El Papa
Francisco ha animado durante el rezo del Regina Caeli, tradicional del tiempo
de Pascua que ha empezado, a que los
fieles "actúen rápidamente" para "ir" a anunciar a los hombres y mujeres
de nuestro templo el mensaje de esperanza
de la Resurrección. "La última palabra
no es la muerte, sino la vida", proclamó el Pontífice.
Francisco ha recordado este lunes al mediodía que "en virtud de este evento, que es la verdadera novedad de la historia y del cosmos, estamos llamados a ser hombres y mujeres nuevos, según el Espíritu, afirmando el valor de la vida". "¡Esto es comenzar ya a resucitar!", exclamó.
El Papa Francisco señaló que seremos hombres y mujeres de resurrección, si, «en medio de las vicisitudes que atormentan al mundo, a la mundanidad que nos aleja de Dios, sabremos brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración de un ambiente libre de degradación».
Los signos de bondad comunes y humanos, cuando son inspirados y sostenidos por la fe en el Señor Resucitado, ganan eficacia "mucho más allá de nuestra capacidad", afirmó el Pontífice. «Sí, porque Cristo está vivo y obra en la historia por medio de su Santo Espíritu: rescata nuestras miserias, alcanza todo corazón humano y vuelve a donar esperanza a cualquiera que esté oprimido y en el sufrimiento».
"Que la Virgen nos ayude a creer e interceda, en especial, por las comunidades cristianas perseguidas y oprimidas", que en tantas partes del mundo, están llamadas a un testimonio cada vez más difícil y valiente: así oró el Papa Francisco, reiterando que también nosotros - hoy - estamos invitados a anunciar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo que ‘¡Cristo ha resucitado, aleluya!’.
Francisco ha recordado este lunes al mediodía que "en virtud de este evento, que es la verdadera novedad de la historia y del cosmos, estamos llamados a ser hombres y mujeres nuevos, según el Espíritu, afirmando el valor de la vida". "¡Esto es comenzar ya a resucitar!", exclamó.
El Papa Francisco señaló que seremos hombres y mujeres de resurrección, si, «en medio de las vicisitudes que atormentan al mundo, a la mundanidad que nos aleja de Dios, sabremos brindar gestos de solidaridad y de acogida, alimentar el anhelo universal de la paz y la aspiración de un ambiente libre de degradación».
Los signos de bondad comunes y humanos, cuando son inspirados y sostenidos por la fe en el Señor Resucitado, ganan eficacia "mucho más allá de nuestra capacidad", afirmó el Pontífice. «Sí, porque Cristo está vivo y obra en la historia por medio de su Santo Espíritu: rescata nuestras miserias, alcanza todo corazón humano y vuelve a donar esperanza a cualquiera que esté oprimido y en el sufrimiento».
"Que la Virgen nos ayude a creer e interceda, en especial, por las comunidades cristianas perseguidas y oprimidas", que en tantas partes del mundo, están llamadas a un testimonio cada vez más difícil y valiente: así oró el Papa Francisco, reiterando que también nosotros - hoy - estamos invitados a anunciar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo que ‘¡Cristo ha resucitado, aleluya!’.
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