Profecías sobra la época
final en que se manifestará el anticristo.
Santa Hildegarda de Bingen, una abadesa que vivió en el siglo XII, quien fue nombrada como Doctora de la Iglesia en 2012 por Benedicto XVI, fue una gran mística. Una de sus obras nos habla de nuestro tiempo, de la época de la gran persecución de la Iglesia y la venida del anticristo.
Este y otro
artículo los publicamos en Foros de La Virgen. Ver enlaces aquí: http://forosdelavirgen.org/914…/hildegarda-profecias-150407/
y aquí: http://forosdelavirgen.org/…/quien-fue-santa-hildegarda-de…/
Nacida en 1098 en
Bockelheimm, Alemania, Hildegarda tenía tan solo 8 años cuando sus padres la
internaron como una monja de clausura, permaneciendo al servicio de Dios por el
resto de su vida. Pero cuando todavía era una niña, ella comenzó a tener
extrañas visiones:
“Hasta mi
decimoquinto año vi mucho, y relaté algunas de las cosas que veía a los demás,
quienes me preguntaban con asombro, de donde procedían tales visiones… Con
frecuencia, las visiones las relacionaba con eventos futuros, pero, teniendo en
cuenta el asombro de mis oyentes, me volví más reticente.”
Pero no fue hasta que
cumplió los 40 años, que Hildegarda recibió una “orden
espiritual” para que publicara sus visiones y así compartirlas con todo
el mundo. Su obra más conocida titulada “Scrivias
(Conoce el Camino)”, es un registro de sus 26 visiones.
Al igual que muchos otros
profetas, Hildegarda predijo la decadencia de la Iglesia y el ascenso del
Anticristo, explicado con todo detalle:
“Está llegando
el tiempo en que los príncipes y la gente renunciarán a la autoridad del Papa.
Los distintos países preferirán sus propias reglas que las de la Iglesia. El
Imperio Alemán será dividido. Los bienes de la Iglesia desparecerán. Los
sacerdotes serán perseguidos. Después del nacimiento del Anticristo el hereje
predicará sus falsas doctrinas, lo que dará resultado en los cristianos que
tienen dudas acerca de su santa fe católica. Hacia el fin del mundo la
humanidad será purificada por sufrimientos, en especial el clero, al que se le
robará sus propiedades. Cuando el clero simplifique su modo de vida las
condiciones mejorarán”.”
Una de sus visiones más
sorprendentes fue la de los efectos de un gran cometa. Según la profecía, antes
de la llegada de un cometa habrá hambre en muchos lugares de todo el mundo.
Cuando comience a aparecer, este ejercerá una gran presión sobre la tierra
causando inundaciones y plagas. Después de la llegada del cometa una gran
nación será devastada por terremotos, tormentas, tsunamis, enfermedades, además
de ser dividida físicamente y parcialmente sumergida.
Profecía de Santa Hildegarda
sobre Estados Unidos al fin de los tiempos.
“Antes de que
el cometa llegue, muchas naciones, se verán envueltas en la miseria y el
hambre. La gran nación, que está habitada por personas de diferentes tribus,
acabará en el océano devastada por un terremoto, tormentas y maremotos. Sera
dividida, y en gran parte sumergida. Esa nación también tendrá muchos
infortunios en el mar, y perderá sus colonias por la guerra entre un tigre y un
león (?Rusia y China).
El Cometa hará
una tremenda presión en el planeta, casando graves inundaciones y muchas plagas
en todos los países del mundo. Todas las ciudades de las costas tendrán miedo y
muchas de ellas serán destruidas por un maremoto, y la mayoría de seres vivos
morirán, e incluso los que escapen morirán por enfermedades horribles. Porque
nadie que esté en estas ciudades vivirá de acuerdo con las leyes de Dios.”
Después de la llegada del
supuesto “cometa”, el mundo vivirá otro
infierno, la llegada del Anticristo:
“Después miré
hacia el Aquilón, y he aquí que se alzaban cinco bestias, de las que una
semejaba un perro de fuego, pero no ardiente; una sola como un león rojizo;
otra semejante a un pálido caballo; la cuarta, como un cerdo negro; y la última
similar a un lobo grisáceo, todas volviéndose al Occidente.
Y allí, en el Occidente
ante las bestias, apareció una cierta colina teniendo cinco picos: así que de
la boca de cada bestia partía una cuerda que se había extendido hasta su
correspondiente cima, todas de color negro, salvo la que salía de la boca del
lobo, que parecía, por una parte negra y, por la otra blanca.
Y he aquí que
en el Oriente, vi de nuevo a aquel joven, vestido con una túnica purpúrea,
sobre el mismo ángulo en que lo había contemplado antes –donde se unían las dos
murallas del edificio, la luminosa y la pétrea-; pero ahora me era visible
desde el ombligo hacia abajo: del ombligo, al lugar que evidencia al varón,
brillaba cual alborada, y allí mismo yacía como una lira con sus cuerdas en
posición transversal; desde ese lugar hasta un espacio de dos dedos por encima
de sus talones estaba lleno de sombras; y desde ese espacio por encima de sus
talones, sus pies resplandecían enteramente blancos, más aún que la leche.
