jueves, 23 de junio de 2016

¿CUÁL ES LA ARMADURA QUE DIOS NOS PROPORCIONA PARA PROTEGER A NUESTRA FAMILIA?


Nos enfrentamos a nuevos y difíciles problemas que no podemos resolver solos. Los avances de la biotecnología han separado la sexualidad de la procreación y ha convertido al sexo en una recreación. Esto ha traído un sinnúmero de males como los problemas que acarrean las madres solteras y sus hijos, los problemas que trae a los hijos el divorcio, los cuantiosos problemas de salud y de inserción en la vida que conlleva el estilo de vida promiscuo y homosexual, y muchos más, la lista sería enorme si seguimos.

Este aflojamiento de los amarres morales, sin medir las consecuencias de las nuevas cosas que hoy es consensualmente permisible hacer, ha penetrado en las familias cristianas que están teniendo que hacer frente a nuevos y complejos problemas morales que les superan, y no se han sabido poner una buena armadura.

Vivimos tiempos difíciles para la moral cristiana. Es por eso que debemos pedir apoyo sobrenatural consagrando nuestras familias a Jesús.

TIEMPOS EXTRAORDINARIAMENTE COMPLEJOS PARA LA MORAL

Estamos viviendo tiempos profundamente complejos al tal punto que el padre Dwight Longenecker nos dice que no pasa ni un mes sin que un feligrés suyo le pida ayuda con difíciles preguntas morales relacionadas con su familia, preguntas que frecuentemente involucran de alguna forma a lo sexual, pero que son muy difíciles de responder con un simple código moral del blanco-o-negro que funcionaba hace 50 años.

Y para ejemplificarlo señala unos ejemplos:

  • Una viuda de misa diaria de 80 años pregunta si debe asistir a la “boda” de su nieta con otra mujer.
  • Una pareja que está planificando casarse ya están viviendo juntos con la aprobación de sus padres católicos.
  • Una mujer de mediana edad me cuenta que ella no asistió a la “boda” de su hermano con su novio, pero se pregunta si ella debería asistir al bautizo del niño que fue concebido por éstos dos hombre a través de inseminación artificial y de una madre sustituta.
  • Una pareja sin hijos me pide la mejor clínica de fertilización in vitro.
  • Otra pareja no cree que haya nada malo con su decisión de ser esterilizados de forma permanente para no poder tener hijos.
  • Un amigo me contó cómo su hijo adolescente le comunicó que fue el donante de esperma para que la “esposa” de su hija y pueda tener un hijo genéticamente de ellas.

Como vemos, el paisaje moral ha cambiado por completo, y, como resultado, gente común y corriente se enfrenta a problemas morales extraordinariamente complejos que nuestros padres y abuelos nunca podrían haberse imaginado.

LA REVOLUCIÓN BIOTECNOLÓGICA, UN HECHO DEL QUE SE HABLA POCO

Estamos viviendo en medio de la revolución biotecnológica más asombrosa que el mundo haya visto jamás. La Biotecnología y la tecnología de la reproducción han dado pasos extraordinariamente revolucionarios.

Ya hemos perdido la idea que la vida humana es un misterio sagrado y las mujeres en este aspecto se han reducido a la condición de máquinas de hacer bebés a las que hemos aprendido a encender y apagar.

Con la anticoncepción artificial, la esterilización y el aborto apagamos la máquina para hacer bebes y con la inseminación artificial, la fecundación in vitro, los tratamientos de fertilidad y las madres sustitutas encendemos la máquina para hacer bebés.

Y con una cantidad adecuada de dinero y tiempo presumimos que podemos tener un bebé cuando lo deseamos y evitamos tener bebés cuando ya no lo deseamos

El resultado de esto es una revolución en nuestra comprensión de lo que es una relación, una identidad sexual, un matrimonio y una familia.

Por primera vez en la historia, la raza humana ha asumido el poder de separar la actividad sexual de la procreación. Y esto ha sido una bomba de tiempo plantada en el corazón de la familia tradicional, porque la familia tradicional estaba enraizada en la verdadera sexualidad humana, que era la de un hombre y una mujer, que se unen en una relación de por vida, llena de amor, abierta a la procreación y enfocada en la crianza de los hijos.

Este hogar era consolidado como un nido para sus crías, las que se nutrían de un ambiente seguro y amoroso. Dentro de este contexto, el acto sexual tenía significado y propósito e incluso una dimensión eterna. El acto sexual era una unión amorosa, que también era potencialmente creativo de una manera poderosa. Cuando un marido y su mujer hacían el amor, también podrían lograr hacer un bebé.

