendo el primero es “ofrecer algo que Dios puede recibir”.

“En este caso, el mejor altar cristiano es donde se ofrece la Santa Misa, porque esa es la mejor ofrenda, ya que Cristo es quien se ofrece en el altar”, dijo.

“Claro que también algunas personas tienen en su casa pequeñas mesas o repisas altares en donde colocan, por ejemplo, alguna imagen de la Divina Providencia o de Cristo, ante las que colocan flores o velas”, añadió.

El “segundo sentido de la ofrenda cristiana”, continuó, es el de “ofrecer algo que nos recuerda en este altar el ejemplo o intercesión de la Virgen María y los santos”.

El P. Aguilar subrayó que se trata de “una forma de veneración” y “nunca como adoración, porque a los ángeles, a los santos, a la Virgen María, no se les adora, solamente se les venera”.

El tercer sentido de la ofrenda cristiana, continuó, es “ofrecer algo en memoria o recuerdo de nuestros difuntos”, como una forma de “agradecer todo el bien que nos hicieron y para pedir por su eterno descanso y el perdón de sus pecados”.

En este tipo de ofrendas, dijo, se encuentran “los lugares donde se coloca una fotografía del difunto o de los difuntos, o alguna vela o veladora”.

Para el P. Aguilar, un altar de muertos cristiano puede “conjugar” la parte artística, con los colores, las calaveras de azúcar, entre otros elementos, con aquellos que sirvan para “reafirmar nuestra fe en la resurrección en que nuestros difuntos han trascendido a este mundo y se encuentran o bien en camino, en el purgatorio, o han llegado ya a la meta definitiva que es el amor de Dios y el Gozo Eterno”.

“Por lo tanto, los altares cristianos tienen que ser altares que hablen de agradecimiento a Dios por todo lo que Él les dio a nuestros difuntos en esta tierra, y porque los llevó a su presencia”.

“Y también un agradecimiento a los difuntos, a nuestros seres queridos, por todo el bien que nos hicieron”, añadió.

Estos altares de muertos, subrayó, “deben de ser altares llenos de luz y color, porque Cristo es la Luz del mundo”.

“Pueden tener un poco de sal para significar que nuestros seres queridos fueron sal, que dio sabor a nuestra vida, o también agua, para indicar que fueron bautizados”.

El sacerdote mexicano indicó que en este altar de muertos cristiano puede haber también “una Cruz o crucifijo, que es el precio de la redención, el precio de la redención de los difuntos y también la Cruz de cada día que ellos decidieron tomar para seguir a Cristo”.

“En el campo de los signos pueden entrar también sus fotografías para indicar que los recordamos y extrañamos”, así como “las flores, signo de sus buenas obras, signo de alegría por su resurrección, y también signo de que, como las flores, nosotros nos marchitaremos y tendremos un final”.

“Pero no triste, sino lleno de esperanza, porque como las flores, antes de marchitarse alegraron el mundo con su color y perfumado del mundo, con sus aromas”, dijo.

En el altar de muertos, continuó, se pueden colocar “alimentos, pero no para que ellos vengan a consumir, sino para recordar lo que gozaron y les gustó en esta vida”.

“Los alimentos que nuestros padres nos ofrecieron con su trabajo o bien los alimentos que compartimos con ellos, las cenas de Navidad, los cumpleaños, están reflejados en nuestros alimentos”, indicó.

POR DAVID RAMOS | ACI Prensa

SACERDOTE CRITICA A JOE BIDEN: «ESTAMOS ENFERMOS Y CANSADOS» DE QUE USE NUESTRA FE PERO PROMUEVA EL ABORTO

Ante su reciente encuentro con el Papa

«Ninguna sesión de fotos, gestos sonrientes y charlas felices sobre esta reunión pueden cambiar eso. Tampoco el Papa, y mucho menos Biden, puede cambiar la enseñanza católica sobre el aborto. Como el mismo Papa Francisco ha dicho repetidamente, es un asesinato y es «como contratar a un sicario»».

(LifeNews/InfoCatólica) El padre Frank Pavone, director nacional de Priests for Life (Sacerdotes por la Vida), que es una organización católica con sede en Nueva York, se ha pronunciado con respecto a la visita del presidente Biden al Papa. Aquí tenemos parte de sus declaraciones.