Pero también
aquella imagen de mujer que había contemplado antes frente al altar, ante los
ojos de Dios, volvió a manifestárseme ahora en el mismo sitio, mas esta vez
pude verla desde el ombligo hacia abajo: del ombligo al lugar donde se
distingue la mujer, tenía numerosas manchas escamosas.
Allí mismo,
había una cabeza monstruosa y negrísima: ojos de fuego y orejas como las de un
asno, narices y boca igual que las de un león y enormes fauces abiertas en las
que rechinando, afilaba pavorosamente sus horribles colmillos acerados.
Pero desde
donde se hallaba esa cabeza hasta sus rodillas era la imagen blanca y roja,
como magullada por mucha golpiza; y desde las rodillas hasta dos franjas
blancas horizontales que tenía inmediatamente por encima de sus talones estaba
llena de sangre.
He aquí que
esa cabeza monstruosa se liberó de su lugar, en medio de un fragor tan inmenso,
que todos los miembros de la imagen de la mujer se sacudieron violentamente.
Entonces una enorme masa de cuantioso estiércol se unió a la cabeza, que subió
por ella como por un monte, tratando de alcanzar las alturas del cielo.
Mas he aquí
que un golpe de trueno, restallando inesperado, fulminó con tal fuerza a la
cabeza, que rodó monte abajo y rindió su espíritu a la muerte.
Repentinamente
una niebla hedionda cubrió al monte todo y envolvió la cabeza en una inmundicia
tal, que los pueblos que allí estaban se sobrecogieron llenos de indecible
pánico; esta niebla subsistió durante un tiempo alrededor del monte. Viéndola
los hombres que cerca se hallaban, presa de terror, se decían unos a otros:
‘Ay, ay, ¿qué podrá ser esto? ¿qué os parece que es? ¡Ay, desdichados de
nosotros! ¿Quién nos salvará? Pues no sabemos cómo hemos podido ser engañados.
¡Oh! Señor Todopoderoso, ten piedad de nosotros. Rápido, apresurémonos y
volvamos, volvamos corriendo al testamento del Evangelio de Cristo, ay, que hemos
sido amargamente engañados, ¡ay, ay de nosotros!’.
Y de pronto los pies de la imagen de la mujer se volvieron blancos, relumbrando esplendorosos, más que el fulgor del sol”(6).
Y de pronto los pies de la imagen de la mujer se volvieron blancos, relumbrando esplendorosos, más que el fulgor del sol”(6).
“El hijo de la
perdición (el Anticristo), vendrá al final de los tiempos, justo antes de que
el Sol desaparezca en el horizonte…
El hijo de la
perdición será una bestia muy malvada que dará muerte a los que se niegan a
creer en él, y se asociará con reyes, sacerdotes y ricos… Él se ganará a las
personas permitiéndoles hacer lo que quieran. El anticristo nacerá de una mujer
impía que, desde su infancia, tendrá conocimientos en las ciencias ocultas y en
las creencias del demonio… A la vista de estas cosas, muchos estarán
aterrorizados y creerán en él; y algunos, conservando su fe primitiva, sin
embargo, serán juzgados el favor y obligados a cerrar el ojo interior de su
alma.”
“Conquista
para sí a mucha gente, diciéndoles que realicen libremente sus deseos, que no
se mortifiquen demasiado con vigilias o con ayunos, proponiéndoles que amen
solamente a su dios –cosa que él simula ser– hasta que liberados así del
infierno lleguen a la vida. Por eso, de esta manera engañados dicen: ‘¡Oh
desdichados de aquéllos que vivieron antes de estos tiempos, porque afligieron
su vida con duros tormentos, ignorando la compasión de nuestro dios!’
Pues él, confirmando su
doctrina con falsas señales, les muestra tesoros y riquezas y les permite
enriquecerse según sus deseos, de manera tal que ellos piensan que de ningún
modo les conviene mortificar sus cuerpos y castigarlos. Sin embargo, les manda
observar la circuncisión y el judaísmo, según las costumbres de los judíos,
haciendo más leves –de acuerdo con la voluntad de ellos– los preceptos más
duros de la Ley, que el Evangelio convierte en gracia en virtud de la digna
penitencia.
Y dice: ‘Yo borraré los pecados de quien se convierta a mí, y
vivirá conmigo eternamente.’ También rechaza el Bautismo y el Evangelio de Mi
Hijo, y se burla de todos los preceptos confiados a la Iglesia. Y nuevamente,
con diabólica irrisión, dice a quienes le sirven: ‘Ved quién y cuán insensato
ha sido el que a través de sus mentiras estableció esta observancia para la
gente sencilla”(8)
“En realidad
el Anticristo, poseído por el diablo, cuando abra su boca para su perversa enseñanza
destruirá todo lo que Dios había establecido en la Ley Antigua y en la Nueva, y
afirmará que el incesto, la fornicación, el adulterio y otros tales no son
pecado”(9).
Foros de la
Virgen María
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