Muchos
muestran estupor por esta crisis de abusos sexuales, homosexualidad y apostasía
que ha llegado a la Iglesia. Sienten como que ha llegado de improviso.
Pero la realidad es que Nuestra Señora ya lo viene
avisando desde sus apariciones en La Salette.
Y lo siguió
haciendo luego en Fátima, Garabandal y
Akita, por mencionar las apariciones más conocidas. Pero el maligno se las ha ingeniado para hacer
invisibles estos mensajes, desprestigiarlos y cortar el cordón
conceptual entre esas apariciones. En este artículo nos dedicaremos a La Salette, que es la punta de la madeja. Nuestra
Señora de La Salette se apareció
el 19 de septiembre de 1846. Fue en la ladera de la montaña
del mismo nombre, a dos niños, Melanie y
Maximino. La iglesia aprobó estas apariciones en mayo de 1847. Son el gran antecedente de las apariciones
posteriores de Fátima
en 1917, de Garabandal
en la década de 1960 en España, de Akita
en 1973 en Japón y por extensión de las apariciones en curso de Medjugorje.
Estas apariciones no han tenido el
crédito necesario para interpretar la historia posterior y los hechos de
nuestros días. Pero debería ser considerada como la explicación central sobre los abusos de sacerdotes y la crisis que sufre
la Iglesia actualmente. Ya en 1872 Monseñor Paulinier, arzobispo de
Besançon, había argumentado sobre la
vital importancia a estas apariciones de La Salette diciendo: “Dios mismo nos ha dado tres pruebas de la verdad de la
aparición. El primero son los milagros
que se han multiplicado aquí… El segundo, la transformación de la montaña, la extensión del culto de María:
la devoción de La Salette se ha convertido en una devoción católica… El
tercero, el cumplimiento de las
profecías, “los azotes con los que Francia estuvo amenazada” y que hemos
experimentado con las pruebas de este año terrible”
Un llanto de dolor ante la sordera de sus hijos
y el desconocimiento de sus advertencias. Cómo veremos más adelante, a partir
de La Salette se instauró el concepto
de que vendrá un gran castigo a la humanidad, que luego es retomado
específicamente en los mensajes de las apariciones Garabandal y Akita. Por esto mismo se trata de una aparición controvertida. Porque quienes tienen que decidir sobre ella son denunciados, diciendo
que en el futuro habrá una gran apostasía de los sacerdotes. Y esto es difícil de digerirlo de parte de quienes
tienen poder y sienten atacado a su “gremio”. Por
tanto las apariciones en que se ha
hablado de este tema han sido sistemáticamente desacreditadas por una
buena parte del clero. Y los mensajes que hablan de esos hechos han sido ocultados o desmerecidos. Quizás el caso más notorio sea el de Fátima. En
que las investigaciones parecerían indicar que hay un texto adicional al tercer
secreto – llamado cuarto secreto -, que nunca fue revelado porque estaba en
una hoja adicional. Y que habla precisamente de la gran apostasía que se producirá en la Iglesia desde arriba. Los coletazos
de esto los podemos ver en Akita, cuando el obispo que sucedió al
primero que aprobó estas apariciones, les quitó la aprobación y mandó al
destierro a la hermana Agnes Sasagawa, la vidente. El clericalismo hace que algunos sacerdote con poder defiendan a su clase
sacerdotal ocultando y desprestigiando manifestaciones, cuando denuncian
las inconductas en las que caerá una parte del clero. Esa puede ser la causa,
por la que la revelación larga que hizo
Melanie sobre los secretos de La Salette, está siendo desconocida por
propio lugar de las apariciones de La Salette.
LAS
VERSIONES DE LOS SECRETOS
La Virgen de La Salette le contó a los niños los
secretos en 1846 diciéndole que podrían revelarlos recién en 1858.
Por esta
razón los niños se negaban a revelar
los secretos. Pero en 1851 se los
convenció que debían escribirlos para que el Papa los leyera y pudieran
ser publicados en 1858. Así que cada uno de
los videntes escribió su propia versión de los secretos,
rápidamente, y se los envió al Papa. Pero luego Melanie, que era novicia, escribió en
1879 una versión ampliada de los secretos, que es la que ha
causado escozor en buena parte del clero. A pesar que tuvo el imprimatur del Obispo Zola de Lecce. Algunos
desacreditaron esta versión, diciendo que era fruto del desequilibrio
fantasioso de la vidente Melanie. Al punto que la Congregación del Santo Oficio ordenó a los fieles que se abstuvieran
de tratar o discutir el texto de Melanie; con la aprobación del Papa
Benedicto XV en 1915. Esto privó que La Salette fuera considerada la aparición
precursora de Fátima.