«El Papa Francisco se reunió con Joe Biden. Sin duda, la administración Biden y el ala izquierda del mundo intentarán hacer que parezca que estos dos hombres están en la misma página sobre casi todo, especialmente las causas de izquierda basadas en la mitología. En realidad, no tienen nada en común cuando se trata de luchar por la dignidad humana y la igualdad.

La razón es algo que Joe Biden aprendería si realmente tuviera respeto por la fe católica y por los papas de la Iglesia Católica. Como dejó claro San Juan Pablo II en su exhortación apostólica Christo Fidelis Laicic, cuando los políticos claman por los derechos humanos pero no protegen el derecho fundamental a la vida, su posición sobre otros temas es, y cito, “falsa e ilusoria”.

La capacidad de trabajar por la justicia social se ve socavada cuando permitimos la matanza de los no nacidos. No hay absolutamente ningún terreno común aquí entre la posición de Biden y la posición del Papa.

Ninguna sesión de fotos, gestos sonrientes y charlas felices sobre esta reunión pueden cambiar eso. Tampoco el Papa, y mucho menos Biden, puede cambiar la enseñanza católica sobre el aborto. Como el mismo Papa Francisco ha dicho repetidamente, es un asesinato y es “como contratar a un sicario”.

No me preocupa tanto lo que se discutió o no en esta reunión, porque no es esta reunión la que define el problema. El problema es la obsesión fanática del partido demócrata por expandir el aborto. Una vez más, ninguna reunión establece ni borra la contradicción que existe entre eso y la fe católica. Además, es una contradicción con el significado mismo de servicio público y los requisitos de la decencia humana.

Nosotros los católicos, y los cristianos en general, estamos enfermos y cansados ​​de que nuestra fe sea usada y abusada por aquellos que afirman profesarla pero rechazan el derecho a la vida».

SEGÚN BIDEN EL PAPA LE DIJO QUE ERA «UN BUEN CATÓLICO» Y QUE DEBÍA «SEGUIR RECIBIENDO LA COMUNIÓN», EL VATICANO DECLINA COMENTAR

Encuentro de 75 minutos

Según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede «Consideraría que es una conversación privada, y se limita a lo que se dijo en la declaración pública», es decir hablaron de clima, migrantes, Covid y libertad de conciencia.

(Agencias/InfoCatólica) Ayer el Papa Francisco recibió a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, acompañado por su esposa Jill. Mantuvieron un largo encuentro a puerta cerrada en la Biblioteca Apostólica, durante el que se reafirmó el compromiso común de luchar contra la pandemia y proteger el planeta, con especial atención a la actualidad internacional a la luz del G20

Con la excusa del COVID el Vaticano canceló abruptamente la cobertura en directo del saludo del Papa con Biden. La conversación duró 75 minutos, mucho más el doble que con Trump en 2017 (30 minutos), pero también más que con Obama en 2014.

En un principio no hubo extensos comunicados, pero Jeff Mason, de la agencia Reuters preguntó al presidente Joe Biden si el tema del aborto se trató durante su encuentro con el Papa Francisco, y el presidente de los EEUU manifestó que:

«No, no se trató. Solo hablamos del hecho de que yo estaba feliz, que era un buen católico y que debo seguir recibiendo la Comunión», habría dicho el mandatario según la agencia internacional.

Unas declaraciones tan sorprendentes, tanto por el fondo como por la forma, que motivaron consultas inmediatas al Vaticano, pero no ha habido aclaración, ni confirma, ni desmiente. El daño causado a muchos fieles es evidente por la cobertura y repercusión mundial del caso y doloroso habida cuenta que existe el motivo, los medios y la oportunidad para evitarlo.

Según relata Catholic News Agency, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, respondió a los periodistas: «Consideraría que es una conversación privada, y se limita a lo que se dijo en la declaración pública».

En el transcurso de sus cordiales conversaciones, se ha hablado del compromiso común con la protección y el cuidado del planeta, de la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19, así como del tema de los refugiados y la asistencia a los migrantes. También se hizo referencia a la protección de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de religión y de conciencia.

Por último, las conversaciones permitieron intercambiar opiniones sobre algunas cuestiones relativas a la actualidad internacional, también en el contexto de la próxima cumbre del G20 en Roma, y sobre el fomento de la paz mundial mediante la negociación política.

