jueves, 7 de abril de 2022

Y ÉL DIJO:

Y una mujer que sostenía un niño contra su seno pidió: háblanos de los hijos.

Y él dijo:

Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la -vida deseosa de sí misma-.

No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.

Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, la que no puedes visitar ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco desde el que tus hijos como flechas vivientes son lanzados hacia adelante.

El arquero ve el blanco en la senda del infinito y te doblega con su poder para que su flecha vaya veloz y lejana.

Deja, alegremente, que la mano del arquero te doblegue, porque así como él ama la flecha que vuela, así ama también el arco que es estable.

Tú eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados.

Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad.

 

Khalil Gibran, poeta, filósofo y artista libanés

Alejandro Smith Bisso

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