A punto de salir corriendo. Hay días en que las
cosas se complican y hay que afrontarlas con el mejor espíritu.
Comienzo con misa en una residencia de ancianos. A media mañana, entierro con misa, evidentemente. Por la tarde, exposición del Santísimo seguida de misa en uno de los pueblos
y misa funeral
a continuación, en otro. Cuatro misas y
entierro. Como ven, puro entretenimiento.
Al llegar a los pueblos gente
hubo, de buenísima voluntad, que me sugirió mil cosas para entretenerme: cursos on-line, hobbies diversos,
esas cosas. Ya saben: es que en los pueblos te vas a aburrir. Ni mucho menos.
Es otra forma de trabajar, pero de aburrimiento nada de nada. Hay días que todo
lo contrario.
Si quieren comenzamos por lo
material. Tres templos parroquiales,
uno hasta con un pequeño museo, una ermita, una casa de convivencias y la casa
parroquial. Imaginen: limpieza, mantenimiento, mejoras, orden en las
cosas. Algunas propiedades rústicas que es necesario conocer y administrar
correctamente.
Luego tenemos lo
administrativo: tres
contabilidades, tres archivos parroquiales. Muchas cosas las que se pueden hacer con el archivo: mantener al día, organizar, indexar libros, sacar notas
curiosas. La contabilidad, con poco que sea,
lleva sus ratillos. ¿Papeles? ¿Correspondencia? No lo saben bien…
Ahora viene lo pastoral. Porque uno entiende que su
tarea es llevar a todas las personas a Cristo, y eso es una labor que no acaba
en dos días. Empezar por atender los
templos pastoralmente: misas, exposición del Santísimo, confesionario, oración. Ofrecer posibilidades de acercar a la
gente a la iglesia aprovechando religiosidad popular o cualquier otro
acontecimiento. Cuidar la liturgia con mimo. Preparar fiestas populares. Atender a los poquitos niños. Reunirse con las incipientes juntas parroquiales, y si no hay, siempre tendremos algunas
personas más cercanas con las que pensar y revisar cosas. Estar atento a las necesidades materiales de las
familias. Pasear por cada
pueblo, visitar familias, saludar
gente, acudir a la cabecera de los enfermos. Inventar, sugerir, pensar posibilidades pastorales.
Finalmente, uno tiene su
propia parroquia virtual pero
muy real. Eso incluye la redacción y el envío semanal de “El serranito”, ese correo que va consiguiendo cada vez más
suscriptores, pero sobre todo es mantener
el blog, escribir, moderar comentarios, responder correos, atender
cuestiones de los feligreses virtuales.
Añadan cuidar la casa, hacer la compra, poner
la lavadora, tender y planchar, y atender
al buenazo de Socio, que agradece un paseo y un rato de juego.
Ahora van y me dicen que lo de ser cura de pueblo, aunque sea de tres o
cuatro pueblos, es una cosa aburrida. ¿Seguro? De momento no he tenido tiempo de ello. Ya iremos viendo.
Oiga. D. Jorge, pero no serán
cuatro misas diarias… No, pero cada día tiene su afán…
Jorge
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