En noviembre, los obispos de Estados Unidos se reunirán en Baltimore, Maryland, para su asamblea general de otoño, en la que se espera que voten sobre un documento que aborda la enseñanza sobre la recepción de la Eucaristía.

LAS DURAS PALABRAS DE UN OBISPO SOBRE JOE BIDEN TRAS SU ENCUENTRO CON EL PAPA

El Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla, criticó duramente la declaración del presidente estadounidense Joe Biden en la que afirma que el Papa Francisco lo alentó personalmente a seguir recibiendo la Comunión pese a su abierto apoyo al aborto.

“Estas increíbles declaraciones dejan al descubierto la catadura moral de quien es capaz de comprometer y manipular al Papa con la pretensión de lavar su conciencia manchada por la sangre de tantas vidas inocentes injustamente eliminadas”, fueron las palabras de Mons. Munilla en un tuit publicado este sábado 30 de octubre.

Estas increíbles declaraciones dejan al descubierto la catadura moral de quien es capaz de comprometer y manipular al Papa con la pretensión de lavar su conciencia manchada por la sangre de tantas vidas inocentes injustamente eliminadas... pic.twitter.com/byegaTdYBd

— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) October 30, 2021

El viernes 29 de octubre, el Papa Francisco recibió en el Vaticano durante 75 minutos a Biden. El mandatario estadounidense afirmó a Reuters que el Papa Francisco lo autorizó a seguir recibiendo la Comunión.

AP informó que Biden recibió la Comunión un día después, durante una Misa celebrada en la Iglesia San Patricio, templo de habla inglesa que es el principal lugar de culto de la comunidad católica estadounidense en Roma.

Según el reporte de prensa de la Casa Blanca, Biden dijo a los periodistas que, durante su reunión con el Papa, no discutieron sobre el aborto.

Cuando se le preguntó si surgió el tema del aborto, el presidente respondió: “No, no se trató. Solo hablamos del hecho de que él estaba feliz, que yo era un buen católico y que debería seguir recibiendo la Comunión”.

Ese mismo día, el Vaticano se negó a comentar sobre la declaración del presidente Biden.

Biden, el segundo católico estadounidense en convertirse en presidente, ha apoyado en su primer año en el cargo que el aborto sea financiado por los contribuyentes y ha emitido declaraciones defendiendo el aborto legal.

La situación de los políticos católicos proaborto que reciben la Comunión ha sido un tema de amplia discusión durante su presidencia.

Después de la elección de Biden, Mons. José Gomez, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, señaló el desacuerdo que hay entre el mandatario y el Episcopado sobre el tema del aborto.

En noviembre, los obispos de Estados Unidos se reunirán en Baltimore, Maryland, para su asamblea general de otoño, en la que se espera que voten sobre un documento que aborda la enseñanza sobre la recepción de la Eucaristía.

Recientemente, el Obispo de Providence, Mons. Thomas Tobin, se refirió al tema de Biden y el aborto.

“Querido Papa Francisco, usted ha asegurado valientemente que el aborto es ‘asesinato’. Por favor, interpele al presidente Biden en este asunto crítico”, escribió en Twitter el 27 de octubre.

El “persistente apoyo al aborto” por parte de Biden, continuó, “es una vergüenza para la Iglesia y un escándalo para el mundo”.

Redacción ACI Prensa

UN DÍA COMO HOY ESTE PAPA VIO “EL MILAGRO DEL SOL” DE FÁTIMA

Un día como hoy, el 1 de noviembre de 1950, el Papa Pío XII vio en el Vaticano un fenómeno similar al “milagro del sol” ocurrido el 13 de octubre de 1917 en Fátima, Portugal.

Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al cielo el 1 de noviembre de 1950. El Papa compartió en uno de sus escritos que el milagro del solo lo vio ese día, el 30 y 31 de octubre, y el 8 de noviembre de ese año.

Según relató Andrea Tornielli en Vatican Insider en 2017, Pío XII escribió en una hoja que fue “sorprendido por un fenómeno, nunca hasta ahora visto por mí. El sol, que estaba todavía bastante alto, parecía como un globo opaco amarillento, circundado por un círculo luminoso”.

