ALEXEY
LEÓNOV, PREMIADO COSMONAUTA SOVIÉTICO, TAMBIÉN HOMBRE DE FE Y PINTOR
Alekséi Leónov, premiadísimo cosmonauta soviético,
primer hombre en pasear en el espacio... pintor del icono de la Virgen del
Cosmos
Alekséi Arjípovich Leónov
(1934-2019) ha sido el primer pintor de iconos de la Virgen en el espacio. De
hecho, ha sido, directamente, el
primer ser humano en dar un paseo por el espacio. Lo hizo en 1965.
Y también fue el primero en rezar a Dios,
preocupado, porque no conseguía volver a su cápsula espacial, la Vosjod 2, flotando a 5 metros de su nave, atado por
una correa, durante 12 minutos.
COSMONAUTA
CREYENTE EN LA URSS ANTIRRELIGIOSA
En ese momento no podía contar su
vida de oración en la antirreligiosa sociedad soviética. Él era cosmonauta,
ingeniero, militar en la Unión Soviética, y miembro del Partido Comunista.
(como todos los cosmonautas).
Pero también era creyente,
cristiano ortodoxo, con poca formación religiosa, pero con la fe sencilla de su
familia numerosa y pobre.
Tenía 7 hermanos.
Su madre era maestra, y creyente: una vez regañó al pequeño Aleksei cuando lo
encontró con un icono de la familia. Rezar era peligroso. Su padre había sido represaliado en 1936, aunque
rehabilitado en 1939.
El segundo viaje al espacio de Leónov también fue histórico. Fue el
comandante de la mitad soviética de la misión Apolo-Soyuz, con la Soyuz 19, en
1975 la primera misión espacial conjunta entre la URSS y EEUU. Después,
fue entrenador de cosmonautas. Anciano, en 2016, inauguró en La Palma (Canarias) el
paseo de las Estrellas de la Ciencia (con Stephen Hawking y Brian May,
guitarrista de Queen que es además profesor de astrofísica).
En el vídeo, Leónov en su primer paseo espacial;
pero no cuentan sus dificultades: el traje se hinchó, no podía volver a
entrar... y rezó, y se le ocurrió una solución.
PINTOR
DEL ESPACIO, Y DE LA VIRGEN
Sin formación formal como
artista, Leónov era un gran dibujante y pintor. Ya de niño
pintaba murales. Había
estado en Riga intentando formarse en arte, pero la ciudad era cara para él. Se
pasó a la escuela de aviación. Ya astronauta, se llevó lápices y colores al
espacio, donde dibujó la Tierra, los astronautas...
Siendo cosmonauta famoso, conoció en 1965 al artista de
ciencia ficción Andrei Sokolov: juntos lanzaron 7 álbumes de ilustraciones; uno hacía bocetos, el otro le daba color.
Crearon juntos sellos para el Día de la Cosmonáutica en 1967 y para el 15
aniversario de la era espacial en 1972, que fueron premiados ese año
en la revista "Ciencia y
Tecnología Soviéticas". Es difícil para un artista
tener un título más cientifista que ese. En 2004 fue nombrado miembro honorario
de la Academia Rusa de las Artes.
En 2013, ya anciano Leónov, un sacerdote ortodoxo, capellán de cosmonautas, le pidió
hacer un icono de la Virgen en el espacio, Nuestra Señora del Cosmos. No sólo sería el primer icono de
temática "espacial", sino el
primer icono mariano en viajar al espacio, porque entregó una copia a amigos
cosmonautas que se lo llevaron a la Estación Orbital.
En 2019, Leonov lo contaba así en Pravoslavie.ru: "Un sacerdote amigo
me llamó desde Kronstadt. 'Alexey Arjípovich, ¿sabes qué? Tenemos una tarea
para ti. Necesitamos un icono para el astropuerto. Construyeron una iglesia
allí. Que sea de la Madre de Dios: Ella está en todas partes, tanto en la tierra como en el
espacio, pero por alguna razón la muestran solo en su contexto terreno. ¿No puedes hacer que esté con el cosmos de telón de fondo?
Queremos un icono así en esta iglesia".