Lamentablemente, esta relación se ha roto para la gran mayoría de los seres humanos en el mundo desarrollado. Si un acto sexual no es acerca de la procreación, tampoco lo hará el matrimonio, y si el matrimonio no está basado necesariamente en la procreación, entonces debe ser acerca de lo que es recreación.

Y ESTO RECIÉN COMIENZA…

El acto sexual (y, por extensión, el matrimonio) entonces no es más que una forma para que las personas persigan el placer auto-indulgente.

Por otra parte, si la actividad sexual no está necesariamente ligada a la procreación, y por lo tanto no está amarrada a las restricciones morales, se deduce que cualquier forma de actividad sexual es lícita.

Esta es la razón por la que la actual guerra del “matrimonio” entre personas del mismo sexo pronto se desvanecerá en importancia. Las personas atraídas hacia el mismo sexo realmente no quieren casarse, lo que ellos quieren es que su atracción sea reconocida y consolidada, y el “matrimonio” es su manera de ganar ese reconocimiento.

La razón por la que el debate del “matrimonio” del mismo sexo pronto se desvanecerá es porque el matrimonio en sí ya se ha destruido para la cultura occidental masiva.

Si un hombre puede casarse con otro hombre y una mujer con otra mujer, entonces cualquiera puede casarse con quien quiera. Si la “bisexualidad” es lícita, después dos hombres y una mujer podrán hacer “tríos”, o dos hombres y dos mujeres que interactúan sexualmente podría “casarse” entre ellos.

No se necesita pensar mucho para concluir que si el matrimonio puede ser lo que alguien quiere que sea, entonces el matrimonio de hoy es nada en absoluto.

Los Católicos que tienen fundamentos teológicos, antropológicos, éticos e históricos muy fuertes para definir lo que es un matrimonio, y claramente pueden ver las crisis en los matrimonios. Pero realmente no hemos visto nada todavía.

Mientras las tecnologías reproductivas sean cada vez más ampliamente disponibles en una escala global, la confusión acerca del matrimonio y de la sexualidad se extenderá a toda la raza humana.

NECESIDAD DE CREAR CONCIENCIA DEL PROBLEMA EN NUESTRAS FAMILIAS

La experiencia en los países desarrollados ha demostrado que mientras que las técnicas de reproducción se pueden utilizar para prender o apagar la máquina de hacer bebés, será más frecuente apagarla, en bien de lo recreativo.

El invierno demográfico que se avecina no sólo será para el mundo en desarrollo, sino para toda nuestra raza, y sólo existe una solución para el problema.

La solución es que los católicos comprendan claramente los simples hechos de la natural sexualidad humana enseñársela a nuestros hijos y vivirla de la mejor manera que podamos.

La solución es ofrecer una alternativa atractiva y pro-vida mediante la construcción de familias fuertes, vibrantes y creativas, además de las comunidades humanas dinámicas.

El futuro de nuestra fe y de nuestra entera familia humana puede depender de ello.

Para ello necesitamos el auxilio sobrenatural, del Sagrado Corazón de Jesús. Esa es nuestra armadura.

PIDAMOS AUXILIO SOBRENATURAL A JESÚS

Una de los Doce Promesas a los devotos del Corazón de Jesús es brindar “la paz en sus familias”.

Aunque la devoción de las familias al Sagrado Corazón se menciona en las cartas de Santa Margarita María, ésta se convirtió en una práctica común entre las familias católicas dos siglos más tarde debido al P. Mateo Crawley-Boevey, quién se unió a la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María, fue ordenado sacerdote en 1898 y fue enviado a Valparaíso, Chile, donde fundó la Universidad Católica en 1905 y se interesó especialmente en la creación de una escuela de derecho donde los católicos podían formarse y avanzar en lo social y en la misión de la Iglesia.

Un año más tarde, fue destruida por un terremoto y como el Padre Mateo se enfrentó a este desastre natural trabajando incansablemente para ayudar a aquellos que habían perdido sus casas, negocios y sus seres queridos al derrumbarse su suelo, fue enviado a Europa a recuperarse.

El 5 de junio de 1907, el P. Mateo se reunió con el Papa Pío X y compartió con él un sueño que había comenzado a tomar forma en su corazón. Él había estado pensando en promover el reino social de Cristo en las familias, ya que las sociedades se mueven conjuntamente con las familias, y si el reinado del Sagrado Corazón de Jesús debe realizarse en el mundo, entonces éste debe comenzar en las familias.