El sol, continuó el Santo Padre, “se movía ligeramente en el extremo, tanto girando como desplazándose de izquierda a derecha y viceversa. Pero dentro del globo se veían, con toda claridad y sin interrupción, movimientos muy fuertes”.

Este fenómeno lo vio mientras caminaba en los Jardines Vaticanos el 30 de octubre, en la víspera de la proclamación del dogma de la Asunción y lo consideró como una confirmación de lo que iba a hacer dos días después tras recibir solo seis respuestas con algunas preocupaciones, de un total de 1.181 provenientes de todo el mundo tras una consulta que se inició de forma reservada en 1946.

El episodio se repitió el 31 de octubre, el 1 de noviembre cuando proclamó el dogma y el 8 de noviembre, “y después ya no”.

El Pontífice escribió que intentó en otros días, a la misma hora de la tarde y en condiciones atmosféricas semejantes, “mirar el sol para ver si aparecía el mismo fenómeno, pero en vano; no pude mirarlo ni siquiera un instante, la vista quedaba inmediatamente deslumbrada”.

EL MILAGRO DEL SOL DE FÁTIMA

El 13 de octubre de 1917 cuando miles de peregrinos se encontraban en Fátima (Portugal), se produjo el “Milagro del sol” llamado así porque se vio al sol temblar, en una especie de “danza”.

El suceso duró unos tres minutos y ocurrió luego de la última aparición de la Virgen María a los pastorcitos Jacinta, Francisco y Lucía.

Luego de una intensa lluvia, las oscuras nubes se abrieron y dejaron ver el sol, que según los testigos lucía como un disco de plata. Entonces, sus rayos tomaron diferentes colores y el sol pareció caer sobre las miles de personas, que se habían puesto de rodillas.

Además del Milagro del sol, los pastorcitos dijeron haber visto imágenes de Jesús, la Virgen María y San José bendiciendo a la multitud. La Virgen se presentó como la Señora del Rosario.

Redacción ACI Prensa

PAPA FRANCISCO: LA SANTIDAD NO ES UNA CONQUISTA HUMANA, SINO UN DON QUE RECIBIMOS

Al dirigir el rezo del Ángelus este 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, el Papa Francisco advirtió que la santidad “no es una conquista humana, sino un don que recibimos” que produce alegría porque “no hay santidad sin alegría”.

“La santidad no es un programa de vida hecho solo de esfuerzos y renuncias, sino que es ante todo el gozoso descubrimiento de ser hijos amados por Dios. No es una conquista humana, es un don que recibimos: somos santos porque Dios, que es el Santo, viene a habitar nuestra vida”, destacó el Papa.

Luego, el Santo Padre indicó que “la alegría del cristiano, por tanto, no es la emoción de un momento o simple optimismo humano, sino la certeza de poder afrontar cada situación bajo la mirada amorosa de Dios, con la valentía y la fuerza que proceden de Él”.

Por ello, el Papa subrayó que “los santos, incluso en medio de muchas tribulaciones, vivieron esta alegría y la testimoniaron” porque sin alegría, la fe se convierte en un ejercicio riguroso y opresivo, y corre el riesgo de enfermarse de tristeza”.

De este modo, el Santo Padre explicó que “un Padre del desierto decía que la tristeza es un gusano del corazón, que corroe la vida y animó a preguntarnos “¿somos cristianos alegres? ¿Transmitimos alegría o somos personas aburridas y tristes con cara de funeral? Recordemos: ¡no hay santidad sin alegría! ¡no hay santidad sin alegría!”.

BIENAVENTURANZAS

Además, el Papa describió que las Bienaventuranzas “nos muestran el camino que lleva al Reino de Dios y a la felicidad: el camino de la humildad, de la compasión, de la mansedumbre, de la justicia y de la paz”.

Por ello, el Papa alentó a vivir las Bienaventuranzas que “son la profecía de una humanidad nueva, de un modo nuevo de vivir: hacerse pequeño y encomendarse a Dios, en lugar de destacar sobre los demás; ser manso, en vez de tratar de imponerse; practicar la misericordia, antes que pensar solo en sí mismo; trabajar por la justicia y por la paz, en vez de alimentar, incluso con la connivencia, injusticias y desigualdades”.

