Mucho se habla del DESCANSO EN EL ESPÍRITU, el "ESTAR SIN ESTAR ESTANDO", pero pocas son las cosas importantes.
Primeramente, es el ESPÍRITU SANTO el que te toma en su poder con tu permiso, por lo que no te debes aferrar y no querer salir del DESCANSO por más hermoso que se sienta, eso sería atar al ESPÍRITU SANTO, y eso no es bueno. El ESPÍRITU SANTO debe entra y salir libremente. Lo que se debe hacer es dejar que él actué como Él quiera, y llegado el momento, dejarlo partir. El líder del grupo, u otras personas por él designadas, podrán inducir con un "AMÉN" sobre la cara de la persona en descanso, LA SALIDA, después de un tiempo prudencial.
No se debe tocar a la persona en descanso – menos pasar caminando por encima de ella (algunos lo hacen) -, no porque sea algo prohibido o malo, sino que podría interrumpir la acción del ESPÍRITU. Algunos tocan a la persona en la nariz o cualquier otra parte para que la persona salga del DESCANSO... (he visto a sacerdotes hacerlo) eso no se debe hacer... basta con el "AMÉN" sobre el rostro para que la persona salga.
Si la persona demora en salir puede ser por: Se quedó dormida (sueño normal). Esto puede suceder cuando la persona llega cansada a la reunión. Para el líder debe ser fácil diferenciar un DESCANSO de un SUEÑO NORMAL. Otra: Porque el ESPÍRITU SANTO está actuando. De todas maneras, luego de un tiempo prudencial, se le debe inducir a salir. Se agradece siempre al ESPÍRITU SANTO por haber estado en su corazón y se procede a sacarla. El buen líder sabrá cuando hacerlo. Otra: La persona se aferra al gozo que siente en el DESCANSO y se niega a salir.
El DESCANSO puede ser conciente o inconsciente. En el caso de conciente, la persona escucha todo lo que pasa a su alrededor pero no puede moverse ni abrir los ojos. En el caso de inconsciente, no siente nada, excepto el gozo de la presencia de Dios en su corazón, pero a pesar de eso, siempre queda algo de voluntad conciente que le permitirá salir sola o ayudada.
Durante el DESCANSO el ESPÍRITU SANTO irá preparando a la persona, ya sea dándole dones especiales o para poder dirigirse al grupo. Si este fuera el caso: la persona se podrá parar y decir lo que el ESPÍRITU desea, o simplemente hacerlo en el suelo. En este trance, el ESPÍRITU SANTO, da chance para que El Padre, el Hijo, la Virgen María o los Ángeles del Grupo se manifiesten y dejen su mensaje. El ESPÍRITU SANTO pocas veces habla, más se comporta como un conductor de lo que en ese momento está sucediendo.
La CAÍDA EN DESCANSO puede ser asistida por alguien del grupo que la recibirá y la pondrá en el suelo. Otras personas no necesitan de esta asistencia y se caen solas. En caso de que se caiga sola, esta podrá caer sobre lo que sea y no sufrirá ningún daño, caiga sobre fuego, vidrios, etc. Cuando el DESCANSO es real y no fingido - como en ciertos casos de personas que fingen descanso...- en la caída no les pasará nada... caen como plumas, no pesan nada.
Normalmente nosotros somos más materia que espíritu, por eso es que podemos movernos, caminar, etc., pero la cosa cambia al entrar en DESCANSO, somos más espíritu que materia y el espíritu no pesa. Hay personas que ansían CAER EN DESCANSO y se dejan caer concientemente. Este puede ser un acto de humildad ante el ESPÍRITU SANTO como diciéndole: “Aquí estoy señor... tómame”. Esto no es malo, lo malo es cuando no se hace con humildad. Recuerden que al ESPÍRITU SANTO no lo van a engañar.
No traten de caer en descanso si están solos... es preferible que lo hagas en su grupo de oración, a menos que ya tengan tiempo en estos caminos del Señor y estén muy bien preparados.
Testimonio: Una señorita de nuestro grupo de oración estaba en una reunión de amigos y empezó a hablar sobre el grupo y que caía en DESCANSO ESPIRITUAL. Los amigos se extasiaron escuchándola y ella empezó a entrar en un trance muy parecido al DESCANSO, se dirigió al orilla del mar y empezó a entrarse (estaban en la playa), los amigos tuvieron que sacarla y apartarla. Un amigo del grupo me llamó contándome lo que estaba sucediendo, le pedí que la pusiera al teléfono y la liberé. No era el ESPÍRITU SANTO sino el demonio el que se interpuso para que ella no diera testimonio de su actuación en el grupo. Por eso les pido que no lo hagan si no están en oración y protegidos por su grupo de oración. El enemigo está en todas partes y es el primero en llegar para entorpecer la acción del ESPÍRITU SANTO... a veces lo logra... con esto no se juega.
Los dones del ESPÍRITU SANTO son muchos y los reparte según su voluntad. No todos podrán caer en descanso, pero sí podrán servir a Dios en otras circunstancias: Don de Lenguas, Traducción de las mismas, Ambas a la vez, Discernimiento, Profecía, Sanación, Intercesión, Servicio, etc.
Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor”
José Miguel Pajares Clausen
Fundador y Coordinador General