Y cortó el cordón de los mismos mensajes que unía
la serie las apariciones desde La Salette a Akita, y a los mensajes de algunos
videntes contemporáneos.
Sólo se entiende correctamente Fátima y las advertencias de María, si
leemos los 33 secretos que escribió Melanie en 1879. Y sólo
podemos entender la crisis actual de los abusos en la iglesia, la apostasía y
las herejías que se leen de parte de obispos y cardenales, si leemos con
atención las profecías de La Salette escritas por Melanie.
LA
CRISIS DE LOS SACERDOTES
En las 33
profecías que escribió Melanie en 1879 se comienza diciendo que la Virgen dio
permiso para publicarlas en 1858. Pero ya el segundo párrafo nos muestra con
claridad por dónde vendrá la crisis.
2 .Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los
sacerdotes, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar
los santos misterios, por amor del dinero, por amor del honor y de los
placeres, los sacerdotes se han transformado en cloacas de impureza.
Sí,
los sacerdotes reclaman venganza, y la venganza está suspendida sobre sus
cabezas. ¡Desdicha de los sacerdotes y las personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y su mala vida
crucifican de nuevo a mi Hijo! Los
pecados de las personas consagradas a Dios claman al cielo, y llaman la
venganza. Y he aquí que la venganza
está a sus puertas, pues no hay más nadie para implorar misericordia y
perdón para el pueblo. No hay más almas generosas, no hay más persona digna de
ofrecer la Víctima sin mancha al Eterno en favor del mundo”.
Este
parágrafo predice que el sacerdocio
entrará en una crisis.
Y no sólo se refiere a la pecaminosidad de sus conductas sino a la
pérdida de fe. En esa época
de 1879 resultaba duro y extraño que la
Virgen se refiriera de esta forma a la conducta de algunos sacerdotes. Sin
embargo en nuestra época se está
haciendo realidad esa profecía. Y ya no lo vemos como algo increíble que pudiera decir la Virgen,
porque está sucediendo. No sólo se ha desatado una crisis relacionada con el abuso sexual a menores, de parte de
sacerdotes.
Sino que se han destapado una serie de inconductas
homosexuales de algunos personajes notorios de la Iglesia Católica.
Por ejemplo el cardenal
McCarrick vivía en los seminarios para conseguir parejas jóvenes
homosexuales. Y desde hace algunos años algunos
obispos han denunciado que en algunos seminarios hay una cultura
homosexual, que expulsa a los heterosexuales. Pero también se trata de
otras inconductas.
Hoy podemos encontrar laicos y sacerdotes que
aprueban el aborto, la anticoncepción y hasta ven con buenos ojos que la
Iglesia acepte la homosexualidad como una conducta sexual más.
Incluso hay
notorios sacerdotes como el jesuita James
Martin, que promueve la
homosexualidad dentro de la Iglesia. No sólo habla libremente del tema,
sino que además ha sido premiado por
el Vaticano, nombrándolo asesor en comunicación. Es por esto
que este segundo parágrafo de los secretos de La Salette pone énfasis en la
base pecaminosa que está detrás de toda la crisis y la apostasía de 170 años después.
Y
así llegamos al tercer parágrafo qué dice:
3. “Dios va a golpear de una manera sin ejemplo”.
No está hablando de una venganza, sino de una justa retribución al daño
que algunos laicos y sacerdotes están produciendo en el cuerpo de la Iglesia. Un daño que por otra parte es bien visible, porque estos hechos que han
tomado estado público en nuestra época. Y están haciendo que algunos católicos desestimen la fe,
poniéndose en riesgo de perderse. Estamos hablando de pecados graves no reconocidos como tales por
los apóstatas.
Sino proclamados como una reforma y modernización
del catolicismo.
Por esto la
virgen viene a avisar; si no hay
arrepentimiento y cambio de vida el cielo se encargará de purificar a la
Iglesia de una manera rotunda. Y esto es lo que está pasando, porque ya están a la luz las inconductas y
las apostasías para que el pueblo de Dios juzgue. Muchas veces Dios deja
pasar estas crisis para provocar una
reacción positiva de parte del pueblo. Dios permite estas aflicciones a
la Iglesia para humillarnos, para que
dejemos de ser arrogantes y regresemos al camino de la humildad. No se
trata de castigar a los culpables sino de buscar su arrepentimiento. Y que los líderes de la Iglesia – ya
sean laicos o sacerdotes – comprendan que es un pecado llamar bueno a lo que originariamente era malo a los ojos de
Jesucristo. Porque se ha acentuado la tendencia a reinterpretar las enseñanzas de Jesucristo. Y a justificar
acciones que antes eran claramente pecado. Como todas las profecías son condicionales, María nos
viene avisar lo que sucederá si no nos arrepentimos. Si no nos arrepentimos Dios va a golpear a la Iglesia y al mundo de
una manera antes desconocida. Esto no
es extraño a los evangelios y sino claramente en línea con ellos.