Es un mensaje a contracorriente. El mundo, de hecho, dice que para ser feliz tienes que ser rico, poderoso, siempre joven y fuerte, tener fama y éxito. Jesús abate estos criterios y hace un anuncio profético: la verdadera plenitud de vida se alcanza siguiéndole, practicando la Palabra de Jesús. Y esto significa ser pobres por dentro, vaciarse de uno mismo para dejar espacio a Dios”, afirmó.

En esta línea, el Santo Padre advirtió que “quien se cree rico, exitoso y seguro, lo basa todo en sí mismo y se cierra a Dios y a sus hermanos, mientras quien es consciente de ser pobre y de no bastarse a sí mismo permanece abierto a Dios y al prójimo. Y encuentra la alegría”.

Finalmente, el Papa alentó a preguntarnos “¿Doy testimonio de la profecía de Jesús? ¿Manifiesto el espíritu profético que recibí en el Bautismo? ¿O me adapto a las comodidades de la vida y a mi pereza, pensando que todo va bien si me va bien a mí? ¿Llevo al mundo la alegre novedad de la profecía de Jesús o las habituales quejas por lo que no va bien?”

“Que la Santísima Virgen nos dé algo de su ánimo, de ese ánimo bienaventurado que ha magnificado con alegría al Señor, que derriba a los potentados de sus tronos y exalta a los humildes”, concluyó el Papa.

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

DIOS DA, DIOS QUITA... Y SIEMPRE TE DA ALGO MEJOR

Cuando nos quita algo, ya tiene preparado algo mejor para nosotros, pues nuestro Dios tiene siempre un propósito.

Por: Maleni Grider | Fuente: ACC – Agencia de Contenido Católico

Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado (ha pasado la prueba), recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Que nadie diga cuándo es tentado: “Soy tentado por Dios”. Porque Dios no puede ser tentado por el mal, y Él mismo no tienta a nadie.

Santiago 1:12-13

El ejemplo del piadoso Job en la Biblia es quizás el más significativo de lo que Dios hace cuando nos despoja de algo, o de todo, y luego repone y añade a nuestra vida de manera abundante.

Dolorosa como es, la historia de Job revela el carácter de un Dios que, lejos de sólo querer torturar a un ser humano con un sufrimiento extremo, en realidad lo rescata, mira su fidelidad y lo recompensa, pues no fue Dios quien quitó todo a Job y lo zarandeó con una terrible enfermedad que casi acaba con su vida, sino Satanás.

Una de las formas en que crecemos como seres humanos, y también como creyentes, es a través de las situaciones difíciles o extremas. Si la vida fuera siempre fácil, feliz y sin variaciones, quizá nunca alcanzaríamos la madurez. El aprendizaje y la sabiduría vienen con los años, mediante pruebas y hechos a veces muy dolorosos.

Como seres dependientes de Dios, la hora del dolor y la desesperación es el momento justo en el que debemos acudir a Él, refugiarnos en Él, confiar y esperar en Él. Correr en sentido contrario a su Majestad no arregla la situación ni sana el dolor, de hecho, lo hace más intenso y complejo.

Apegados a las cosas terrenales, nos es difícil soltar aquello que consideramos valioso en nuestra vida, ya sean objetos materiales, personas, amistades, empleos, proyectos, sueños, etcétera. Pero cuando deseamos vivir una vida cercana a Dios, en santidad, apegados a su voluntad y hambrientos de su amor, entonces sus propósitos empiezan a manifestarse de manera real en nuestro diario vivir, de tal manera que ocurren muchos cambios y podemos ver la intervención real de nuestro Señor en cada situación.

Para pulirnos, refinarnos, y librarnos de toda la basura que nos estorba, a veces Dios nos quita cosas que no esperamos perder. Es muy doloroso. No comprendemos por qué, y nos rebelamos en primera instancia. Sin embargo, si permanecemos conectados al Señor en oración y obediencia, por el tiempo que sea necesario, Él nos mostrará su grandeza, el enorme amor que nos tiene, y el porqué de todo lo que nos pasa, pues Él es fiel y verdadero.

