VATICANO, 16 Abr. 17 / 10:28 am (ACI).- El Papa Francisco presidió
hoy la Misa
de Pascua
de Resurrección en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, y aseguró que “en esta tierra de dolor, de tragedia, con la fe en
Cristo resucitado, tenemos un sentido”.
A continuación, el texto completo de la homilía del
Papa Francisco en la Misa de Domingo de Pascua, gracias a la traducción de
Radio Vaticano:
Hoy la Iglesia
repite, canta, grita, Jesús ha resucitado, pero ¿cómo es esto? Pedro, Juan y
las mujeres fueron al sepulcro y estaba vacío, pero Él no estaba. Y fueron con
el corazón cerrado de la tristeza, la tristeza de una derrota, el Maestro, su
Maestro, aquel que tanto amaban ha sido justiciado y muerto y de la muerte no
se regresa.
Esta es la derrota, este es el camino de la derrota, el camino hacia el
sepulcro. Pero el ángel les dice: no está aquí, ha resucitado. El primer
anuncio, ¡ha resucitado!
Después la confusión, el corazón cerrado, las apariciones, ellos
cerrados, toda la jornada en el cenáculo porque tenían miedo que les sucediera
a ellos lo que le sucedió a Jesús.
Y la Iglesia no deja de decir a nuestros fracasos, a nuestros corazones
cerrados, temerosos… ¡detente!, el Señor ha resucitado. Pero si el señor ha
resucitado como es que suceden estas cosas, como es que suceden tantas
desgracias, enfermedades, tráfico de personas, trata de personas, guerra ,
destrucción, mutilación, revancha, odio… ¿dónde está el Señor?
Ayer llame por teléfono a un joven con una enfermedad grave, un joven
culto, un ingeniero, y hablando para darle un signo de fe le dije: "No hay explicaciones para lo que te sucede, mira a
Jesús en la cruz,
Dios hizo eso con su hijo, no hay otra explicación".
Y él me ha contestado: "Sí. Pero se lo
ha pedido al hijo y el hijo a dicho sí. Pero a mí no me han preguntado si
quería esto, y yo no he dicho que sí". Esto nos conmueve. A ninguno
de nosotros nos han preguntado si estamos contentos con lo que pasa en el
mundo, si estamos dispuestos a llevar a delante esta cruz… y la cruz va a
delante y la fe en Jesús se viene abajo, por eso la Iglesia continúa diciendo ¡Jesús ha resucitado!
Y esto no es una fantasía. La resurrección de Cristo no es una fiesta
con flores; es algo más. Es el Misterio de la piedra descartada que termina por
ser el fundamento de nuestra existencia, ¡Cristo ha
resucitado!. Y esto significa en esta cultura del descarte, donde eso
que no sirve toma el camino del “usa y tira” y
todo lo que no sirve viene descartado; esa piedra que ha sido descartada es
fuente de vida.
También nosotros pequeñas piedras, en esta tierra de dolor, de tragedia,
con la fe en Cristo resucitado, tenemos un sentido. En medio de tanta
calamidad, sin mirar más allá, no hay un muro sino un horizonte. Está la vida,
está la gloria, es la cruz con esta ambivalencia.
Mira adelante, no te cierres, tú pequeña piedra tienes un sentido en la
vida porque eres una piedra tomada de aquella gran piedra que la maldad del
pecado ha descartado.
¿Qué nos dice la Iglesia hoy ante tantas tragedias? Simplemente esto; la
piedra descartada no resulta realmente descartada. Las piedritas que creen y se
aferran a esa piedra no son descartadas, tienen un sentido. Con este
sentimiento la Iglesia repite desde dentro del corazón, ¡Cristo ha resucitado!
Pensemos un poco cada uno de nosotros en los problemas cotidianos, en
las enfermedades que cada uno de nosotros hemos vivido o alguno de nuestros
familiares; pensemos en las guerras, en las tragedias humanas, y simplemente
con voz humilde, sin flores, solo delante de Dios, delante de nosotros mismos.
No sé cómo va esto pero estoy seguro que Cristo ha resucitado y yo
apuesto por esto. Hermanos y hermanas esto es lo que quería decirles. Vuelvan a
casa hoy repitiendo en sus corazones ¡Cristo ha
resucitado!
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