Podemos
leer el Lucas 17: 25-30 lo que
sucederá como castigo.
LA
APUESTA A LA INVISIBILIDAD DE LOS SECRETOS DUROS DE FÁTIMA Y LA SALETTE
La resistencia a difundir los mensajes de Nuestra
Señora que hablaban de una crisis de pecaminosidad en la Iglesia, especialmente
en los sacerdotes, ha ocultado la repetición de las advertencias qué Nuestra
Señora ha dado en los últimos siglos.
Concretamente
el padre Joaquín
Alonso, uno de los grandes investigadores de los secretos de
Fátima, ha dicho: “Es muy probable que el texto
del tercer secreto haga alusiones
concretas a la crisis de la fe en la Iglesia y a la negligencia de los pastores
mismos. Muy posiblemente, el Secreto no habla solo de una verdadera
crisis de fe en la Iglesia durante este período intermedio, sino que también
contiene, como por ejemplo el secreto
de La Salette, referencias más concretas a los conflictos internos entre
los católicos o al fracaso de Sacerdotes, religiosos y jerarquía superior de la
Iglesia. ”
Hoy se niega que haya un texto adicional al tercer secreto que hable de las mismas cosas
que había planteado la Virgen en La Salette 70 años antes. Y también se desestima el relato largo de las profecías
de La Salette escrita por Melanie en 1879. Sin este material de las
advertencias nos es difícil comprender
el por qué de esta crisis en la Iglesia. Y también por qué sobrevendría un castigo de
purificación. En escritos posteriores Melanie ha dicho que el castigo es irreversible,
“El gran castigo vendrá, porque los hombres no se
convertirán; sin embargo, sólo su conversión puede obstaculizar estos flagelos.
Dios comenzará a golpear a los hombres infligiendo
castigos más ligeros para abrir sus ojos; entonces se detendrá, o puede repetir sus
advertencias anteriores para dar lugar al arrepentimiento. Pero los pecadores no aprovecharán estas
oportunidades; en consecuencia, enviará castigos más severos, ansioso
por mover a los pecadores al arrepentimiento, pero todo en vano. Finalmente, la
obstinación de los pecadores atraerá sobre sus cabezas las calamidades más
grandes y más terribles”.
Cien años después del relato largo de Melanie, en un discurso durante el
Congreso Eucarístico de 1976 para la celebración del Bicentenario de la firma
de la Declaración de la Independencia de EE.UU. el Cardenal Wojtyla (luego Juan Pablo II) dijo: “Ahora estamos parados frente a la mayor confrontación histórica que la humanidad ha experimentado alguna
vez. No creo que el gran círculo de la Sociedad Americana, o de todo el
amplio círculo de la comunidad cristiana se dé cuenta de esto completamente. Ahora
nos enfrentamos a la confrontación
final entre la Iglesia y la anti-iglesia, entre el Evangelio y el
anti-evangelio, entre Cristo y el anticristo. El enfrentamiento se encuentra dentro de los planes de la
Divina Providencia. Está, por lo tanto, en el plan de Dios, y debe ser un juicio que la Iglesia debe asumir y
afrontar con valentía… Tenemos que estar preparados para someternos a grandes pruebas en un futuro no
muy lejano. Pruebas que nos obligarán a estar dispuestos a renunciar a incluso nuestras vidas. Y una
entrega total de sí mismos a Cristo y para Cristo. A través de sus oraciones y
la mía, es posible aliviar esta
aflicción, pero ya no es posible para evitarla que suceda.
¡Cuántas veces la renovación de la Iglesia ha sido
a través de la sangre! No va a ser diferente esta vez”.
Fuentes:
- https://www.lasalette.org/about-la-salette/reconciliation/spirituality-and-charism/1824-the-crucifix-of-la-salette.html
- https://ronconte.wordpress.com/2018/10/08/from-the-secrets-of-la-salette/
- http://www.arcaneknowledge.org/catholic/lasalette.htm
- https://maryrefugeofholylove.com/2018/04/11/special-commentary-the-secrets-of-fatima-and-la-salette-and-the-great-chastisement-by-a-soul/
Sergio Fernández
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