REDACCIÓN CENTRAL, 23 Nov. 15 / 10:24 am (ACI).- Para vivir
la liturgia familiar (oración) del Primer Domingo de Adviento,
que se celebrará este domingo 29 de noviembre, se recomienda poner en un lugar
especial la corona de Adviento con alguna imagen de la Virgen, crear un
ambiente de recogimiento con poca luz, nombrar a un lector especial, así como a
un monitor principal, que puede ser el papá o la mamá, y seguir la oración que
se presenta a continuación.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo
y la tierra.
MONITOR:
Comenzamos
un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y
espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser
un reflejo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las
velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las
tinieblas. El color verde de la corona simboliza la vida y la esperanza que Él nos ha venido a
traer.
LECTOR: Lectura tomada del libro del profeta Isaías:
"Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor
amanece sobre ti. Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a
los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece".
MONITOR: (Con las manos juntas) Nos recogemos unos
instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas vamos a pedir que el Señor
bendiga esta corona de Adviento.
Oremos.
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia
desborda de gozo ante tu Hijo, el
Señor Jesús, que
se avecina como luz esplendorosa, para
iluminar a los que yacemos en las tinieblas, de
la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para
la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor,
que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con
el esplendor de Aquel que, por ser la Luz
del mundo, iluminará todas las
oscuridades.
Te lo pedimos por Él mismo que
vive y reina por los siglos de los siglos.
TODOS: Amén.
MONITOR: Vamos a encender ahora la primera vela de
nuestra corona mientras cantamos la primera estrofa del canto “Hoy se enciende una llama” (o también puede ser algún
canto apropiado).
Hoy se enciende una llama en
la corona de Adviento que arda nuestra
esperanza en el corazón despierto
y al calor de la Madre caminemos
este tiempo.
Un primer lucero se enciende anunciando
al Rey que viene, preparad corazones,
allánense los senderos.
Hoy se enciende una llama en
la corona de Adviento que arda nuestra
esperanza en el corazón despierto
y al calor de la Madre caminemos
este tiempo.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
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