Leónov aceptó el reto. Además, incluyó dos naves espaciales formando una cruz, "un símbolo de
paz", detalla. "Era la nave espacial Soyuz-Apolo, su vuelo, lo que
detuvo la Guerra Fría", detalla. Él estuvo allí, en esa misión, en
1975.
Como modelo canónico adoptó una Virgen odiguitria ("guía, la que
señala el camino"), en concreto una modalidad llamada en ruso "Si estoy con vosotros, nadie contra vosotros", que le recomendó el capellán. El rostro se
lo dejó a un pintor de iconos veterano.
"NUESTRO
PLANETA AZUL"
Leónov prestó especial atención
al planeta en su icono. Lo definía así en 2019: "Indefenso,
más aún, sereno, tierno, redondo".
Leónov recordó que sus primeras palabras en el
espacio fueron: "¡La Tierra es redonda!"
También Yuri Gagarin, que subió antes que él (pero sin salir de su
cápsula), con 27 años había dicho: "Vi lo
hermoso que es nuestro planeta azul Tierra. Gente, conservemos y cuidemos la belleza de
la Tierra, no la destruyamos". "¿De dónde sacó eso?
Son palabras brillantes en defensa de la Tierra", explicaba el ya
anciano cosmonauta, admirado del joven Gagarin. "Por
eso representé a la Madre de Dios en el icono con el espacio y la Tierra de
fondo. La Madre de Dios nos mira y protege la Tierra".
El padre Guennadiy Belovolov, que fue el capellán ortodoxo de cosmonautas que
encargó el icono, da más detalles en su blog en LiveJournal, y cómo se lo propuso al pintor
astronauta el 21 de mayo de 2013.
"Le conté la idea de pintar un icono de la Madre de
Dios para los astronautas. Parecía que esperaba tal conversación y
reaccionó con gran interés, afirmando de inmediato afirmativamente que
definitivamente pintaría tal icono. Inmediatamente comenzó a hacer preguntas,
especificando qué icono podría ser: sus dimensiones, proporciones... Le conté
sobre la maravillosa imagen de la Madre de Dios "Si estoy con vosotros,
nadie contra vosotros" y su sentido espiritual. Me pidió
que le enviara una imagen. La imagen le gustó de inmediato», detalla.
Icono inicial
llamado "Si estoy con
vosotros, nadie contra vosotros".
NO
PODÍA ENTRAR EN LA NAVE... Y ORÓ
Según el padre Guennady, Leónov
le había contado que era creyente
desde niño, y que de pequeño rezaba con un libro de oraciones. "Pero
la verdadera oración llegó allí, sobrevolando la Tierra. Me lo contó como
sacerdote", detalla.
"Cuando salió al espacio, ocurrió un accidente
de emergencia: su traje espacial se hinchó. Estba fuera, en el espacio, y no
podía entrar en la nave, el traje se había hinchado y no pasaba por la
escotilla. Llegó un momento crítico, se acababa el tiempo.
Desde la Tierra le mandaban mensajes: ¿por qué no regresas? Decidió
no crear pánico y no contó a nadie el problema, sino que comenzó a orar
mentalmente. Y
luego se le ocurrió una idea. Según las instrucciones, era necesario regresar a
la nave con la cabeza por adelante. Él decidió regresar con los pies por
adelante, contra de todas las reglas. Y funcionó. Estaba
convencido de que este pensamiento le vino de Dios:
se le reveló en oración cómo actuar", detalla el capellán.
"Este incidente lo percibió como un verdadero
milagro. Sólo una vez en tierra contó lo que había sucedido. Para Alexei
Arkhipovich, la caminata espacial se convirtió en un encuentro con Dios. El Señor
permitió una situación extraordinaria para que una persona en
el espacio abierto orara, no sólo completara una tarea. Toda esta historia se
percibe como un milagro, como un evento que nos abrió el Cosmos.
Leonov creía en Dios desde la infancia, pero este evento lo fortaleció en la
fe. Alekséi Arjípovich experimentó la ayuda de Dios en el espacio abierto. Ir
al espacio se convirtió en un encuentro con Dios".
