jueves, 16 de agosto de 2018

3 PODEROSAS RAZONES PARA NO DUDAR QUE SOLO DIOS PUDO SER EL CREADOR DEL UNIVERSO


Es bastante razonable pensar que existe un «Gran Creador del Universo». Pero, ¿qué sabemos de este Creador?

Por: Juan Andrés Zenteno | Fuente: Catholic-link.com
Alguna vez escuché que existe la misma probabilidad de que haya vida inteligente en el universo que meter cada una de las letras con que fue escrito el Quijote en una licuadora y que salgan en orden, reproduciendo a la perfección la obra de Cervantes. No sé si la comparación es muy exacta, pero refleja un poco el contenido de este video.

El «fine tuning» es la teoría que indica que las constantes por las que es posible la vida inteligente en el universo son tan precisas que debieron ser perfectamente ajustadas. En nuestra experiencia cotidiana, cuando vemos signos de diseño, pensamos que alguien lo debe haber diseñado. Si visitamos los Moáis en Isla de Pascua, nos damos cuenta de que alguien los esculpió y puso en ese lugar. Si vemos Machu Pichu, la Muralla China, el Monte Rushmore o alguna publicidad en las calles, nos damos cuenta que no pueden ser «formaciones naturales», sino que alguien las tiene que haber diseñado y construido. Lo mismo se puede decir del Universo, porque es tan complejo que es más lógico pensar que alguien lo diseñó a que sencillamente surgió por azar.

Ok, es bastante razonable pensar que existe un «Gran Creador del Universo». Pero, ¿qué sabemos de este Creador? Sabemos que posee algunos poderes especiales para poder crear materia de la nada. Uno se puede dar cuenta de que es un científico extraordinario porque domina a la perfección la física, la química y la matemática. Tiene además una creatividad incomparable. De su mano salieron las obras de arte más hermosas que se pueden observar. Sabe todo sobre biología y genética porque hizo surgir la vida y le permitió desarrollarse hasta que existió el ser humano. Y a este le pudo transmitir algunas de sus características propias, como su inteligencia y su libertad. Ok, ya sabemos algunas cosas sobre este Creador, pero algunas cosas se nos escapan.

Además de algunos detalles de cuándo y cómo se hicieron las cosas, nos falta el conocimiento del porqué del Universo. ¿Por qué Dios se tomó tantas molestias en crearlo? ¿Por qué tuvo que esperar millones de años hasta que surgiera el hombre? Llegados hasta este punto, la teoría del «fine tuning» no nos puede dar respuestas. Es el mismo Creador el que nos responde el porqué del Universo y de pasada nos cuenta un poco más sobre sí mismo. Esta respuesta de Dios es la Revelación que hizo al Pueblo Elegido y después al mundo entero mediante Jesucristo.

La Revelación nos dice que Dios creó todo por amor, e hizo el Universo tal como es para que el hombre pudiera habitarlo y experimentar ese amor. Nos dice el Compendio del Catecismo que «el mundo ha sido creado para gloria de Dios, el cual ha querido manifestar y comunicar su bondad, verdad y belleza. El fin último de la Creación es que Dios, en Cristo, pueda ser todo en todos, para gloria suya y para nuestra felicidad» (Compendio, 53). Dios ajustó todo en el Universo para que fuera posible la vida humana, para que Él tuviera alguien con quien compartir el amor y la sabiduría.

En el fondo, el «fine tuning» es más que una obra de ingeniería espectacular, es la delicadeza que tuvo Dios para darnos el mejor lugar para que podamos sentir su misericordia. Creo que el mejor ejercicio que puedes hacer es fijarte en la naturaleza, en la constante de la gravedad (Ω), en el sol, el aire, la presión atmosférica, etc., y no darlas por sentado. En esas cosas te habla Dios del amor que te tiene.

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