Reproducimos a continuación un
interesante e iluminador artículo titulado “La fe
cristiana ante el espiritismo", cuyo autor es el sacerdote uruguayo
Miguel Pastorino, miembro de la
Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), y que ha sido publicado en
el quincenario arquidiocesano de Montevideo Entre
Todos (22/11/12).
EN LOS ORÍGENES
La creencia en la comunicación
con los muertos es muy antigua. De ello da testimonio la amplia documentación
de la historia de las religiones, y hasta aparece condenada en la Biblia. Sin
embargo, el espiritismo que hoy conocemos se origina en tiempos más recientes,
en Hydesville (Nueva York), con las hermanas Katherine y Margaret Fox,
en 1848. Eran dos niñas que se convirtieron en las creadoras del tablero Ouija (en su versión
popular, “juego de la copa”), y a
partir de su propia experiencia de “comunicación
con difuntos", son citadas como las fundadoras del espiritismo.
Muy pronto el fenómeno comenzó
a manifestarse en muchas personas, multiplicándose las sesiones espiritistas y
en 1851 se extendió en Europa. Entonces supuestos espíritus famosos de la
historia comenzaron a dar clase de espiritualidad, moral y ciencia, a través de
los “mediums”
que los incorporaban. Aunque las hermanas Fox confesaron en 1888 que
había sido un fraude de su adolescencia, y década tras década se han
desenmascarado engaños del espiritismo, la credulidad en estos temas no paró de
crecer en el siglo XX, convirtiéndose en un fenómeno de masas.
Con Allan Kardec el
espiritismo fue sistematizado en una suerte de verdadero catecismo revelado por
los “espíritus". Como novedad doctrinal es introducida por él la
reencarnación en clave evolucionista.
LA MODA ESPIRITISTA
LA MODA ESPIRITISTA
En los últimos años, el
movimiento de la Nueva Era viene incorporando las mismas creencias
espiritistas, pero con términos renovados. Hablan, por ejemplo de “canalización” (channeling) de entidades, a
las que ahora se agregan los extraterrestres, como en el Libro de Urantia o
en versiones gnósticas como “Un Curso de
milagros". “La Casa Redención", remitiéndonos a un fenómeno
local, mezcla el espiritismo de Kardec con los OVNIS
y los santos católicos, y hasta un Jesús convertido en un comandante intergaláctico.
A través del cine y la
televisión, asistimos en los últimos años a una profunda “catequesis” kardecista, que propone la creencia
en espíritus que vagan por el mundo y que procuran comunicarse a través de un “medium” o incluso de una TV o un celular. Populares
películas como Ghost, Sexto sentido, La Llamada, La
Maldición, Barco Fantasma, Los Otros, Voces del más allá,
La Libélula, Actividad Paranormal, El Ojo, y el
crecimiento de series televisivas de este género, son ya un verdadero
adoctrinamiento espiritista en el mundo juvenil, que acrítica e inocentemente
asume la supuesta intervención de espíritus de muertos en nuestra vida
cotidiana.
Muchas personas afectadas por
la pérdida de algún familiar, son víctimas del engaño y el proselitismo
solapado de supuestos “contactos” con el más
allá.
¿CIENCIA, FRAUDE O SUPERSTICIÓN?
¿CIENCIA, FRAUDE O SUPERSTICIÓN?
El espiritismo se presenta
como “ciencia". En realidad se trata de
un uso caprichoso del término. No existe ninguna prueba científica de contacto
con personas que han muerto. Los avances de la medicina, la psicología y la
física, han puesto en evidencia una y otra vez la ingenuidad de las tesis
espiritistas. Muchas investigaciones como las del P. González Quevedo sj, han tirado por tierra, en todo Brasil, las
supuestas evidencias de “fantasmas” en las
casas, y los lugares “embrujados".
Todos los que han querido
investigar seriamente los supuestos efectos físicos de los “espíritus” se han encontrado con fraudes
conscientes o inconscientes generados por la misma sugestión, en el 98% de los
casos (Heredia, Amadou, Levington, Quevedo). Ya a finales del siglo XIX, el científico
ruso Mendeleiev, que dirigió una
comisión científica para estudiar a los mediums más famosos de su tiempo, al
concluir la investigación, expresó: “Los
fenómenos mediánicos (=de los mediums) son el producto de movimientos
inconscientes o de un engaño consciente, y en su conjunto el espiritismo es una
superstición”.
El Lic. José María Baamonde, uno de los
mayores expertos en el tema de las sectas, hablando de las supuestas “incorporaciones” espiritistas y de los estados de
trance, escribía: “es obviamente inconveniente
fomentar estos estados alterados de conciencia, por el riesgo implícito de
generar serias perturbaciones psíquicas a raíz de personificaciones y
automatismos inconscientes que, en ciertos casos, asumirán el carácter de
delirios sistematizados”.
A LA LUZ DE LA FE CRISTIANA
A LA LUZ DE LA FE CRISTIANA
La Palabra de Dios es clara: “No practiques la adivinación o la magia… No acudas a los
que invocan a los muertos, ni consultes adivinos, pues se harán impuros. Yo soy
el Señor, tu Dios” (Lev
19,26.31).
“Si
alguno acude a nigromantes y recurre a los adivinos prostituyéndose con ellos,
yo me volveré contra él y lo extirparé del pueblo. Santifíquense y sean santos,
porque yo soy el Señor, su Dios” (Lev 20,6).
“Cuando
hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar, no aprenderás a
cometer las abominaciones como las de esas naciones. No ha de haber en medio de
ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique la
adivinación, la astrología, la hechicería o la magia, ningún encantador, ni
evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación
para el Señor tu Dios” (Dt 18,9-11).
La Iglesia se pronuncia
claramente sobre la incompatibilidad espiritual, doctrinal y moral de estas
prácticas con la fe en Jesucristo, pero no sobre la naturaleza de los “fenómenos espiritistas".
La relación cristiana con los
difuntos es a través de la oración, y en la Eucaristía, en comunión de amor.
Pero es ajena a toda invocación morbosa, no pretende recibir verdades del más
allá por medio de ellos, ya que todo lo necesario para nuestra salvación ya ha
sido revelado en Jesucristo. Y nosotros confiamos a nuestros seres queridos en
las manos misericordiosas de Dios.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios” (2115-2116).
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: “Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir. La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios” (2115-2116).
Secretaría RIES
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