Los Veganos se proclaman defensores de los derechos de los animales, del medio ambiente y de la salud olvidando la dignidad del ser humano.
Por: Héctor Aleandri | Fuente: Site Primero el
Hombre
Quizás lo más peligroso de los veganos* es el
adoctrinamiento que hacen en todas las oportunidades posibles con los niños
pequeños. (En los colegios, por Internet, publicaciones especiales para los
niños, etc.)
La página de Internet donde PETA le dice a los
niños; "Mammy kills animals" y se
ve a una ama de casa con aspecto diabólico acuchillando a un conejo y a un
pollo, es muy elocuente y nos demuestra que los veganos no tienen límites para
lograr sus objetivos de adoctrinamiento entre los inocentes niños.
Como todos los extremistas y fundamentalistas quieren que todo el mundo crea y
practique lo que ellos sostienen es una verdad que no admite excepciones.
El principio vegano de igualar a los
animales con los humanos y prohibir el uso de todo lo que sea animal. Por eso
llegan hasta a hablar mal a los niños de sus padres para convencerlos que no
coman productos animales, especialmente carne.
De esta manera están violando, mediante la mentira y el engaño, el derecho que
tiene cada padre de educar a sus hijos de acuerdo a sus creencias. Los veganos
se introducen (por Internet y en visitas a los colegios) en las mentes de los
pequeños para inculcarles su doctrina extremista (pasando por sobre sus
progenitores y maestros, que muchas veces de buena fe creen que los
fundamentalistas solo están defendiendo la ecología, cuando piden hablar con
los niños en las escuelas.)
Gran parte de los veganos, está
constituida precisamente por gente muy joven que deja de serlo después de unos
años y solo permanecen en el movimiento en forma constante, los más fanáticos y
conflictuados con el mundo o los jefes que usufructúan el dinero recaudado por
las organizaciones veganas y afines.
Pero durante su experiencia vegana algunos de estos jóvenes cometen toda clase
de desmanes arruinando durante ese periodo sus cuerpos y espíritus.
Los cuerpos se perjudican con las dietas carenciales e incorrectas y con
consumo de productos artificiales y llenos de sustancias dañinas para el
organismo para darle artificialmente gusto a carne y a pollo (esto es patético:
No comen carne pero comen productos que parecen
carne, tienen aspecto y gusto a carne)
Los adeptos dejan dietas sanas y saludables para el organismo para
reemplazarlas por productos artificiales y altamente deficientes que en
definitiva arruinan sus organismos, aunque ellos estén convencidos de lo contrario.
Los productos derivados de soja y las verduras y frutas en general no pueden
reemplazar a la carne, la leche, los huevos, la miel, etc. son regímenes
alimenticios carenciales.
El cuento vegano de las ventajas de los
regímenes alimenticios sin productos animales no tiene en cuenta para nada lo
que el hombre necesita, en realidad lo único que busca evitar que se consuma
animales o sus productos (para algo tenemos los colmillos que por cierto no son
para mascar verduras frutas sino carne).
Los jefes y los ideólogos veganos han
llegado a escribir libros y dar conferencias donde buscan a toda costa probar
que la carne y la leche de vaca son malos para el organismo cuando que la
realidad es totalmente opuesta.
Sus espíritus los arruinan los jóvenes porque viven en guetos de aislamiento
total odiando al resto de la humanidad y volcando toda su actividad en la
utópica filosofía vegana de igualar los animales con el hombre, violan la Ley,
atacan a los establecimientos que trabajan con animales, laboratorios, etc.,
esas actitudes los dejará marcados de por vida.
Es que está también probado que los daños causados por todo ese lavado de
cerebro y el inculcado de una doctrina alocada como el veganismo
en las mentes jóvenes es muy difícil de revertir y dejará marcas durante muchos
años, costará mucho borrarlas.
Algunos antes de ser veganos han vivido experiencias de droga, alcohol,
promiscuidad sexual y de todo tipo de descontroles, creen, durante una etapa
dada que han encontrado la panacea para curar sus graves problemas emocionales
en el veganismo. Esto dura poco y muchos
deberán deambular por toda clase de movimientos extraños y sectas de toda
índole antes de poder lograr un sano equilibrio, muchos jamás lo lograran.
Esto sucede también con algunos artistas famosos de cine o televisión que van
de la droga y el alcohol y la promiscuidad sexual al vegetarianismo o el veganismo total, luego abandonan el veganismo y se hacen miembros de sectas alocadas
como los Raelianos, la Fraternidad Blanca
Universal, la Scientología, los Hijos de Dios, la Secta Moon, etc. Sin
embargo su pertenencia al veganismo es
hábilmente usada como propaganda por los Jefes
veganos aunque solo dure un corto periodo, de hecho no son ejemplo bueno
para nadie.
