“¡No
soporto que se amén!”, fue la respuesta inmediata y clara que le lanzó
un demonio al exorcista italiano P. Sante Babolin durante uno de los “combates”, cuando el sacerdote le cuestionó por
qué estaba causando problemas a la esposa de un amigo.
¿Por qué este odio?, en declaraciones al Semanario Desde la Fe, el sacerdote explicó que
Satanás detesta el Matrimonio porque es el sacramento más cercano a la
Eucaristía.
“Me explico: en la Eucaristía, nosotros ofrecemos
al Señor el pan y el vino, que por la acción del Espíritu Santo, se convierten
en la Carne y Sangre de Jesús. En el Sacramento del Matrimonio se actúa algo
semejante: por la gracia del Espíritu Santo, el amor humano se convierte en el
amor divino, así que, de manera real y particular, los esposos, consagrados por
el Sacramento del Matrimonio, realizan lo que dice la Sagrada Escritura: ‘Dios
es amor: quien conserva el amor permanece en Dios y Dios con él”.
En ese sentido, el exorcista abordó el aumento en el número de
separaciones, cuya mayoría se debe a la degradación del amor entre hombre y
mujer.
“El Papa Benedicto XVI lo señaló en su encíclica
Deus caritas est: ‘El modo de exaltar el cuerpo que hoy constatamos resulta
engañoso. El eros, degradado a puro sexo, se convierte en mercancía, en simple
objeto que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en
mercancía’. Y cualquier tienda necesita renovar las mercancías para venderla.
Así es del matrimonio fundamentado en el sexo sin verdadero eros”, expresó.
El sacerdote recordó que “el amor humano y
divino, ofrecido por el Sacramento del Matrimonio, no es un amor instintivo,
como no es instintiva la fe en Cristo; por eso necesita cultivo, vigilancia y
paciencia”.
Por ello, alertó que “a la infidelidad se
llega con pequeñas infidelidades; por eso cada esposo debe tener presente
siempre, en su cabeza y corazón, el otro; el diálogo y la confianza deben
siempre permanecer.
“El Diablo tienta a los esposos cristianos para
llevarlos a la infidelidad, exactamente porque él, siendo odio, no tolera el
amor”, señaló.
Ante ello, recomendó a los esposos rezar juntos el Rosario para alejarse
de la tentación de la infidelidad, además de practicar actividades que
fortalezcan su unión.
Sobre el perdón, el P. Babolin afirmó que este juega “un papel decisivo”, pues “renueva
la gracia del Sacramento del Matrimonio. Pero el verdadero perdón tiene que ser
un acontecimiento excepcional, pues vivir el Matrimonio en una constante
búsqueda de perdón, significa vivir el amor en una sala de reanimación”.
“El ideal sería descubrir, con la ayuda de personas
competentes en la vida de fe y en la dinámica psicológica relacional, las
trampas del Enemigo del Amor. El Sacramento del Matrimonio ofrece la fuerza del
Espíritu Santo para que los esposos actúen una especie de personalidad
corporativa, que realiza un camino de santidad compartida”, aseguró.
Redacción ACI
Prensa/EWTN Noticias
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