jueves, 11 de febrero de 2021

¿ESTÁS BUSCANDO UN DIRECTOR ESPIRITUAL? ¡TE DOY 6 CONSEJOS PARA ENCONTRARLO!

¿TE HAS PREGUNTADO EN QUÉ CONSISTE EXACTAMENTE ESTO DE LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL O CÓMO CONSEGUIR A ALGUIEN QUE TE AYUDE EN ESTO? Si es así, ¡pensé en ti para escribir este artículo!

No podemos guiarnos a nosotros mismos, porque a veces tenemos los ojos tan pegados al cuadro de nuestra vida, que la imagen se nos hace poco clara. La dirección nos pone en contexto, nos permite entender algunas circunstancias e interpretar —con consejos objetivos— las luces que Dios nos da en la oración. 

¿QUÉ HARÁ UN DIRECTOR ESPIRITUAL?

Quien te acompaña espiritualmente será alguien que te ayudará a abrir las ventanas de tu alma y echar un poco de luz sobre la oscuridad que a veces se acumula.

Puede ser alguien que nos exija cuando nos pongamos muy cómodos y necesitemos una pequeña sacudida para retomar la búsqueda hacia la santidad. Pero también será quien nos sugiera cómo moderar nuestro ímpetu y entusiasmo, cuando nuestras metas son excesivamente altas o irreales.

Busca a alguien que te señale el camino para volver a Dios cuando te desvías. O bien, que ayude con sus indicaciones para que esto (salirse de la ruta) no ocurra.

SÚPER IMPORTANTE: APRENDE A OBEDECER CON LIBERTAD

Un punto que quiero resaltar es que quien te acompañe espiritualmente no puede tomar las decisiones de tu vida en tu nombre. Puede sugerirte la mejor manera de responder a Dios con tus talentos, pero, al fin y al cabo, tu respuesta es tuya y de nadie más.

Un riesgo es caer en el papel de «dime lo que tengo que hacer, y lo hago». Otro peligro —que a veces está relacionado con el primero— es hacer lo que nos dicen, pero sin libertad. Y cuando esto ocurre, justificarse diciendo «yo hice lo que me dijeron, me equivoqué por culpa de lo que me aconsejaron».

¿Entonces cómo compatibilizar la libertad con la obediencia a las indicaciones que nos hacen? Te pondré un ejemplo. Si te sugieren evitar un vicio, tú puedes acoger esta recomendación y hacerla tuya. Estarás «obedeciendo», pero la decisión la has hecho tuya, porque entiendes que es lo mejor ¡y tú quieres lo mejor!

Lo que quiero decir con esto es que, tanto si te equivocas como si aciertas, la responsabilidad y el mérito serán siempre y enteramente tuyos. Porque la dirección espiritual es eso: dirección. Pero quien está detrás del volante y decide seguir las señales de tránsito eres tú.

¿CUÁNDO BUSCAR DIRECCIÓN ESPIRITUAL?

Esta es una pregunta «tramposa» porque la dirección espiritual no es exclusiva para momentos «críticos». Como ante el discernimiento vocacional, durante una crisis, en una época de sufrimiento, de duelo o antes de tomar una decisión definitiva.

Debe ser periódica —tú y quien te acompaña espiritualmente deben definir la frecuencia—, ya que de esta manera se avanza mejor. ¿Por qué? Porque, a tiempo, se corrige lo que se deba corregir y se promueve lo que se debe continuar haciendo.

Dios busca el encuentro diario con nosotros, y nosotros diariamente buscamos corresponderlo. Si somos constantes en la dirección espiritual, podemos ver qué medios están «funcionando», entenderemos mejor lo que Dios nos quiere transmitir, qué pequeñas luchas debemos emprender y en qué virtudes mejorar.

Y AHORA, LA PREGUNTA DEL MILLÓN: ¿DÓNDE ENCUENTRO UN DIRECTOR ESPIRITUAL?

Por fin hemos llegado al punto central de este artículo. ¡Gracias por la paciencia! He enumerado las formas de conseguir acompañamiento espiritual:

1. SI FRECUENTAS UNA MISMA PARROQUIA: tu párroco quizás te conozca y pueda atenderte espiritualmente, si se lo pides.

2. SI PERTENECES A ALGÚN MOVIMIENTO O INSTITUCIÓN DE LA IGLESIA: alguna persona o un sacerdote con la misma espiritualidad te podrá ayudar en tu relación con Dios y a vivir mejor tu espiritualidad.

3. SI ACUDES A DISTINTOS MOVIMIENTOS O INSTITUCIONES: quizás lo que necesites, primero, sea «arraigarte». No te digo que solo vayas, a partir de ahora, a compartir con determinadas personas y que dejes de acudir a otros grupos de oración o apostolado.

Pero sí es importante que definas cuál es el carisma o la espiritualidad que Dios te ha dado, porque viviéndola cada vez mejor vas respondiendo a su proyecto de hacerte santo. Una vez que lo sepas, sabrás «dónde preguntar» por un director espiritual.

4. SI ESTÁS ALEJADO DE LA IGLESIA Y NO SABES POR DÓNDE EMPEZAR: quizás lo primero sea una buena confesión. Cualquier sacerdote puede ayudarte en esto. Luego, te recomiendo la práctica de la confesión frecuente.

Quien te confiese, si es la misma persona siempre, ya te conocerá lo suficiente para dirigirte espiritualmente o para «derivarte» con otra persona.

5. SI VAS A MISA, REZAS Y TE ESFUERZAS POR VIVIR TU FE, PERO NO ERES PARTE DE NINGÚN MOVIMIENTO: ni vas siempre a la misma parroquia. si sueles ir a misa a distintas Iglesias, quizás te hayas encontrado con numerosos sacerdotes celebrando la Eucaristía o confesando.

¿Te has sentido interpelado por alguna homilía?, ¿crees que alguno te «entenderá» mejor? ¡Prueba! Acércate a hablar con él y coméntale que estás buscando un director espiritual.

Igual que el punto anterior, ya empezarás a tratar con asiduidad a un sacerdote, que podrá convertirse en tu director espiritual o recomendarte a otro.

6. SI PREFIERES ACUDIR A UN SACERDOTE PARA CONFESARTE, PERO TE SIENTES MÁS CÓMODO HABLANDO LARGO Y TENDIDO CON UN LAICO: ¡no hay problema! Nadie puede reemplazar al sacerdote a la hora de perdonar los pecados, pero un laico puede acompañarte espiritualmente.

Eso sí, debe ser alguien con suficiente vida interior para poder guiarte. Puede ser alguien de tu grupo de oración, tu movimiento o congregación, un pariente, un amigo, un profesor, etc.

Que sea alguien a quien veas como una persona a la que puedas abrir tu alma y enseñarle lo que hay en ella, cuyas indicaciones te lleven a amar más y mejor a Dios.

¡Espero que estos consejos te sean útiles! Primero, para decidirte y buscar a alguien que te dirija espiritualmente. Y segundo, ¡para encontrarlo!

Escrito por María Belén Andrada

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