Los veganos se están introduciendo en muchos
colegios de Argentina y de otros países de Latinoamérica con la excusa de
defender la ecología (de la cual no se preocupan tanto es un medio y no un fin
para ellos, no olvidemos que a ellos solo les importan los animales aun en
perjuicio del hombre).
Solo quieren adoctrinar a los niños sobre no comer carne y productos animales y
en definitiva hacerlos veganos totales.
Lo más grave de todo esto es que los niños y jóvenes que caen en el veganismo son los más fáciles luego de caer en
manos de sectas de la peor catadura, y aún más delictivas y malvadas que el
propio grupo vegano. Los regímenes alimentarios carenciales como los de los veganos (sin leche y sus innumerables subproductos
como quesos, yougurts, sin huevos, miel y toda
clase de productos animales que están ausentes en esos regímenes veganos) junto con el ayuno periódico y la
repetición continua de las mentiras de cada secta facilitan, el lavado de
cerebro y la anulación de todo espíritu crítico
en los nuevos adeptos y ayudan a dominarlos completamente, sin que razonen y se
opongan a lo que dicen los jefes, gurúes o directores espirituales.
Esta "máscara "del régimen
alimentario correcto, curador de todos los males (aunque de hecho es todo lo
contrario) es hábilmente explotado por todas las sectas y extremismos para
lograr adeptos.
El veganismo no es excepción y se miente y
engaña a los adeptos y al público en general cuando se dice que no comer carne
y productos como la leche y los huevos es bueno para la salud.
Muchas de estas sectas luego del lavado de cerebro que logran en sus adeptos
los usan para trabajar gratis, recoger dinero para los jefes o para la secta,
ejercer la prostitución y toda clase de delitos, también deben conseguir a su
vez nuevos adeptos para recibir la aprobación de los más viejos y de los jefes
o garúes.
En el veganismo son los nuevos adeptos los
que más se enrolan en las campañas de ataques contra los criaderos de animales
a los cuales liberan luego de destrozar las instalaciones que los albergan,
envían bombas a laboratorios que experimentan con animales, atacan
veterinarias, locales de comida a base de carne, etc.) es lo que los jefes
veganos necesitan para imponer su doctrina a la fuerza.
Autómatas con el cerebro lavado que no razonen y
practiquen terrorismo ecológico.
Siempre hay algunos jóvenes reclutados dispuestos para hacer la tarea sucia,
generalmente son los más conflictuados que no han resuelto su relación
familiar, social, etc., que tienen una falta total de conexión con el resto de
los humanos.
Algunos de ellos creen firmemente que los animales son mejores que los humanos
aun antes de hacerse veganos, no pueden
relacionarse con las personas, dar y recibir amor pero lo pueden volcar amor a
un perro a un gato, a un pájaro, ellos interpretan los gestos normales y
propios de esos animales son pruebas de su inteligencia y de expresión de amor
mutuo, esos individuos con espíritus conflictuados son candidatos natos para el
veganismo.
Al igual que los más terribles delincuentes no sienten culpa por lo que hacen
contra los humanos, son hiperéticos que
creen que lo que hacen es lo correcto y que los malvados especistas que usan a los animales deben ser
castigados. (Ver escritos de Carlos H., un vegano
argentino, que enseñaba por Internet a fabricar bombas contra los
especistas y aclaraba que para los animales todo para los especistas nada, es un ejemplo claro de
enajenación total)
O porque el nuevo adepto tiene una carga emocional propia que lo inclina hacia veganismo o porque se lo aborde más fácilmente en una etapa de duda, falta de voluntad, espíritu
maleable, etc., siempre hay gente para convertir al veganismo.
Esta es la presa más fácil de los ideólogos veganos para quienes lo único
importante es conseguir más y más nuevos reclutas que difundan y propaguen la
causa.
Para que estos objetivos se logren es también fundamental aislar al reclutado
de su núcleo, amigos, hay que el posible candidato
a vegano o los ya incorporados no frecuenten lugares deportivos, clubes
de todo tipo, que no tenga amigos fuera del grupo sectario, para ello se lo
embriaga con la doctrina vegana y se lo mantiene ocupado por Internet y en los
grupos con mensajes, charlas, trabajos, medias
verdades siempre irracionales y falsas pero dentro del pensamiento vegano.
Todo lo otro es falso y no debe tenerse en cuenta.
Que pierdan su facultad de razonar, de criticar, de dialogar fuera del grupo vegano, es lo mismo que hacen las sectas y los
movimientos extremistas como los fundamentalistas islámicos, etc.
Curiosamente el veganismo, que, aclaremos no
tiene los matices graves de las peores sectas delictivas pero actúa exactamente
como ellas y como otros fundamentalistas.