Cuando nos quita algo, ya tiene preparado algo mejor para nosotros, pues nuestro Dios tiene siempre un propósito, no es un dios caprichoso y cruel. A veces, antes de tiempo, abandonamos nuestra relación con Él, resentidos por aquello que se ha ido. Pero si esperamos pacientemente y con fe, muy pronto recibiremos algo mejor y mucho más de lo que nos fue quitado. La única forma de ser merecedores de dicha recompensa es la fidelidad y la identidad cristiana, la aceptación del dolor pasajero.

Cuando Job ya desfallecía y se encontraba completamente despojado de todo, sobre el polvo, su fe prevaleció y exclamó: Yo sé que mi Defensor está vivo, y que él, el último, se levantará sobre el polvo. Tras mi despertar me alzará junto a él, y con mi propia carne veré a Dios. (Job 19:25 y 26)

Y así fue. Job sabía en quién había creído. Dice la Biblia que, entonces, Dios le devolvió la salud y multiplicó dos veces todo lo que tenía, incluyendo posesiones, animales y familia.

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Una gran fiesta en el cielo.

Por: P. Idar Hidalgo | Fuente: Catholic.net

Hoy, primero de noviembre se celebra la fiesta de Todos los Santos. Para toda la Iglesia es una gran celebración porque hay gran fiesta en el cielo. Para nosotros es una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios, todas las gracias que Dios ha derramado en personas que han vivido en esta tierra y que han sido como nosotros, con las mismas debilidades, y con las fortalezas que vienen del mismo Dios. Celebremos este día con un corazón agradecido, porque Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres.

Hoy es un buen día para reflexionar todo el bien espiritual y material que por intercesión de los santos hemos obtenido y tenemos hasta el día de hoy, pues los santos que desearon la Gloria de Dios desde aquí en la tierra lo siguen deseando en la visión beatifica, y comparten el mismo deseo de Nuestro Señor Jesucristo de que todos los hombres se salven, que todos los hombres glorifiquen a Nuestro Señor.

LA IGLESIA HA INSTITUIDO LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS POR LAS SIGUIENTES RAZONES:

1.- Para alabar y agradecer al Señor la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo.

2.- Para honrar en este día aun a los Santos de que no se hace fiesta particular durante el año.

3.- Para procurarnos mayores gracias multiplicando los intercesores.

4.- Para reparar en este día las faltas que en el transcurso del año hayamos cometido en las fiestas particulares de los Santos.

5.- Para animarnos más a la virtud con los ejemplos de tantos Santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.

Ha de alentarnos a imitar a los Santos el considerar que ellos eran tan débiles como nosotros y sujetos a las mismas pasiones; que, fortalecidos con la divina gracia, se hicieron santos por los medios que también nosotros podemos emplear, y que por los méritos de Jesucristo se nos ha prometido la misma gloria que ellos gozan en el cielo.

Se celebra la fiesta de Todos los Santos con tanta solemnidad porque abraza todas las otras fiestas que en el año se celebran en honor de los Santos y es figura de la fiesta eterna de la gloria.

PARA CELEBRAR DIGNAMENTE LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS DEBEMOS:

1.- Alabar y glorificar al Señor por las mercedes que hizo a sus siervos y pedirle que asimismo nos las conceda a nosotros.

2.- Honrar a todos los Santos como a amigos de Dios e invocar con más confianza su protección.

3.- Proponer imitar sus ejemplos para ser un día participantes de la misma gloria.

Es importante en este día tan importante para toda la Iglesia detenernos a pensar en todo el bien que Dios ha dado a la humanidad por medio de tantos hombres y mujeres que fieles a la voluntad de Dios, fieles a su amor fueron testigos del Reino del Señor. La cantidad de santos, santas y mártires que dejaron una huella tan profunda en su paso por esta tierra que ni el tiempo ni los cambios de generaciones han podido borrar. Y si decimos que es de todos los Santos es porque también celebramos a tantos Santos y Mártires que Dios a querido tener en el anonimato, y que nosotros no conocemos por su nombre pero sabemos por la fe que están dando gloria a Dios.

Celebremos con gozo este día, y pidámosle a Dios Nuestro Señor nos conceda disfrutar en esta tierra de la protección de sus santos y que un día nos conceda estar con ellos para glorificarlo en su eternidad.

Que Santa María Reina de los santos nos conceda la alegría de servir con humildad a Dios esta tierra para verle y gozarle en la vida eterna.