¿El Santo Padre aprobó su plan? El Papa respondió:

“No, no, hijo mío. No te lo permito. Yo os mando, ¿lo entiendes? Te ordeno que des tu vida por esta obra de salvación. Es una obra maravillosa consagrar tu vida entera a ella”.

Con esta directiva, el P. Mateo se fue en peregrinación a Paray-le-Monial, Francia, el 24 de agosto de 1907 a la edad de treinta y dos años, a la capilla donde se produjeron las revelaciones del Sagrado Corazón a Santa Margarita María.

El P.Mateo oró y prometió que iba a dedicar el resto de su vida a aquello, según lo que le permitiera su enfermedad. Pero a medida que avanzaba en su oración se sentía curado y comenzó la misión que consumiría su atención y energía hasta su muerte, a la edad de ochenta y cinco años, en 1960.

Cuando el Papa Juan Pablo II visitó Paray-le-Monial el 5 de octubre de 1996, afirmó la importancia de la Consagración de la Familia en la construcción de la “La civilización del amor” y dijo:

Gracias al sacramento del matrimonio, en el Pacto con la sabiduría divina, en el Pacto con el infinito amor del Corazón de Cristo, a ustedes las familias se les ha otorgado los medios para desarrollar en cada uno de sus miembros las riquezas de la persona humana y su llamado al amor de Dios y de los hombres. Den la Bienvenida a la presencia del Corazón de Jesús, nosotros buscamos sacar de Él el verdadero amor que nuestras familias necesitan. La unidad de la familia tiene un papel fundamental en la construcción de la civilización del amor. (Discurso del 5 de octubre de 1986)

ORACIÓN CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Esto llama a Consagrar a la familia al Sagrado Corazón de Jesús; aquí está la oración de Consagración:

Sagrado Corazón de Jesús, le dejaste claro a Santa Margarita María tu deseo de ser el rey de las familias cristianas. Nosotros queremos proclamar hoy tu más completo y real dominio sobre nuestra propia familia.

Queremos vivir en el futuro con tu vida. Queremos hacer que florezca entre nosotros esos méritos que prometen paz en adelante. Queremos desterrar lejos de nosotros lo que tú has maldecido. Tú serás el Rey sobre nuestras mentes, en la simplicidad de la fe, y sobre nuestros corazones, por el amor incondicional, los cuales se quemarán por ti, en una llama que vamos a mantener con vida por la recepción frecuente de tu divina Eucaristía.

Se bondadoso, oh Corazón divino, como para presidir nuestras relaciones, para bendecir nuestras empresas, tanto espiritual como temporalmente, para disipar nuestras preocupaciones, para santificar nuestras alegrías, y aliviar nuestros sufrimientos.

Si alguna vez, alguno de nosotros, tuviera la desgracia de afligirte, recordadle, oh Corazón de Jesús, que eres bueno y misericordioso con el pecador penitente.

Y nosotros, tanto los que se van como los que se quedan, estaremos sujetos a vuestros decretos eternos. Vamos a consolarnos con la idea de que algún día llegará que toda la familia se reúna en el cielo y pueda cantar para siempre tus glorias y tus misericordias.

Que el Corazón Inmaculado de María y el glorioso Patriarca San José estén presentes en esta consagración familiar, y que se mantenga en nuestras mentes todos los días de nuestra vida. ¡Toda la gloria al Corazón de Jesús, nuestro Rey y nuestro Padre! (EWTN)

LA CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA A JESÚS ES PARTE DE LA ARMADURA DE DIOS

En la encíclica Annum Sacrum del Papa León XIII, publicada el 25 de mayo 1899, el Santo Padre consagró a todas las familias de la humanidad al Sagrado Corazón de Jesús. Una declaración profética de la encíclica establece las bases de la consagración mundial del Papa al Sagrado Corazón:

De ahí esa abundancia de males que desde hace tiempo se ciernen sobre el mundo y que Nos obligan a pedir el socorro de Aquel que puede evitarlos. ¿Y quién es éste sino Jesucristo, Hijo Único de Dios, “pues ningún otro nombre le ha sido dado a los hombres, bajo el Cielo, por el que seamos salvados”.

Hay que recurrir, pues, al que es “el Camino, la Verdad y la Vida”. El hombre ha errado, que vuelva a la senda recta de la verdad; las tinieblas han invadido las almas, que esta oscuridad sea disipada por la luz de la verdad; la muerte se ha enseñoreado de nosotros, conquistemos la vida.

Entonces nos será permitido sanar muchas heridas, veremos renacer con toda justicia la esperanza en la antigua autoridad, los esplendores de la fe reaparecerán; las espadas caerán, las armas se escaparán de nuestras manos cuando todos los hombres acepten el imperio de Cristo y se sometan con alegría, y cuando “toda lengua profese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre”.