Con su prédica de odio contra los no veganos,
facilita el aislamiento de sus adeptos del resto de la humanidad (el resto de
los humanos no veganos que son los malvados especistas
altamente criticables, porque comemos cadáveres (así llaman ellos a los
animales faenados para consumo), y explotamos a los pobres animales de las
formas más crueles, robando la leche, los huevos, que son para los animales que
los producen o para sus crías y no para los humanos, también es ilícito que los
hagamos trabajar de distintas formas o que los usemos para experimentación
científica, en zoo.
Todo esto conduce a un aislamiento total de los veganos
con el resto de los humanos a los que desprecian y hasta odian. Se ve su
total antipatía hacia la gente normal, es una constante presente en los
escritos de los veganos que muestra lo que afirmamos. Jóvenes aislados del
resto de los humanos encerrados en guettos
ideológicos como el veganismo son los
más activos en el movimiento y en las filiales o grupos terroristas.
A veces estos jóvenes liberan sus frustraciones y resentimientos atacando a los
especistas y realizando toda clase de
desmanes, algunos llegan a terrorismo ecológico, forman parte del Ejército de
Liberación Animal, muchos terminan en la cárcel donde purgan largas penas.
De ahí la importancia de que los padres hablen con los maestros y directores de
los establecimiento educativos haciendo saber su oposición a que los veganos
lleguen con sus mensajes a los niños.
No hay por otra parte nada más peligroso que un maestro o educador vegano. Y
los hay, deberían ser expulsados de las escuelas en las que actúan.
Todo padre debe saber lo que se le enseña en la escuela a sus hijos y tiene el
deber de vigilar que de ninguna forma se los engañe con doctrinas utópicas y
perversas como el veganismo.
NO es una afirmación baladí o sin razón decir
que el veganismo es perverso, porque si sus
miembros alientan el envió de bombas a los laboratorios que trabajan con
animales. Si sus jefes como Ingrid Dunkirk, directora de PETA ofrecen dinero para que se incendie laboratorios,
ayuda con dinero a los terroristas ecológicos, etc., es por cierto evidente que
el mensaje engañoso que transmiten de amor al planeta, a la naturaleza, a la
vida sana, a los animales que son nuestros iguales, etc. Es una total mentira y
queda desvirtuado por los delitos que se comenten contra quienes osan pensar
distinto.
Desgraciadamente la lucha contra es veganismo
es difícil ya que los jóvenes muchas veces carecen de referencias (familia,
iglesias, sindicatos, están en crisis) tienen miedo al porvenir y creen
encontrar en el veganismo la solución de sus problemas.
Los conflictos de toda índole que se sufren actualmente, inestabilidad,
inflación, huelgas, robos, delitos, agresiones, atentados, parecen no tener
solución ni fin. Los espíritus débiles buscan soluciones en todo tipo de
doctrina irracionales y caen en doctrinas utópicas, perversas o en sectas de
toda índole que solo sirven para enriquecer a los gurues
y jefes que las manejan.
Algunos se tientan ante el veganismo que
parece tener soluciones eficaces ante la ausencia de respuestas de la familia o
la sociedad.
Las máscaras de regímenes sanos de comida, curadores de todos los males, las
máscaras de pertenecer a un grupo superior al resto de la sociedad con
supuestos ideales altamente éticos. La máscara
de proteger a la naturaleza y de defender a los inocentes corderitos, bambis y terneros, (de las hienas,
víboras, ratas y otros animales repulsivos no se habla nunca en el veganismo), las máscaras de un sistema de vida
culturalmente elevado, la máscara de "pertenecer"
a un grupo filosófico serio y bondadoso seducen a muchos jóvenes desconcertados
y sin pautas o ideales, chicos sin iniciativa ni ambiciones concretas y son muy
difíciles de combatir.
Ante la ausencia de respuestas a los problemas individuales y de grupo muchos
aceptan el veganismo como única respuesta. Al final la decepción será peor que
la errada elección, el perjuicio muchas veces será irreversible y total en el
adepto.
En nosotros está la responsabilidad de asesorar, educar y prevenir la expansión
de esta perversa filosofía que tanto daño causa en los niños y jóvenes, no
hacerlo nos hace corresponsables.
*Las personas
llamadas veganas se abstienen por completo del uso de productos de origen
animal, no son partidarios de la caza y la pesca ni de utilizar pieles o
productos de animales para vestirse o alimentarse y mucho menos de poseer
mascotas o conservarlas en parques zoológicos. Son llamadas así para
diferenciarlas de las vegetarianas que centran su dieta alimentaría en los
productos vegetales.
Se proclaman defensores de:
- Los animales
- El medio ambiente
- La salud
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