Meditación. ¿Usted qué haría?
Por: Arquímedes Sánchez | Fuente: Catholic.net
Se imagina usted un nuevo diluvio universal. Los
periódicos lo calificarían como la catástrofe del milenio, los geólogos dirían
que superaría al “niño” y llamarían a este
colosal fenómeno el “abuelo”, dado que sus
estudios al parecer, sólo sirven para nominar catástrofes.
Imbuidos en este contexto, Dios nuevamente con su infinita misericordia se
dispondría a salvar al hombre, esta vez se
adaptaría a las circunstancias de los tiempo y se lo pondría más fácil.
Les proporcionaría un submarino nuclear, del tamaño de un portaviones de esos
de los Estados Unidos, con sus correspondientes divisiones para cada una de las
parejas de animales de todo el mundo, con su ventilación asistida, control
digital de grados ambiental, con su pasto artificial para crear ambiente,
maceteros bien iluminados con riego a goteo etc. Y el así llamado arca no podría estar a la deriva con una
paloma como medio de comunicación, para eso están los satélites, claro. Pues el
hombre ha creado con su inteligencia cosas justas ¿Para
qué impedírselo?
Para llamar y buscar a todas las clases de animales, lo haría de una manera
rápida y eficaz, bastaría con dejar una reseña de las direcciones de internet
de los mayores zoológicos del mundo y en cuestión de minutos su pedido está
hecho. La técnica hoy día hace maravillas.
Ahora sólo queda encontrar a un hombre justo, claro está, con su
correspondiente familia justa. Cosa fácil. En la tierra hoy abundan los
derechos del hombre, las cartas magnas, la ONU, el Fondo Monetario
Internacional, cientos de organizaciones y fundaciones que trabajan por
respaldar al hombre justo por medio de sus decálogos, pocos deberes y muchos
derechos.
Confrontando a un hombre con las leyes que hoy día se dan para que sea justo,
se lo ponemos muy difícil a Dios para que el género humano se salve del
diluvio. Según estos parámetros el Noé de hoy día (con su respectiva familia)
que podría albergar nuestro arca, podría ser desde un hombre normal en el
sentido clásico y natural de la palabra con su esposa e hijos hasta un
homosexual con su pareja de hecho, con derecho a abortar, a dar la dulce muerte
al suegro o al abuelo cuando este se vea sin fuerzas, a divorciarse y quedarse
a convivir con la “amiga”, y ser calificado
de justo ante el mundo por haber sido digno usuario de los “derechos” concedidos a la humanidad.
¿Se imagina el aprieto en que estaría metido Dios,
en países como España o ahora recientemente en Francia? Porque los
derechos naturales en la jurisdicción del arca, todos los animales sin
excepción lo cumplen y eso que tienen menos cerebro que el hombre. Una de dos,
o se cambia la naturaleza de todo ser viviente sobre el planeta, racional como
irracional, o el arca se queda sin Noé. ¿Usted qué haría?
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