El padre Guennady confirma que la idea de pintar la Apollo y la Soyuz acopladas, como un
cruz, fue del astronauta. "Le llamé la atención sobre ello y él
deliberadamente usó esta metáfora. También era importante para él que él
mismo hubiera estado en esa nave en el momento del atraque [en
1975]. Por lo tanto, se retrató a sí mismo de manera invisible allí", añade.
PINTORES
DE ROSTROS... Y UNA IGLESIA PARA GAGARIN
El capellán comenta que Leónov no se atrevía a pintar el rostro de la Virgen y pidió que
lo hiciera un pintor de iconos veterano.
"Aprecié su
humildad. Después de todo, seguía un principio de la antigua tradición rusa: había
pintores de iconos «lychnik» (que escribían el rostro) y «dolichnik» (que
escribían todo lo demás). Aquí es apropiado recordar a Andrei Rublev
y Daniel Cherny. Lo más probable es que Andrei Rublev fuera un «lichnik» que
pintaba rostros, y Daniel Cherny un pintor «dolichnik», que pintaba
fondos", relaciona el sacerdote.
La cara de Nuestra Señora del Cosmos la pintó Valery Shkoda, pintor de iconos y
artista académico. El padre Guennady llevaba el lienzo de Moscú a San
Petersburgo para que lo acabaran entre los dos. "El
proceso creativo conjunto fue una verdadera alegría para mí".
Una vez acabado, el sacerdote y Leónov llegaron a la conclusión de que podía
pintar copias para otros astropuertos, no sólo para el cosmódromo de Baikonur.
Así, el artista astronauta pintó otras 3 o 4 copias el año siguiente. Una se
envió a un lugar muy especial: el Templo de San Andrés el
Primer Llamado, junto al lugar donde se estrellaron el astronauta Yuri Gagarin en 1968, junto con el instructor de vuelo
Vladímir Seryoguin, en un extraño accidente cuando entrenaban con su caza
Mig15.
Leónov encontró una iglesia antigua abandonada allí cerca, y se esforzó en restaurarla y pintó en ella frescos, lunas,
soles y estrellas. También
una copia de Nuestra Señora del Cosmos. Y a los dos fallecidos en el accidente,
militares soviéticos, presentando sus obras ante Cristo.
EL
SEPULCRO DE CRISTO Y LA HISTORIA
Entrevistado en 2019, Leónov
hablaba de su experiencia visitando Tierra Santa y el
Santo Sepulcro. "El resultado de esa visita fue una cosa: entender que
esto [Cristo y la
Resurrección] no es una historia ficticia, que es verdad.
Por desgracia, no se cuenta esto de manera inteligible, en la escuela, desde la
infancia. ¿Por qué se nos ha privó de ese conocimiento? Es simplemente una
estupidez de última generación", protestaba.
También criticaba a Lenin y la Revolución. "Lenin
propuso: "¡Convirtamos la guerra imperialista en una guerra civil"!
Matémonos unos a otros. ¡Debería
habérselo pensado! ¿Para qué necesitamos una guerra civil? ¿Por qué nos matamos
unos a otros? ¿Por poder? Y luego, bajo su Gobierno, ellos mismos [los
bolcheviques] se dispararon unos a otros y dijeron al mismo tiempo: "El Partido es la mente, el honor y la conciencia de nuestra
era". ¡Eso da miedo! Todos deberíamos saber la verdad sobre esto, para que no vuelva a suceder", explicaba
el anciano astronauta y militar.
Casado durante 57 años, insistía en la importancia de la familia. "Al final, lo más importante para el ser
humano es la familia. Sin familia, no hay humanidad, y ya no necesitas tierra ni nada. Que Dios nos ayude
para que el ser humano sea razonable y siga su especie y permanezca en la
Tierra", añadía, previniendo contra el peligro de la guerra
nuclear.
Y finalizaba diciendo: "Deseo a todos que vivan
según su conciencia. Una persona sin escrúpulos puede caer en cualquier
parte. La conciencia es también decencia. ¡Deseo que todos vivan con buena
conciencia!"
Publicado
originariamente en el portal de noticias marianas Cari
Filii.
Pablo J. Ginés / CariFilii