Las consagraciones son reales y potentes en el mundo espiritual. Hay dos reinos, uno claro y otro oscuro. La Consagración de la Familia al Sagrado Corazón es un acto concreto de la fe que agrada a Dios y desagrada el antiguo enemigo.

Vivir nuestra consagración al Sagrado Corazón sobre una base diaria es también parte de la armadura de Dios. Las llamas del amor divino que vierte el Sagrado Corazón fortalecen nuestra fe, esperanza y amor. El Sagrado Corazón no es sólo nuestro refugio; es nuestro lugar de la victoria sobre el mal porque cuando su corazón fue atravesado en el Calvario, su Sangre y Agua se derramaron y se convirtieron en nuestro baño bautismal y de vida eucarística.

Las tinieblas necesitan ser disipadas con alabanza y acción de gracias en todas las cosas. Podemos convertir cada prueba, pérdida, miseria, persecución, prueba de fe, y guerra espiritual en una acción de gracias y alabanza como María.

Cuando experimentamos vejación diabólica, nosotros podemos lenta y deliberadamente rezar la oración del Magnificat: “Proclama mi alma la grandeza del Señor. Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador…”. Esto puede convertirse en un hábito eficaz para luchar contra las tentaciones. Los ángeles caídos de la oscuridad desprecian la alabanza y la gratitud a Dios.

Nosotros pertenecemos a Jesucristo, a la luz, no a la oscuridad. Hay muchas personas que tienen un pie en cada campo, o peor, algunos viven completamente en la oscuridad. Tal vez esto es cierto para los miembros de la familia que se han alejado de Jesús y de la Iglesia, pero el amor del Sagrado Corazón no dejará de ser derramado sobre los pecadores. El buen pastor nunca cesará de dejar a las noventa y nueve para buscar la oveja perdida.

La Consagración de la Familia al Sagrado Corazón de Jesús es muy eficaz como parte de la armadura de Dios. Jesús habló poderosamente a Santa Margarita María:

Mi divino Corazón se apasiona por la raza humana… no puede contener las llamas reprimidas por más tiempo de su caridad ardiente. Debes atravesar y revelar mi corazón al mundo, con el fin de enriquecer a la humanidad con mis tesoros preciosos. Yo voy a dejar que los veas ahora. Ellos incluyen todas las gracias de la santificación necesarias para arrebatar a los hombres que están al borde del abismo del infierno”.

SIETE FRASES PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA

Pero además de orar y consagrarse es importante manejar adecuadamente la relación en la vida diaria. El proceso central en una familia debería estar puesto en mantener el buen relacionamiento. Y el cultivo de una buena comunicación es esencial.

Aquí van siete consejos para practicar el mejoramiento de la comunicación en familia.

¡TE AMO!

Ningún ser humano puede sentirse realmente feliz hasta escuchar que alguien le diga “te amo”. Atrévete a decirlo a la otra persona, a tu cónyuge, a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos, si es que nunca lo has hecho, haz la prueba y verás el resultado.

¡TE ADMIRO!

En la familia, cada miembro tiene alguna cualidad o habilidad que merece reconocimiento. Todos, en algún momento, sentimos la necesidad de que se nos reconozca algún logro o meta alcanzada.¿Cuándo fue la última vez que le dijiste esto a alguien?

¡GRACIAS!

Una necesidad básica del ser humano es la de ser apreciado. No hay mejor forma de decir a una persona que es importante lo que hace por nosotros, que expresarle un “¡gracias!”, no en forma mecánica sino con pleno calor humano.

PERDÓNAME, ME EQUIVOQUÉ…

Decir esto no es tan fácil, sin embargo, cuando cometas un error que ofenda o perjudique a otras personas, aprende a decir con madurez: “perdóname, me equivoqué”.

AYÚDAME, TE NECESITO

Cuando no podemos o no queremos admitir o expresar nuestra fragilidad o necesidad de otros, estamos en un grave problema. No te reprimas. ¡pide ayuda!, que también son muy importantes las palabras.

¡TE ESCUCHO… HÁBLAME DE TI!

¿Cuántas veces le has dicho a algún miembro de tu familia: “a ver háblame, qué te pasa?”. Tal vez muchos problemas y mal entendidos se resolverían si tan solo escuchásemos lo que nos tratan de decir.

¡¡¡ERES ESPECIAL!!!

Es importante hacerles saber a tus seres queridos cuanto ellos significan para ti.

Fuentes:


Foros de la Virgen María

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