EN ESTADOS UNIDOS O ESPAÑA, LAS RUPTURAS SUPONEN LA MITAD DE ENLACES
La web All Pro Dad ofrece cinco consejos para
prevenir las crisis matrimoniales.
Entre finales de 2023 y
principios de este año salían a la luz las alarmantes cifras
de divorcios y rupturas matrimoniales en
países de todo el mundo. En España, el INE hizo públicas las más de 84.000
disoluciones matrimoniales efectuadas en 2022, cifra cercana a la mitad de
enlaces matrimoniales, casi 180.000. En Estados Unidos fueron
700.000 los divorcios, también muy cercana al 50% de matrimonios.
A finales de noviembre de 2023,
la revista Best Life aunaba el criterio de multitud de
especialistas de orientación matrimonial, psicólogos y del ámbito legal,
arrojando las 20 razones más frecuentes de
que un matrimonio concluyese en divorcio.
Entre las más frecuentes, el
psicólogo de la Therapy Calgary Emotions Clinic, Rod Mitchell, situaba en el
Top 10 de motivos que llevan al fracaso matrimonial los conflictos no resueltos, en referencia a "las discusiones que las parejas no tienen, los
problemas que eluden" y que significan "la
ruina de su matrimonio".
Otro especialista, el terapeuta
matrimonial y familiar de Pathways Recovery en California, Raúl Haro,
incluía como motivo frecuente de divorcio las discusiones
constantes.
"Siempre habrá
desacuerdos en cualquier relación, pero la frecuencia y la intensidad de estos
desacuerdos pueden determinar si un matrimonio durará o no. Los malentendidos,
los sentimientos heridos y la ira son frecuentemente el resultado de una mala
comunicación. Evitar conversaciones difíciles o discutir sobre el mismo tema
una y otra vez sin lograr ningún progreso puede erosionar rápidamente los
cimientos de la relación", afirmaba.
El psicólogo John Gottam, con experiencia tratando a 40.000 parejas,
también hablaba de que el primero de "los
cuatro jinetes" que terminan con un matrimonio es la crítica, o lo que es lo mismo, "un ataque al centro del carácter
[de la pareja]" con el
que se desmantela "todo su ser".
Otro de los factores que a su
juicio erosionan el matrimonio es la actitud
defensiva, una estrategia que "casi
nunca tiene éxito" pues "es en
realidad una forma de culpar a tu pareja y no permitirá una gestión saludable
del conflicto".
PONERLE
FRENO ES POSIBLE
Sabiendo que las mencionadas se
encuentran -junto a otras- entre los principales responsables de la disolución
matrimonial es posible ponerles freno.
Y es lo que ha hecho el
experimentado escritor y orador Derek Maul en su último post para la web familiar All pro dad.
Bajo el titulo Cinco formas de mantenerse a salvo de las tormentas
matrimoniales, Maul ofrecía cinco sencillos consejos que, aplicados con perseverancia,
pueden fortalecer al matrimonio y ayudar a encauzar
posibles discusiones hacia un final productivo. Su síntesis es que, cuando surgen problemas
matrimoniales, normalmente no suceden a propósito y mucho menos ocurren cuando
los cónyuges son amables, se apoyan el uno al otro y tratan de hacer lo
correcto. Sin embargo, siempre pueden surgir circunstancias que "hacen saltar chispas o estallar tormentas". Y
se pueden prevenir:
1º
SER PROACTIVO Y NO REACTIVO: SI SE SIENTE QUERIDO, LOS ROCES SERÁN MENORES
Maul observa que cuando ambos o
uno de los dos trata de ser amable, reflexivo y positivo por defecto, de por sí
"habrá menos leña a mano cuando salte una
chispa". En conclusión, se dirige a los cónyuges para animarles a
que traten de actuar antes que el otro,
para bien.
"Sirve a tu
esposa. Levántate antes que ella y hazle el café. Hazle un cumplido cuando no
se lo espere, habla su lenguaje de entrega y amor con frecuencia. Las
probabilidades de que te critique serán mucho menores si se siente amada",
destaca.
El obispo Munilla también se ha
referido con frecuencia al que considera uno de los primeros malos hábitos en el matrimonio, "hacer de la crítica nuestro estilo de expresión, expresar quejas en vez de tener pensamientos
motivadores”. ¿Cómo sanar este hábito? “Hay que cultivar el ejercicio de la
intuición para percatarnos de que Dios ha puesto junto a mí a la persona que
necesito para mi santificación. Dios quiere servirse de las
virtudes y defectos de mi cónyuge para ser santo”, explica Munilla.
2º
SER PREVISOR, PON MEDIDAS Y ESTAR ATENTOS A LAS TORMENTAS QUE PUEDAN VENIR
Maul recomienda ser previsor ante las circunstancias que puedan ocasionar problemas y
anticiparlas mutuamente. Pone como ejemplo el
posible mal humor al acabar la jornada de trabajo.
"No la dejes a
oscuras sobre tu estado de ánimo o tus necesidades. Por ejemplo, si estás
de mal humor cuando termina tu jornada laboral, envíale un mensaje y dile lo
que podría ayudar: `Mal día en el trabajo. Necesitaré descomprimirme
durante media hora antes de poder hablar de ello´".
3º
AFIANZAR LAS PROMESAS, PRESTAR ATENCIÓN, ESTAR ATENTO…
En determinadas circunstancias
puede no haber algo objetivo de lo que discutir, simplemente darse ocasiones
que lo favorezcan. Para ello, recomienda la lectura de
artículos especializados ante
posibles crisis, dejar de lado intencionalmente los problemas o poner énfasis en una actitud conciliadora. Es decir, "crear un ambiente en el que sea menos probable que
ocurran peleas prestando atención cuando el otro habla, hacer aquello a lo que
te has comprometido o tener en cuenta las necesidades del otro cónyuge o de los
hijos a la hora de tomar decisiones".
4º
NO TE PONGAS A LA DEFENSIVA, ADMITE QUE TIENES ERRORES
Aún tratándose de uno de los
aspectos que ocasiona divorcios de forma mantenida, Maul invita a admitir que "a todos nos viene bien que pulan nuestros bordes
más irregulares". "La felicidad conyugal no se trata tanto de perfección
como de mantenimiento preventivo. Cuando reconocemos
nuestras propias asperezas, podemos y debemos hacer todo lo posible para
suavizarlas. Entonces, cuando te des cuenta de que tienes la costumbre de
desquitarte con tu esposa cuando estás estresado (o cuando ella te señala que
lo estás), haz un esfuerzo por no hacerlo más".
Ponerse a la defensiva, 'no
tragarse el orgullo' o discusiones que no llevan a ningún lado son, a la larga,
causa frecuente de divorcio, que se puede prevenir.
5º
ESTABLECE PROTOCOLOS DE EMERGENCIA
En último lugar, considera
fundamental "tener un plan", especialmente
si uno sabe que no es totalmente efectivo a la hora de evitar problemas o
discusiones en el matrimonio. En ese caso, lo indicado es perfeccionar las
habilidades para reducir la tensión.
"La gestión de
crisis salva vidas y también matrimonios. Necesitamos tragarnos nuestro
orgullo, asumir la responsabilidad de nuestra parte en las peleas y
asegurarnos de que nuestro amor por nuestras esposas siga siendo evidente para
ellas en medio de una tormenta", concluye.
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